Reflexiones sobre los problemas del socialismo/ y 3
Al tiempo que se plantea el debate ideol¨®gico en las perspectivas se?aladas en los cap¨ªtulos precedentes, el socialismo debe afrontar los problemas concretos, algunos sumamente graves, respecto de los cuales el pa¨ªs espera una respuesta del PSOE, y es precisamente la confianza en la respuesta la que ha hecho que varios millones de espa?oles nos hayan apoyado en las urnas. No quiero decir que no se haya trabajado seriamente dedicaci¨®n en los ¨²ltimos a?os por el partido y por el grupo parlamentario, pero a veces no se ha explicado suficientemente todo lo que se ha preparado en esa materia o este enloquecido debate ideol¨®gico mal planteado ha enmascarado ese otro trabajo m¨¢s oscuro dej¨¢ndolo en segundo* plano.Tambi¨¦n es necesario comprender que los conocimientos espec¨ªficos que en muchos sectores se necesitan para dar respuestiL a los problemas concretos debe obligar al partido a establecer las dotaciones de personal y de materi.al necesarias para ate . nder debidamente todas las ¨¢reas, tanto al servicio de la direcci¨®n federal del partido como del grupo parlamentario, como de nuestros mil?tantes en puestos dedirecci¨®n en. ayuntamientos, diputaci¨®nes, entes preauton¨®micos, comunidades aut¨®nomas, etc¨¦tera (1). Ciertamente que los t¨¦cnicos deben realizar una tarea auxiliar de consejo y de dictamen a los responsables pol¨ªticos, pero esatarea se convertir¨¢ en decisoria si no cuidamos con el m¨¢ximo rigor la preparaci¨®n (le los dirigentes pol¨ªticos, parlamentarios, alcaldes, concejales, - etc¨¦tera del partido. Si se sigue produciendo, por razones. oportunistas ode coyuntura pol¨ªtica, la llegada de personas poco preparadas a algunos de esos puestos, hay un,gr¨¢ve peUgro de que los t¨¦cnicos dir¨ªjan el -,,larti(Jo. Y quede claro que esa :>araci¨®n no debe interpretarsecl¨ªcter elitista, sino que per-i ar, ,-?te perfectamente considerar preparados a muchos trabajadores manuales no universitarios, como ha ocurrido en otros tiempos y tambi¨¦n hoy en nuestro partido. Lo que hay que descartar para puestos de direcci¨®n pol¨ªtica,- parlamentarios o de Administraci¨®n p¨²blica es a personas incompetentes.
Dos son los presupuestos que el socialismo debe asumir en este enfrentamiento con la pol¨ªtica real que ahora tratamos y que nos son suministrados por la reflexi¨®n y por la experiencia hist¨®rica de la praxis socialista.
1. La libertad y la democracia, ¨²nica v¨ªa para la construcci¨®n del socialisr.no. Esta tesis vale para el ¨¢mbito cultural europeo en que se sit¨²a nuestro pa¨ªs y tiene un fundamento hist¨®rico suficiente, a:dem¨¢s de una general aceptaci¨®n. Supone aceptar que la democracia y la libertad son conquistas irreversibles de la humanidad que el socialismo integra, desarrolla y potencia, y supone, por consiguiente, superar la concepci¨®n instrumentalista de la democracia que un marxismo espol¨¢st¨ª,co, apoyado en un leninismo seguramente inconsciente, mantiene a¨²n viva, en un sector de nuestro partido. Supone superar la,i¨¢no-rancia despectiva con que algunos compa?eros tratan a los valorespositivos de la herencia liberal e integrarlos en nuestro acervo para hacerlos reales,como dice Bloch (2). En concreto en nuestro pa¨ªs, aqu¨ª y ahora, supone aceptar sin reservas la Constituci¨®n y las reglas de juego que establece como cauce inde;~ordable para la realizaci¨®n de nuestro programa. La demagogia que pone en duda este postulado b¨¢sico de nuestro partido hoy es,-pese a su presentaci¨®n, profunda.mente reaccionaria y en el fondo un apoyo a,los sectores conservadores que desde su punto de vista quieren tambi¨¦n poner en entredicho, con otros objetivos, a la democracia. Este postulado de defensa de la libertad y de la democracia supone una advertencia,y se ,opone a ciertas concepciones denominadas como radicales'(no me refiero -a ninguna de las ponencias presentadas al Congreso Extraordinario, que, al parecer, aceptantodas este postulado).
2.. El mantenimiento del horizonte ut¨®pico como impulso de progreso del socialismo. Si la primera tesis, -indispensable para plantear correctamente los problemas concretos de nuestro pa¨ªs,-era esgrimible Prente,a una cierta interpretaci¨®n izquierdista del socialismo, esta segunda supone una rectificaci¨®n de las tesis socialdem¨®cratas y sit¨²a al marxismo como impulso ¨¦tico y. como horizonte ut¨®pico, lo' cual le aleja de sus interpretaciones cientifistas y le aproxima al socialismo ut¨®pico, que tiene que ser reivindicado.
