Quiero expresar mi m¨¢s
en¨¦rgica repulsa y protesta por la ?colaboraci¨®n?, por llamarla de alguna manera, que aparece en su diario del d¨ªa 18 de agosto firmada por C. Mart¨ªnez Shaw. Creo que no es digno de incluirse en un diario que se precie de dem¨®crata e independiente un escrito tan falaz y cobarde.Ser¨ªa necesario aclarar cu¨¢les son las verdaderas intenciones de C. Mart¨ªnez en ese escrito, haciendo alarde de rigor hist¨®rico y cient¨ªfico cuando s¨®lo busca desacreditar un ideario pol¨ªtico en aras de ese rigor que a ¨¦l no parece importarle. Pero lo m¨¢s grave es atentar contra una persona, simplemente para atacar a un grupo al que pertenece, cuando ese grupo defiende la nacionalidad andaluza en otro sentido al vertido. Seg¨²n C. Mart¨ªnez, en tal libro, pues su objetividad para la cr¨ªtica creo que queda de sobra manifestada, que es nula, identifica al todo con la parte, y a la trayectoria intelectual de una persona con la ideolog¨ªa de un grupo pol¨ªtico.
Tambi¨¦n es preciso aclarar por qu¨¦ lo que se presenta como cr¨ªtica de un libro aparece en la secci¨®n de pol¨ªtica regional y no en la secci¨®n destinada para ello, que ser¨ªa la de cultura. Aunque, claro est¨¢, las intenciones son muy otras, aunque se apele al rigor cient¨ªfico e hist¨®rica.
?Se trata s¨®lo de un producto nacido de la campa?a en contra del andalucismo y el derecho del pueblo andaluz para decidir qu¨¦ es y qu¨¦ desea ser? Cre¨® que s¨ª. Y creo que este catedr¨¢tico el ¨²nico valor que le da a la ciencia hist¨®rica es considerarla como un proceso manipulador para recortar ese derecho del pueblo andaluz, campa?a que, ¨²ltimamente, ha saltado a los medios de comunicaci¨®n centrales y est¨¢ orquestada por obsesos regionalistas que no desean ver en el Estatuto de Carmona reconocida la nacionalidad andaluza, defendiendo inconfesables intereses. Y, sinceramente, no creo que es este el camino de buscar una soluci¨®n a los problemas andaluces, pues lo que m¨¢s se necesita es claridad y sinceridad, y lo que m¨¢s sobra son intereses que no se pueden confesar.
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