UCD abandon¨® el pleno por desacuerdo con el n¨²mero de vecinos que forman las juntas de distrito

Los veinticinco concejales de UCD del Ayuntamiento de Madrid abandonaron ayer la sesi¨®n plenaria que celebraba la Corporaci¨®n, al no ser aceptada por la mayor¨ªa de los concejales -comunistas y socialistas- una enmienda que hab¨ªan presentado sobre el nombramiento de los miembros de las juntas municipales de los dieciocho distritos de la ciudad. El punto de fricci¨®n estuvo en el n¨²mero de vecinos -no concejales- que podr¨ªan integrarse en esas juntas. La retirada de los concejales ucedistas hizo que no pudiera celebrarse un pleno posterior, en el que iba a debatirse una emisi¨®n de deuda p¨²blica municipal, por valor de casi 2.500 millones de pesetas, con destino al presupuesto especial de la Gerencia Municipal de Urbanismo. La aprobaci¨®n de este punto precisaba, de acuerdo con el art¨ªculo 303 de la ley de R¨¦gimen Local, los votos favorables de los dos tercios de los miembros de la Corporaci¨®n, n¨²mero que se alcanza con la presencia de UCD.

La sesi¨®n plenaria, iniciada con veinte minutos de retraso, se estanc¨® en el primer punto del orden del d¨ªa, por el que la alcald¨ªa-presidencia presentaba una moci¨®n para la constituci¨®n de las juntas municipales de distrito. La moci¨®n explicaba c¨®mo la ley Especial del Municipio de Madrid, de 1963, inici¨®, con la creaci¨®n de estos organismos, una descentralizaci¨®n que posteriormente no tuvo desarrollo. Tras la aparici¨®n de la ley de Elecciones Locales de 1978, los cauces para la elecci¨®n de vocales, entre los que, seg¨²n la ley especial, deb¨ªa haber tres vecinos de reconocido prestigio, quedaron inutilizados, por lo que, seg¨²n la moci¨®n, se hab¨ªa producido un vac¨ªo legal.A ra¨ªz de esta situaci¨®n, el alcalde propon¨ªa la constituci¨®n de unas juntas que, con car¨¢cter transitorio, sirvieran en cada distrito como ¨®rganos colegiados de relaci¨®n vecinal. El funcionamiento y la composici¨®n de cada junta, un presidente y seis vocales, se mantendr¨ªan hasta que se dictara una norma de rango suficiente.

Jos¨¦ Luis Alvarez, en nombre de UCD, manifest¨® que estaba de acuerdo, ?tanto en el establecimiento de las juntas, como en sus competencias y fucionamiento, pero no en la composici¨®n y origen de los vocales. Mantenemos la tesis de que de esos seis vocales, tres sean concejales y tres vecinos, de forma que los primeros con el presidente tengan mayor¨ªa?. El argumento del se?or Alvarez, basado en la posibilidad de que los vecinos impusieran sus decisiones a los representates elegidos democr¨¢ticamente, fue apoyado por una serie de afirmaciones sobre la inconstitucionalidad de una mayor¨ªa vecinal, sobre la contradicci¨®n que representar¨ªan ?estas doctrinas asamble¨ªstas, contrarias al concepto democr¨¢tico ?, y sobre la decisi¨®n de UCD, si se aprobaba la moci¨®n sin incluir un a?adido sobre la limitaci¨®n a tres del n¨²mero de vecinos, de tomar todas las medidas legales a su alcance.

Tras la aparaci¨®n del alcalde, Enrique Tierno, en el sentido de que en la moci¨®n no estaba determinada la proporci¨®n entre concejales y vecinos, por lo que era una norma hueca, Alonso Puerta record¨® que la composici¨®n de las juntas era transitoria, hasta que se apruebe la ley de r¨¦gimen local.

Ram¨®n Tamames a?adi¨® que si se aceptaba la enmienda ucedista los 58 concejales tendr¨ªan que ocupar 72 puestos. La postura comunista fue de apoyo al texto original, ?ya que la enmienda de UCD no es el mecanismo m¨¢s conveniente para formar hoy las juntas municipales?.

La intervenci¨®n del se?or Herrero de Mi?on, de UCD, cre¨® un estado de tensi¨®n, ya que, despu¨¦s de acusar de huecas las intervenciones de sus oponentes, manifest¨® que no quer¨ªa calificar esta pol¨ªtica de nacionalsocialismo: ?Esto es establecer una dictadura?, agreg¨®, antes de definir las pr¨¢cticas de la izquierda como ?claramente leninistas?.

La segunda fase del debate cont¨® con la participaci¨®n del se?or Puerta, que ironiz¨® sobre el parlamento del se?or Herrero de Mi?¨®n y reafirm¨® que el gobierno de las juntas estaba unido al gobierno municipal. Ram¨®n Tamames hizo hincapi¨¦ en que con la elecci¨®n de estas juntas se estaba desarrollando la autonom¨ªa municipal de la que hablaba la Constituci¨®n, y Jos¨¦ Luis Alvarez insisti¨® en que UCD manten¨ªa su postura para defender al municipio.

Votada en primer lugar la enmienda, obtuvo veinticinco votos a favor y 31 en contra. La moci¨®n del alcalde, por su parte, consigui¨® 31 a favor y veinticinco en contra.

La reacci¨®n del grupo de UCD al t¨¦rmino de la votaci¨®n sorprendi¨® a todos los asistentes, ya que Jos¨¦ Luis Alvarez manifest¨® que ?con pena y ante lo que consideramos un error y una transgresi¨®n legal ?, y por respeto al municipio, sus miembros y los electores, los concejales de UCD se ausentaban de las sesiones ?para que se reflexione y se vuelva de este acuerdo contrario a los principios de representatividad ya la Constituci¨®n?.

La retirada de los veinticinco concejales fue inmediata, aunque al alcalde le dio tiempo para pedir que reconsideraran su posici¨®n.

A pesar de la retirada del grupo de UCD, se aprobaron el resto de los puntos, pero no se pudo celebrar el pleno extraordinario previsto a continuaci¨®n, en el que se necesitaban los votos favorables de dos tercios para aprobar una emisi¨®n de deuda p¨²blica por valor de 2.454.960.000 pesetas, con las que se iba a cubrir el presupuesto especial de Gerencia Municipal de Urbanismo de 1979.