El socialismo no puede perder su horizonte de liberaci¨®n de todos los hombres, de superaci¨®n de las clases y de construcci¨®n de una sociedad sin explotadores ni explotados. En definitiva, el socialismo no puede renunciar al impulso ¨¦tico de realizar la libertad desde una perspectiva igualitaria en la socieA-A r-,.-:?_ualu. r_sa tension es necesaria para evitar la instalaci¨®n en la sociedad actual y para mantener las energ¨ªas de creatividad y de imaginaci¨®n que el progreso supone.
El horizonte ut¨®pico no es unailusi¨®n, sino que la utop¨ªa forma parte de la realidad; lo que pasa es que se refiere a realidades prema turas, como dec¨ªa Lamartine. Pero la lucha puede convertir esas real? dades prematuras en realidades' adquiridas, siempre que se acepte que la historia lleva un ritmo mu cho m¨¢s lento que nuestros deseos. Nuestros ojos deben e9tar hechosen este nivel para una luz distinta de la que existe en la actualidad, y eso es lo que permite seguir avan zando en la historia, como historia. de progreso, para llegar a - 1 hombre desalienado. Naturalmente que la tensi¨®n ut¨®pica es un presupuesto que se opone a interpretaciones derechistas o socialdem¨®cratas del socialismo, pero tambi¨¦n hay que entender que supone aceptar la realidad del reformismo y del gra dualismo en la conquista de los objetivos socialistas y renunciar a la idea de r¨¦lvoluci¨®n, que es s¨®lo un mito cultural, por cierto de origen cristiano, respecto del cual hay que desenga?ar a los hombres sencillos (la idea de revoluci¨®n no es sino una secularizaci¨®n del concepto cristiano de redenci¨®n que intro duce en la historia lo que el cristia nismo dejabaTtiera de la histori~a).
El mantener el verbalismo revolucionario es una forma m¨¢s de crist,alizar ese mal modo hist¨®ricode los socialistas de separar cada vez m¨¢s lo que se dice de lo que se hace.
Estos dos presupuestos que aca bamos de describir son indispen sables para que el socialismo se enfrente con los problemas reales. Sin el prim'ero, el soc . ?al? . smo se ha ce izquierdismo verbalista, que en el fondo favorece al totalitarismo. Sin el segundo, el socialismo se convierte en un realismo pragm¨¢tico, conformista e instalado, que.en el"fondo favorece al capitalismo y a su mantenimiento (se ha definido alfascismo como tota litarismo m¨¢s capitalismo; el desequilibrio del socialismo por uno de esos dos polos sin duda podr¨ªa dejar inerte a nuestra socie dad y abrir de nuevo el paso al fas cismo).
As¨ª, hay que resolver o ayudar a resolver los problemas reales del pa¨ªs, desde su institucionalizaci¨®n democr¨¢tica (despu¨¦s de la Constituci¨®n es el desarrollo de las Leyes Org¨¢nicas y de los Estatutos de Autonom¨ªa sobre todo) hasta el grave problema econ¨®mico y d? energ¨ªa, pasando por encontrar un buen sistema de relaciones industriales con un buen funcionamiento de los sindicatos de trabaj adores, y por encontrar formas cada ve,Z'm,¨¢s profundas de parti¨¦ipaci¨®n de los ciudadanos, etc¨¦tera,
Hay que decir que en este per¨ªodo de construcci¨®n de la democra cia el PSOE ha adoptado casi siempre posiciones de gran sentido de la respons ' abilidad y ha sido un elemento determinante en la consolidaci¨®n de la democracia, aunque no se haya reconocido a veces esta aportaci¨®n. En los temas constitucionales, en los internac¨ªo nales -especialmente en lo refe7 -t. .1 1- A- V- - 1^-.. -p,U. J_~uFa Y a la Comunidad Econ¨®mica Europea-, en los temas sectoriales -sanitarios, de Seguridad Social, de la tercera edad-, en los temas econ¨®micos y energ¨¦ticos, en la prensa, etc¨¦tera, el PSOE ha unido una -pol¨ªtica progresista con -el necesario sentido del Estado en un per¨ªodo de transici¨®n. Hay que perseverar potenciando, como ya he dicho, el instrumental t¨¦cnico necesario para la programaci¨®n y la planificaci¨®n, para la elaboraci¨®n del trabajo parlamentatio y del trabajo en la Administraci¨®n local y en la auton¨®mica. Sin embargo, probablemente despejada la inc¨®gnita del Congreso Extraordinario se podr¨¢ reforzar"esta respuesta a los problemas que tienen nuestros ciudadanos. S¨®lo con esta dimensi¨®n de'praxis se justifica el socialismo. '
La organizaci¨®n del PSOE
S¨®lo voy a hacer algunas observaciones generales respecto a este tema, que es sobre el que tengo menos experiencia. Me parece, sin embargo, que tiene una importancia central como instrumento para la realizaci¨®n de la pol¨ªtica socialista, porque no basta una buena orientaci¨®n ni una buena programaci¨®n en la direcci¨®n si la organi-zac¨ª¨®n del partido no es capaz de llevarla a cabo, ni de controlar a la direc?i¨®n ni de ofrecer iniciativas interesantes para coadyuvar con los ¨®rganos de direcci¨®n del pArti-, -do. Creo qut en este tema es necesario, al menos, lo siguiente, que esbozo muy telegr¨¢ficamente.
