Multas para Madrid
Produce indignaci¨®n leer lo escrito por el se?or Barrionuevo Pe?a en EL PAIS del pasado martes d¨ªa 11. Aparte de recordar actitudes autoritarias al utilizar las leyes como arma arrojadiza para justificar cualquier medida, sea o no democr¨¢tica, parece tambi¨¦n pretender echar las culpas de todos los problemas de Madrid a los sufridos multados que, seg¨²n ¨¦l, son ?una minor¨ªa de contumaces? a los que ?hay que educar en la responsabilidad ciudadana?.Dice tambi¨¦n: ?El nuevo Ayuntamiento democr¨¢tico est¨¢ decidido a que la autoridad municipal sea respetada, haciendo, entre otras cosas, que las sanciones impuestas a la minor¨ªa de los infractores se hagan efectivas. Con ello est¨¢ en juego, pensamos, la posibilidad de que nuestra ciudad se haga m¨¢s humana y habitable, mejorando las reglas y pr¨¢cticas de la convivencia.? Efectivamente, la autoridad municipal debe ser respetada, pero para ello ha de ser tambi¨¦n respetable. El pago de las sanciones por s¨ª solo no arregla la problem¨¢tica ciudadana ni mejora las reglas y pr¨¢cticas de convivencia.
Precisamente entre esas ?otras cosas? que no precisa el se?or Barrionuevo estar¨ªa una que, a mi juicio, es preceptiva: una nueva reglamentaci¨®n de las sanciones que responda realmente a la gravedad de las infracciones producidas y que revise la cuant¨ªa de las multas. Lo dem¨¢s es enga?oso y demag¨®gico, pues todo el mundo sabe que el impago de las multas, dudo mucho que por parte de una minor¨ªa, se debe a la situaci¨®n injusta de base que en muchos casos encierran.
Madrid est¨¢ cada vez m¨¢s saturado de autom¨®viles, no haci¨¦ndose nada para evitarlo ni cre¨¢ndose tampoco nuevos aparcamientos, de modo que no hay sitio material para aparcar. En estas condiciones no se puede pretender que se cumplan toda una serie de normas que ignoren la realidad ciudadana m¨¢s palpable.
As¨ª, por ejemplo, la actuaci¨®n de la gr¨²a resulta bochornosa dedic¨¢ndose a la caza y captura, naturalmente siempre asegurada, de los coches aparcados en lugares donde, en muchos casos, no molestan a nadie, en lugar de ser un ser-
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vicio p¨²blico para mejora de tr¨¢fico que atendiera solamente a las llamadas de los usuarios que lo soliciten para solucionar sus problemas. Ya va siendo hora de que se haga p¨²blica la recaudaci¨®n que se consigue diariamente por estos procedimientos, sin duda sumas m¨¢s que importantes, y a qu¨¦ se dedica, pues mucho me temo que sirva de alimento a una nueva burocracia.
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