Arafat se opuso en Rabat a una eventual cooperaci¨®n egipcio-marroqu¨ª
Yasser Arafat, presidente de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), mantuvo una entrevista de tres horas y media con el rey Hassan II despu¨¦s de su llegada a Rabat el domingo por la noche, procedente de Argel.
Seg¨²n declar¨® Arafat poco antes de partir, la evoluci¨®n de los acontecimientos en el Magreb y en el Machrek hicieron imperativa su entrevista con el soberano marroqu¨ª. Todos los indicios sugieren que la OLP est¨¢ muy preocupada con la posibilidad de una cooperaci¨®n militar egipcio-marroqu¨ª en el Sahara y que, a trav¨¦s de ella, el presidente Anuar el Sadat pueda romper el bloqueo a que es sometido por los pa¨ªses ¨¢rabes desde la firma de los acuerdos de Camp David.Parece que la gesti¨®n de Yasser Arafat, al igual que la anterior de su brazo derecho, Hani el Hassan, estuvo motivada prioritariamente por la preocupaci¨®n palestina de que Sadat pueda salir de su aislamiento, lo cual har¨ªa peligrar los recientes ¨¦xitos de la OLP. En los medios pol¨ªticos extranjeros de la capital del reino se hab¨ªa acogido con escepticismo la posibilidad de una mediaci¨®n palestina. El fracaso de la iniciativa, a¨²n muy cercana, del presidente tunecino Habib Burguiba, tendente a reunir en T¨²nez a los jefes de Estado Chadli Berijedid y Hassan II, parec¨ªa prejuzgar desfavorablemente cualquier intento similar.
Se piensa, no obstante, que Yasser Arafat, con esos antecedentes, y en tanto que l¨ªder de una organizaci¨®n militante, no puede haberse limitado a proponer un simple encuentro Benjedid-Hassan II, que estar¨ªa de antemano condenado al fracaso. De hecho, una propuesta anterior de la OLP, al parecer, propon¨ªa reunir en una mesa de negociaciones a marroqu¨ªes, argelinos y saharauis, estos ¨²ltimos como parte de la delegaci¨®n argelina.
La f¨®rmula, en su momento, result¨® inaceptable tanto para Argel como para Rabat. Nada parece hacer cambiado ahora en esas dos capitales que permita suponer que la f¨®rmula es, por ahora, aplicable.
El primer ministro marroqu¨ª, Maati Buabid, declar¨® el s¨¢bado, sin embargo, que toda negociaci¨®n es posible, siempre que con ella no se ponga en tela de juicio la soberan¨ªa marroqu¨ª desde La G¨¹era hasta T¨¢nger.
La intransigencia y rigidez que persiste en las posiciones de las partes no deben significar necesariamente un bloqueo a priori de toda negociaci¨®n. Sobre todo, por Marruecos, que en el pasado acept¨® entrevistarse con dirigentes polisarios en Bamako. El influyente consejero real Reda Guedira hab¨ªa sugerido en una entrevista a la revista Jeune Afrique, en julio pasado, que su pa¨ªs podr¨ªa reconocer al Polisario a cambio de que se le reconociesen a Marruecos las fronteras que entonces ten¨ªa y que en aquel momento exclu¨ªan Tiris el Garbia u Oued Ed Dahab.
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