1. Una organizaci¨®n descentralizada, llevando hasta sus ¨²ltimas consecuencias los postulados de nuestros estatutos.
2. Una coordinaci¨®n desde la direcci¨®n q u-e asuma responsablemente la tarea de impulsar, deaconsejar y de promover la organizaci¨®n.
3. Una formaci¨®n acorde con todo lo dicho que fomente la'divulgaci¨®n del pensamiento socialista y de sus planteamientos, que favorezca la d¨ªscusi¨®ri interna y que cree los instrumentos (escuelas permanentes, publicaciones, ediciones de., libros, etc¨¦tera) para la m¨¢xima promoci¨®n intelectual y t¨¦cnica d¨¦ todos los militantes, desde una perspectiva de defensa de la democracia y de la libertad.
4.. Una informaci¨®n interna suficiente respecto a la acci¨®n del partido, del grupo parlaffientario y en general de todos los niveles de trabajo del partido.
Estas pistas de actuaci¨®n debenser integradoras, juzgando a los militantes por su valor y no por su proximidad ideol¨®gica dentro del partido al que est¨¢ haciendo la va loraci¨®n, superando el sectarismo, el amiguismo y favoreciendo la objetividad. Los que en cualquier sector tengan una responsabilidad en el partido deber¨¢n evitar las parcialidades, fomentar el esp¨ªritu socialista y la ¨¦tica socialista en su propia acci¨®n y en la de los que de ellos funcionalmente dependen, respetando la libertad de opini¨®n y aceptando las cr¨ªticas. Todos los militantes deber¨¢n ejercer y respe .tar la democracia interna pero for mar una aut¨¦ntica pi?a unitaria de cara al exterior con la tesis que en cada caso resultase mayoritaria. En definitiva, hay que hacer de la or ganizaci¨®n un-lugar agradable de ser vivido, sin discriminaciones, zancadillas o ataques personales. Eso fortalecer¨¢ 1 ' a organizaci¨®n y la har¨¢ instrumento eficaz al servicio.de nuestros ideales. Eso evitar¨¢ que los mejores hombres abandonen nuestro partido porque la orgatil zaci¨®n y la convivencia dentro de ella les resulte inc¨®moda.
Una breve conclusi¨®n prospectiva
Estas l¨ªneas son mi contribuci¨®n personal al debate del Congreso Extraordinario. Esta- n escritas con gran cari?o hacia el socialismo, hacia nuestro viejo partido y tienen una gran esperanza. Creo tambi¨¦n que est¨¢n escritas Con un gran cari?o hacia los hombies y los pueblos de Espa?a, porque creo que su destino democr¨¢tico y su progreso est¨¢n indisolublemente unidos al socialismo del PSOE.
El socialismo tiene que seguit poniendo como centro de sus ideales al hombre y a su desarrollo integral hasta alcanzar la desalienaci¨®n, y los partidos socialistas, y el PSOE aqu¨ª en Espa?a, tienen que ser instrumentos adecuados a ese ideal ¨¦tico y humanista. Todos los esfuerzos y todos los sacrificios de'ben hacerse para7alcanzar ese ideal y todos los obst¨¢culos, deben superarse. Hoy quiz¨¢ la fase religiosa del marxismo que algunos sostienen es un importante obst¨¢culo., No hay que pensar ya nunca m¨¢s, como dice Mac Donald, que Marx sea el instrumento inspirado a trav¨¦s del cual fue revelada la fe socialista. Con el m¨¢ximo respeto a todos los que no piensan corno yo, por las v¨ªas que he dibujado en estas p¨¢ginas se puede, me parece, encontrar un camino de esperanza para elfutu* ro.
1. Ami juicio, esas tres ¨¢reas perfectamente diferenciadas deben ser aten, didas desde tres grupos aifiste ' nciales distintos, dos de nivel central para la direcci¨®n federal y para el grupo parlamentario, y otra m¨¢s descentralizada por provincias y regiones con una -coordinac¨ª¨®n federal para los temas de la Administraci¨®n Ideal o auton¨®mica.
2. V¨¦ase sobre este tema mi obra Libertad, Poder, Socialismo (Civitas, Madrid. 19781.
Diputado del PSOE por Valladolid
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