El Par¨ªs de Marcelin Pleynet
Seg¨²n todos los indicios, la temporada art¨ªstica que se abre no va a ser, en nuestro pa¨ªs, una temporada m¨¢s. A pesar de la crisis -o gracias a ella, que ya no hay quien se aclare-, las cosas se perfilan m¨¢s n¨ªtidas que en el pasado reciente. De entrada, se nos viene encima una importante serie de muestras, y entre ellas, una iniciativa relativamente poco frecuente en Madrid: una exposici¨®n firmada por varios cr¨ªticos.
Firmar una exposici¨®n: gesto frecuent¨ªsimo a estas alturas del arte moderno. Todo cr¨ªtico americano, franc¨¦s, italiano o alem¨¢n que se precie cuenta en su haber con una o m¨¢s exposiciones con tesis. Inexorables leyes del mercado, pero tambi¨¦n vitalidad cultural. En Espa?a s¨®lo contamos en este terreno con un precedente importante: el de Eugenio d'Ors, de cuya muerte, por cierto -entre truenos y flautas de la derecha, y, el mezquino silencio de los dem¨¢s-, se acaba de conmemorar el veinticinco aniversario. Fue D'Ors, desde los tiempos del noucentisme hasta los de la Academia Breve y el Sal¨®n de los Once, un cr¨ªtico genialmente preocupado por las cuestiones de pol¨ªtica cultural, y el m¨¢s alerta a la hora de institucionalizar sus intuiciones.
Como para a?adir actualidad a este tema de las exposiciohes firmadas, nos llega la noticia de que en el marco del Festival de Oto?o, de Par¨ªs, se ha inaugurado la primera de una serie de muestras en torno a Nuevas tendencias del arte en Francia (1968-1978). Cada una de estas muestras ser¨¢ responsabilidad exclusiva de un cr¨ªtico. El primero elegido -seguir¨¢ Gassiot-Talabot, el padre de la figuraci¨®n narrativa- ha sido Marcelin Pleynet, poeta y secretario de redacci¨®n de la revista Tel Quel.
No es la primera vez que el nombre de Pleynet va ¨¢sociado a una iniciativa de tales caracter¨ªsticas. Conocido sobre todo por sus libros (L'enseignement de la peinture, Art et Litt¨¦rature, Stanze, Lautr¨¦amont), por su activa presencia en revistas como Peinture, Art Press o Documents Sur, por sus pr¨®logos de cat¨¢logo, Pleynet ha sido tambi¨¦n, cuando se ha terciado, un activo organizador. La desaparecida Galerie Rencontres le pidi¨® hace unos a?os su exposici¨®n de nuevos valores de la pintura francesa; con el ARC mont¨® Tendances actuelles de la nouvelle peinture am¨¦ricaine; recientemente, y en una galer¨ªa cuyo nombre no recuerdo, expuso su colecci¨®n particular, en la que figura en lugar preferente el hermoso gouache de Motherwell, que figur¨® en cubierta de Art et Litt¨¦rature.
La muestra del Festival de Oto?o, aparte de confirmar la vitalidad de una instituci¨®n que en a?os anteriores ya colabor¨® con galeristas como Yvon Lambert y Daniel Templon, viene a confirmar las l¨ªneas maestras de la pol¨ªtica pleynetiana. Constructor de un Par¨ªs ideal, un Par¨ªs que tuvo que luchar (a veces duramente) con otros parises anteriores, el cr¨ªtico que tanto ha hecho p?una serie de nombres de la pintura-pintura, es el principal art¨ªfice de un nuevo estado de cosas.
Ser¨ªa vana tarea pretender resumir en unas l¨ªneas siquiera las l¨ªneas maestras de esa pol¨ªtica pleynetiana (y para qu¨¦ hablar de su pensamiento art¨ªstico, tan discutido como complejo). Citemos tan s¨®lo, a modo de telegrama, los principales hitos de una muestra como la del Festival de Oto?o, en la que est¨¢n representados unos cuarenta artistas. Arranca con lo menos cubista de la Ecole de Paris: Degottex, Hantai, Olivier Debr¨¦, Soulages... Paralelamente, dos o tres yanquis ?afrancesados? -tiempos de la Paris Review-, como James Bishop, Sam Francis o Joan Mitchell. De ah¨ª, con alguna presencia solitaria como Judit Reigl o el grupo de los Mosset, Toroni, Buren, se salta a la generaci¨®n de 1968, los Support/Surface, los Viallat, Bioul¨¦s, Louis Cane, Devade, la labor de Peinture, otros nombres menos significativos, como Meurice, Pincemin, Touzenis... La apuesta no ha acabado, y la prueba son los nuevos derroteros de la obra de Cane, o la generaci¨®n en que despunta Dominique Thiolat, excelente pintor.
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