Otros mundos, otras guerras
Cuando H. G. Wells escribe La guerra de los mundos a¨²n el espacio exterior a la Tierra se manten¨ªa pr¨¢cticamente desconocido. Por entonces se consideraba a Marte como el planeta m¨¢s af¨ªn al nuestro, con sus canales, tan famosos como las c¨¦lebres monta?as de la Luna. Hoy d¨ªa sabemos ya, el tiempo dir¨¢ si para nuestro bien o desgracia, que en nuestro sat¨¦lite no hay vida ni en Marte seres que nos observan calculando posibles invasiones. La b¨²squeda de hermanos en otras latitudes se acaba resolviendo en frustradas esperas siderales.La verdad es que, a pesar de sus temores, el hombre se resiste a¨²n a encontrarse solo en el centro de un universo vac¨ªo; quiere romper su soledad de siglos en un mundo agotado para la aventura, buscando la compa?¨ªa de otros seres, amigos o enemigos. Tal vez, en buena parte, se deba a ello el nacimiento y auge del fen¨®meno ovni.
La guerra de los mundos
Seg¨²n la novela de H. G. Wells. Dirigida por Byron Haskin. Fotograf¨ªa: George Barnes. M¨²sica: Leith Stevens. Estados Unidos, 1952. Ciencia-ficci¨®n. Locales de estreno: Apolo, Bah¨ªa, Bulevar, Gayarre, T¨ªvoli.
Wells, licenciado en ciencias y escritor de estilo ameno y desenvuelto, vino a echar as¨ª los cimientos de la literatura de anticipaci¨®n, mezclando en dosis acertadas la utop¨ªa y la s¨¢tira, con una imaginaci¨®n fuera de lo com¨²n, que le llev¨® a menudo m¨¢s all¨¢ de los confines de la Tierra. Pues si trat¨® en sus libros de la peque?a burgues¨ªa y otros temas sociales, la serie de relatos que le consagraron y hacen vivir su nombre a¨²n son aquellos que, como La m¨¢quina del tiempo o Los primeros hombres sobre la Luna, le hacen seguir las huellas de su maestro Julio Verne.
Esta versi¨®n cinematogr¨¢fica de su m¨¢s famosa obra mantiene por encima de otros logros particulares, un tono ingenuo y simple que recuerda el relato original. M¨¢s all¨¢ de sus caracteres descritos de un solo trazo, de sus efectos especiales y su m¨²sica excelente, de ciertos anacronismos deliberados, destinados a acercar imagen y di¨¢logo al p¨²blico actual, viene este filme a ser una anticipaci¨®n tambi¨¦n de todo el cine, hoy tan en boga sobre, mundos y objetos no identificados, realizada, como el libro, desde unos presupuestos cient¨ªficos y morales sobre los que ha llovido largamente el viento de la historia.
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