Los partidarios de Carter intentan imponer su candidatura
Conscientes de la seria amenaza que supone el senador Edward Kennedy para la reelecci¨®n de Jimmy Carter en 1980, los partidarios del presidente preparan una ?demostraci¨®n de fuerza?, que ser¨¢ la primera batalla de una guerra todav¨ªa no declarada por conseguir la nominaci¨®n como candidato dem¨®crata a la presidencia.
Los estrategas de la campa?a pro reelecci¨®n de Jimmy Carter han acordado la convocatoria de un acto masivo de apoyo al presidente, al que asistir¨¢n destacadas figuras del Partido Dem¨®crata. Esta reuni¨®n, que se celebrar¨¢ en una fecha indeterminada de octubre, tendr¨¢ la evidente finalidad de enviar un mensaje al senador Kennedy, advirti¨¦ndole de las dificultades que encierra el disputar la nominaci¨®n dem¨®crata al presidente en ejercicio.Aunque oficialmente Jimmy Carter a¨²n no ha declarado que buscar¨¢ la reelecci¨®n en 1980, es un secreto a voces que s¨ª ser¨¢ un candidato, y su secretario de Prensa, Jody Powell, manifest¨® ayer mismo que ?no puedo imaginar que alguien tenga dudas al respecto?, cuando se le pregunt¨® si Carter intentar¨¢ seguir otros cuatro a?os en la Casa Blanca.
El senador Edward Kennedy, favorito de todos los sondeos de opini¨®n, se beneficia hasta el momento de la ambig¨¹edad de su postura. No es un candidato oficial, luego no discute problemas concretos; pero es un posible aspirante a la nominaci¨®n dem¨®crata, lo que le permite dar un ultim¨¢tum a Carter sobre la situaci¨®n econ¨®mica, amenazando con desafiarle en las elecciones primarias de New Hampshire, en febrero.
?Conf¨ªo en ganar?, declar¨® ayer Kennedy, aunque con la salvedad de que todav¨ªa no ha decidido si se presentar¨¢ o no a las elecciones de 1980. En una reuni¨®n con editores y directores de publicaciones, el senador por Massachussetts critic¨® a la Administraci¨®n Carter, en especial, en su pol¨ªtica econ¨®mica y energ¨¦tica.
La inc¨®gnita, tan h¨¢bilmente mantenida por Edward Kennedy, le est¨¢ valiendo la constante atenci¨®n de los medios informativos. S¨ª el speaker de la C¨¢mara de Representantes y gran amigo del senador, Thomas O'Neill, declara que, en su opini¨®n, Kennedy no desafiar¨¢ a Carter, el senador se apresura a aclarar que esa es la opini¨®n personal de O'Neill, con lo que ¨¦ste da marcha atr¨¢s y dice que ahora realmente piensa que s¨ª, que Edward Kennedy aspira a la presidencia. El mismo juego viene repiti¨¦ndose en las ¨²ltimas semanas, ante la desesperaci¨®n de los partidarios de Carter, que ven hundirse a su jefe en los sondeos de opini¨®n p¨²blica hasta profundidades insospechadas.
Comprometer a los amigos
Para contrarrestar esta situaci¨®n de desgaste, los estrategas de la campa?a pro reelecci¨®n han decidido exigir un mayor compromiso con el presidente a todos sus partidarios que ocupan cargos en el Congreso o en los gobiernos y legislaturas estatales. La reuni¨®n de octubre contar¨¢, esperan los organizadores, con la presencia de unos doscientos miembros destacados del partido. Adem¨¢s, los amigos del presidente deber¨¢n mostrarse activos a la hora de hacer llegar al p¨²blico los beneficios derivados de la gesti¨®n de Carter en sus dos a?os y medio de inquilino de la Casa Blanca.La convenci¨®n estatal del Partido Dem¨®crata, que se celebrar¨¢ en Florida el 18 de noviembre, ser¨¢ la primera escaramuza directa entre Carter y Kennedy antes de la campa?a. electoral. Florida fue un estado b¨¢sico para la victoria de Carter en 1976, y el presidente cree que los delegados estatales se mostrar¨¢n partidarios de su reelecci¨®n en esta convenci¨®n, donde tradicionalmente se expresa la ?preferencia? hacia un candidato. Si el ?preferido? fuera Kennedy, se tratar¨ªa del primer indicio de que las cosas est¨¢n realmente mal para el presidente dentro de su partido y de que el senador por Massachusetts tiene posibilidades de disputarle y quitarle la nominaci¨®n dem¨®crata. Si es Carter quien gana en esta especie de ensayo, y si la reuni¨®n convocada por sus partidarios es un ¨¦xito, los estrategas de la campa?a pro reelecci¨®n conf¨ªan a¨²n en que Edward Kennedy pueda retirarse y esperar a 1984.... aun que sin demasiada convicci¨®n.
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