La matanza de plaza Fontana
Los telespectadores italianos ver¨¢n, a partir del pr¨®ximo d¨ªa 25, uno de los programas m¨¢s escalofriantes de la televisi¨®n italiana. La audiencia ya vio algunas de esas im¨¢genes en los telediarios. Pero ahora los poderosos est¨¢n en el banquillo, se descubre una tela de ara?a que financia el terror negro y se demuestra que los servicios secretos mienten. Dos generales, cara a cara, se acusan mutuamente de mentirosos: son el general Vito Miceli, jefe del SID, Servicio de Espionaje, despu¨¦s diputado neofascista, y el general Malizia, consejero militar del entonces ministro de la Defensa, Mario Tanassi. Se dijo que, por primera vez en la historia de la Italia unida, un general era arrestado bajo la acusaci¨®n de conspirar contra el Estado. Los jueces creen en Miceli y acusan a Malizia de falso testimonio.Podr¨ªa suceder que los telespectadores se confundan. Porque este documental convertido en telefilme parece un thriller americano. Pero el programa no es un espect¨¢culo a lo Perry Mason. Primero fueron los americanos, que incluso retransmiten juicios en directo. La RAI, Radiotelevisi¨®n Italiana, confi¨® a Mar¨ªa Bosio y a Wanda Amodio las grabaciones del ?Proceso de Catanzaro?, con tres telec¨¢maras fijas -no se autoriz¨® su desplazamiento, al objeto de evitar manipulaciones- y en defectuosas condiciones de luz. El ?Proceso de Catanzaro -el m¨¢s importante de los que se iniciaron contra las ?tramas negras? y la ?estrategia de la tensi¨®n?- comenz¨® el 18 de enero de 1977, dur¨® veinticinco meses y se celebraron 268 audiencias. Desfilaron por la corte de Catanzaro ex presidentes del Consejo de Ministros, como Mariano Rumor y Giulio Andreoti; generales y otros altos mandos militares; jefes de los servicios secretos, y periodistas. Y, sobre todo, los acusados de la matanza fascista de la plaza Fontana (Mil¨¢n, 12 de diciembre de 1969), producida por la bomba que explosion¨® en el Banco de Agricultura, que mat¨® a diecis¨¦is personas e hiri¨® a 85. All¨ª est¨¢n, como si fuesen actores de una ficci¨®n televisiva, el periodista neonazi Guido Giannettini, que se juega la cadena perpetua; y los principales de la banda fascista, Franco Freda, Giovanni Ventura y Marco Pozzan. Este ¨²ltimo fue detenido en Espa?a (febrero de 1977) junto con otros siete neofascistas italianos. Freda y Ventura hab¨ªan logrado escapar de Catanzaro, pese a la vigilancia policial, mientras gozaban de libertad provisional. Su reciente captura en Latinoam¨¦rica coincide con la emisi¨®n del ?telefilme? en Italia, al margen de cualquier oportunismo pol¨ªtico. Freda, Ventura y Giannettini fueron condenados a cadena perpetua, mientras que el general Maletti, antiggo director de seguridad en los servicios secretos, fue condenado a cuatro a?os de c¨¢rcel por falso testimonio.
Durante el ?Proceso de Catanzaro?, que para la televisi¨®n se titular¨¢ Ataque a la democracia: desde la plaza Fontana a Catanzaro, se grabaron 970 horas, de las que han sido montadas ocho, en cinco cap¨ªtulos: ?La c¨¦lula negra (interrogatorios de Freda, Ventura y Pozzan), ?El agente Z?, sobre las relaciones entre Giannettini y Maletti, ?La entrevista?, con Andreoti, Tanassi y Rumor en escena, ?Los servicios secretos?, y ?Reservado?, con altos mandos militares en el banquillo, como el almirante Henke.
La televisi¨®n, en Italia o en Espa?a, pueden tener, como demuestra este programa, otras utilidades, hasta ahora puede ser que in¨¦ditas, al servicio del p¨²blico y de los intereses del pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.