Los oto?ales artistas de El Corte Ingl¨¦s
Muchas de las personas que han visto Alien no pueden dormir de la preocupaci¨®n. No s¨®lo porque la pel¨ªcula es, dicen, de mucho miedo, tambi¨¦n por la sospecha de que el terrible monstruo, viscoso y rabilargo, no ha muerto y a¨²n flota indestructible por el espacio exterior, esperando una ocasi¨®n propicia para cernirse en la noche sobre los pobres insomnes. ?Deber¨¢n esperar un Alien II que calme o multiplique sus angustias? Pues no, se?ores, no; dense un paseo por la calle de Preciados, y en los escaparates de El Corte Ingl¨¦s obtendr¨¢n una respuesta aleccionadora que tranquilizar¨¢ sus nervios.No es tan malo el monstruo como lo pintan, aunque pintar, lo que se dice pintar, el pobre pinta fatal. V¨¦anlo d¨®cil en su escaparate, paleta y pincel en ristre, risue?o y esquel¨¦tico, eso s¨ª, aunque envuelto en gasas, enfrent¨¢ndose a un no menos raqu¨ªtico caballete para demostrar a chicos y mayores, a propios y extra?os, que ¨¦l tambi¨¦n posee un honrado corazoncito de artista. Mientras, los humanos/marionetas se cuecen en los burbujeantes cr¨¢teres de un paisaje sobre el que Giotto y Van Gogh, Picasso y Miguel Angel, y en general todos los que en este mundo han sido, no son ya sino nombres torpemente caligrafiados sobre tristes hojas de un oto?o triste, fr¨ªo y desolador. Como m¨²sica de fondo, Pink Floyd a todo trapo, y de tanto en tanto, un estruendoso berrido que sirva de aviso y escarmiento a los indefensos vendedores ambulantes que vienen teniendo por costumbre establecer su zoco en este tramo de la calle.
As¨ª ven el oto?o los artistas y ceder, en consecuencia, a un pu?ado de ellos un escaparate. La iniciativa de El Corte Ingl¨¦s es, sin duda encomiable, pues si los artistas actuales est¨¢n necesitando algo es precisamente escaparates. El fallo radica esta vez en los artistas seleccionados: Jos¨¦ Luis del Palacio Vicente Mateo, Torres Esteban Cristina Borondo y Pablo Pombo Se han lucido o, m¨¢s oto?almente se les ha ca¨ªdo el pelo con estos horrorosos escaparates.
La idea no es nueva. Ya hace muchos a?os, en marzo de 1963, la misma empresa organiz¨® algo parecido, aunque con criterio mucho m¨¢s atinado. All¨ª estaban entonces Millares, Rivera, Sempere, Rueda, Manrique y Pablo Serrano. Los encargados de la selecci¨®n andaban, sin duda, mucho menos descaminados.
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