"El gran gozo" ¨²ltima novela de Antonio Ferres
Como muestra de lo que puede ser el funcionamiento de un aula de cultura, en el transcurso de las Primeras Jornadas Socialistas sobre Cultura y Municipio, celebradas el pasado fin de semana, en Madrid, se present¨® el libro de Antonio Ferres El gran gozo, editado por Planeta. Jos¨¦ Mar¨ªa Bern¨¢ldez hizo la presentaci¨®n y despu¨¦s se mantuvo un coloquio en torno a la narrativa de Ferres, uno de los escritores del itinerante exilio por los campus norteamericanos, desde la Universidad de Veracruz, en M¨¦xico, a la de Illinois, en Estados Unidos, de donde regres¨® definitivamente a Madrid.?Yo no estoy afiliado al PSOE pero han pensado en traer el libro aqu¨ª y comentarlo como un ejemplo del trabajo y de las tertulias t¨ªpicas de los grupos de intelectuales socialistas, en el m¨¢s amplio sentido del t¨¦rmino?, explicaba Antonio Ferres.
?El gran gozo es la historia de una liberaci¨®n, de una especie de experiencia m¨ªstica, las tierras puras o el gran veh¨ªculo del budismo. El cuerpo de la novela se centra en el amor que viven un hombre adulto y una chica de diecisiete a?os hasta que acaban suicid¨¢ndose. La idea me la inspir¨® una cr¨®nica de suceso! en la que se daba la noticia del doble suicidio de una pareja. Al mismo tiempo estaba leyendo a un antrop¨®logo norteamericano que describ¨ªa un caso que se dio en una tribu surafricana en la que no existe el concepto de muerte casual por accidente. Un hombre fue devorado por un le¨®n, pero toda la tribu achac¨® su muerte a un enemigo suyo que movido por el odio y la envidia, se hab¨ªa convertido en le¨®n para matarlo. As¨ª que ¨¦ste fue condenado por asesino, y ajusticiado. El car¨¢cter circular del sistema de creencias funcion¨® tan bien en este caso como en los juicios de la Inquisici¨®n, o cuando se trata de una persona que por verse cercada por ese sistema se autoelimina.?
Sobre la an¨¦cdota antropol¨®gica del le¨®n, que narra en un estadio atemporal, y la historia de los amantes suicidas, que se desarrolla en unos hipot¨¦ticos y futuros a?os ochenta, Ferres hilvana los elementos de la ficci¨®n. Pero su invenci¨®n literaria expresa, a un nivel de lectura m¨¢s profundo, una clara intenci¨®n: ?Estructurar y descubrir esta fatalidad circular que nos oprime en un universo cerrado y angustioso del que es necesario escapar. De ah¨ª la licencia de salvar a la protagonista, frustrarle el suicidio y hacerla experimentar el gran goce, la plena lucidez, tr¨¢nsito a la liberaci¨®n. ?
?Es interesante acercar a la gente a esas remotas fuentes que brindan una noci¨®n totalizadora de la realidad, una visi¨®n distinta de la vida y de la muerte, m¨¢s tranquilizadora y, a la vez, m¨¢s inquietante?, dec¨ªa Ferres a prop¨®sito de las trazas de misticismo oriental incrustadas en su novela, para pasar, sin soluci¨®n de continuidad, a reflexiones de otro g¨¦nero: ?Hay que desechar el humor escatol¨®gico de Quevedo y recuperar el humor cervantino, mucho m¨¢s claro y sereno...? ?Aqu¨ª lo ritualizamos todo. Hasta ver la televisi¨®n. El propio castellano parece un idioma a prop¨®sito para darle un car¨¢cter ritual.?
Babelia
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