Discrepancias en el SPD alem¨¢n por el control obrero sobre subvenciones estatales
En plena crisis de las relaciones entre los sindicatos alemanes y el Partido Socialdem¨®crata (SPD), la comisi¨®n de este partido para los problemas de los trabajadores, conocida bajo la sigla AFA, ha celebrado en Nuremberg un congreso que ha concluido con un cat¨¢logo de peticiones concretas que comprometen al canciller Schmidt. En s¨ªntesis, los 314 delegados socialdem¨®cratas de los trabajadores alemanes piden un control mayor sobre las subvenciones a los empresarios, cogesti¨®n de los trabajadores en la concesi¨®n de ¨¦stas, cuentas claras en cuanto a los resultados de las prestaciones estatales.
El canciller Schmidt ha enviado un telegrama -su ausencia en la conferencia ha sido, por lo dem¨¢s, m¨¢s que subrayada- en el que manifestaba a los congresistas su desacuerdo con la mayor¨ªa de los puntos sometidos a estudio, tal y como los interpretaban los reunidos, y su reserva ante la postura adoptada por la mayor¨ªa que, seg¨²n el canciller, ?miran demasiado, lejos?. El principal orador del congreso ha sido el alcalde de Hamburgo, Hans-Ulrich Klose, joven promesa del SPD y pieza de recambio para una futura etapa en la que el partido pudiese recuperar parte de sus antiguas esencias.Poco antes de finales del a?o pasado, Klose protagoniz¨® un episodio muy sonado en la RFA, al asumir parcialmente la teor¨ªa Stamokap (el Estado sirve a los grandes capitalistas), una postura que hace un par de a?os le cost¨® el puesto al jefe de los j¨®venes socialistas, Benneter. El tiempo parece haber retrocedido, y Benneter se ha visto ?sucedido? por el propio alcalde de Hamburgo y, ahora, por un congreso social dem¨®crata. Un delegado reafirm¨® en Nuremberg su convicci¨®n, compartida por un sector importante del partido, de que el Estado no puede mantener su funci¨®n de ?taller de reparaciones? de los grandes empresarios sobre todo cuando ¨¦stos no han respondido al compromiso contra¨ªdo en los ¨²ltimos tiempos de crisis, al solicitar y recibir generosas subvenciones del tesoro p¨²blico. En este pa¨ªs s¨®los ?crean? los puestos de trabajo que van dejando los extranjeros que abandonan Alemania, o aquellos otros que, de no crearse al menos en la n¨®mina, delatar¨ªan una situaci¨®n excesivamente irregular. En este sentido, los de legados de Nuremberg han pedido sin paliativos ?un leg¨ªtimo control democr¨¢tico de la econom¨ªa?, con participaci¨®n de los trabajadores. En diciembre pasado, el secretario general de la Uni¨®n Cristianodem¨®crata (CDU), Heiner Geissler, defini¨® como ?comportamiento inaudito? la postura adoptada por el alcalde de Hamburgo. Ahora, dentro de muy pocos d¨ªas, el partido cristianodem¨®crata discutir¨¢ tambi¨¦n en comisi¨®n los problemas que plantea el mundo laboral, sobre todo en puertas de un oto?o que parece estar¨¢ marcado por notables reivindicaciones salariales.
Oposici¨®n a las subvenciones
La creciente oposici¨®n socialdem¨®crata al Gobierno en materia de subvenciones -y de ello podr¨ªa dar fe el ministro de Finanzas, Matthoefer, presente en el congreso de Nuremberg- corresponde a una realidad global: dos terceras partes del territorio alem¨¢n tienen el car¨¢cter, seg¨²n el semanario Stern del 4 de enero ¨²ltimo, de zonas de promoci¨®n disponibles para la industria, con posibilidades de dotaci¨®n p¨²blica, estatal, de hasta un 25% de la inversi¨®n que se realice. Las regiones gobernadas por la democracia cristiana van a la cabeza de estos est¨ªmulos a los grandes capitalistas industriales, y as¨ª, Hamburgo perdi¨® en los cinco a?os pasados 88 f¨¢bricas y 9.000 puestos de trabajo, f¨¢bricas que ?emigraron? a las regiones democristianas vecinas, Schleswig-Holstein y Baja Sajonia.
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