Pablo VI y Chile
Con este t¨ªtulo publicaba EL PA?S del d¨ªa 13 un art¨ªculo de Jos¨¦ Jim¨¦nez Lozano; de acuerdo con ¨¦l en todo. Se hace dos preguntas. Una: ?qui¨¦n informaba al Papa en 1969 sobre la situaci¨®n de Chile? Otra que, sin ser pregunta, puede formularse como tal: ?qui¨¦n est¨¢ informando al Vaticano sobre la cristiandad espa?ola? Los contenidos de la informaci¨®n no son todos exclusivamente religiosos. A ambas preguntas quisiera responder, no en concreto, sino en funci¨®n de un principio que gobierna el comportamiento de la informaci¨®n; la informaci¨®n sigue al poder. Al de abajo la informaci¨®n se le impone; el de arriba la selecciona: oye lo que quiere o¨ªr. M¨¢s: no recibe informaci¨®n pura, sino previamente elaborada conforme a sus criterios de valor, que no son sino expresiones de fines e intereses religiosos, econ¨®micos, pol¨ªticos, etc¨¦tera. La autoridad es, pues responsable de la informaci¨®n que recibe y de lo que hace basada en esa informaci¨®n. Aqu¨ª el t¨¦rmino informaci¨®n significa tambi¨¦n informadores. Valen como atenuantes la buena fe con la que la autoridad ha optado por esos valores y esos intereses, y el paquete de categor¨ªas de percepci¨®n y comprensi¨®n (que son siempre seleccionadoras) a las que la persona en autoridad est¨¢ inevitablemente sometida. Como agravante urge, en cambio, la obligaci¨®n de conocer la existencia de esos condicionamientos y someterlos a cr¨ªtica., S¨¦ que para ello hace falta tal cantidad de hidalgu¨ªa ¨¦tica e intelectual, que uno no se atreve a esperarla ni a exigirla. Queda ser comprensivo con las personas, pero tambi¨¦n relativizador del valor de actos basados en informaci¨®n seleccionada, elaborada, domesticada al servicio de fines que son, por lo menos, relativos. En Latinoam¨¦rica y en Espa?a -por lo que conozco- tendremos ocasi¨®n de comprender y relativizar mucho.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.