Laurence des Cars, directora del Louvre: ¡°El turismo de masas no es una maldici¨®n para el museo, sino un orgullo¡±
La principal responsable del museo parisino detalla la reforma que acometer¨¢ en los pr¨®ximos a?os y la influencia que ejerce la ¡®Mona Lisa¡¯ de Leonardo da Vinci en las decisiones sobre el futuro de la pinacoteca m¨¢s visitada del mundo

Un museo es una sofisticada m¨¢quina capaz de transformar el tiempo en espacio. Una c¨¢psula compleja que, sin embargo, tambi¨¦n acusa el desgaste de esa dimensi¨®n f¨ªsica que ordena la historia, y sufre su extenuante peso. Y el Louvre, 40 a?os despu¨¦s de su ¨²ltima gran reforma, necesita volver a adaptarse para seguir ofreciendo una experiencia a la altura de su leyenda, explica su directora y presidenta, Laurence des Cars (Antony, 58 a?os) durante una entrevista con EL PA?S y cuatros periodistas europeos del grupo Lena en una de las salas de la pinacoteca m¨¢s visitada del mundo.
La reforma del Louvre es la empresa cultural e hist¨®rica que todo presidente de la Rep¨²blica de Francia querr¨ªa incluir en su hoja de servicios a su pa¨ªs. Y Emmanuel Macron, a dos a?os vista de las elecciones presidenciales que le convertir¨¢n en una muesca m¨¢s en el rev¨®lver de la historia de Francia, ha decidido emprenderla. Nadie duda ya, y menos todav¨ªa Des Cars, la primera mujer al frente de la instituci¨®n, que el museo m¨¢s visitado del mundo, quiz¨¢ tambi¨¦n el m¨¢s ic¨®nico y emblem¨¢tico, ha vuelto a quedar obsoleto tras la renovaci¨®n que lanz¨® Fran?ois Mitterrand en 1981 bajo propuesta de su ministro de Cultura, Jack Lang. Cuatro d¨¦cadas despu¨¦s, el mundo ha cambiado radicalmente y el turismo de masas ha aniquilado cualquier estructura que no estuviera pensada para la multiplicaci¨®n exponencial de viajeros deseando fotografiarse con cualquier imagen que certificase su esfuerzo por desplazarse por el planeta. Lugares como el Louvre han sufrido las consecuencias de esos cambios, y sus espacios, sus salas, la idea muse¨ªstica que imaginaron sus arquitectos, han quedado desfasados. Habr¨¢ que construir una nueva entrada, reordenar las salas y, sobre todo, encontrar un lugar adecuado para La Gioconda, la ic¨®nica obra de Leonardo da Vinci alrededor de la que gira cualquier transformaci¨®n y, para qu¨¦ enga?arse, cualquier visita a la pinacoteca parisina.
Pregunta. Usted ya hab¨ªa alertado sobre la necesidad de lanzar este proyecto para el Louvre en 2023. ?Por qu¨¦ solo ahora el presidente de la Rep¨²blica ha sido convencido de iniciarlo?
Respuesta. No puedo responder en nombre del presidente de la Rep¨²blica. Pero hab¨ªamos constatado el envejecimiento del edificio y de las instalaciones t¨¦cnicas del Gran Louvre, que est¨¢ llegando al final de su vida ¨²til, 40 a?os despu¨¦s de su creaci¨®n con la Pir¨¢mide, convertida ya en un s¨ªmbolo del museo. Este diagn¨®stico tambi¨¦n est¨¢ vinculado a una afluencia masiva de visitantes y a una saturaci¨®n de la recepci¨®n de los mismos.
P. La Pir¨¢mide, concebida en su momento para recibir 4 millones de visitantes, hoy acoge a 9 millones. ?C¨®mo gestionan esta situaci¨®n?
R. Desde mi llegada, hemos implementado un l¨ªmite de 30.000 visitantes por d¨ªa. Los equipos me alertaron inmediatamente sobre la necesidad de establecer este tope. El Gran Louvre fue un magn¨ªfico gesto de modernizaci¨®n, pero no incluy¨® la otra mitad del museo, m¨¢s al este, alrededor de la Cour Carr¨¦e. La columnata y la explanada en frente no han sido renovadas desde los a?os sesenta.
P. ?C¨®mo conciliar la experiencia de la visita al Louvre con el fen¨®meno del turismo de masas, que tiene poco que ver con la cultura?
R. No desprecio el turismo. Todos somos viajeros culturales. El turismo masivo es una realidad del mundo actual y una fuente de orgullo para el Louvre, el museo m¨¢s visitado del mundo. No es ninguna maldici¨®n, es una ventaja. Hay muy pocos museos con una historia tan larga como la del Louvre, de casi 900 a?os. Nuestra relaci¨®n con los museos ha cambiado, especialmente con la digitalizaci¨®n de las reservas, que se ha vuelto una pr¨¢ctica habitual. Hoy, cerca del 90% de las visitas al Louvre est¨¢n prerreservadas, y las compras de ¨²ltima hora en el sitio disminuyen cada mes. El proyecto tiene como objetivo mejorar la recepci¨®n de los visitantes, distribuir los flujos y ofrecer una experiencia de visita m¨¢s c¨®moda, algo que se ha perdido en cierta medida. El Louvre no se resume solo en la Mona Lisa; alberga miles de obras excepcionales.
P. ?C¨®mo har¨¢ para que el Louvre no se reduzca solo a la Mona Lisa con esta gran reforma?
R. Seamos muy claros. Es una pintura maravillosa y estamos encantados de que el mundo entero quiera verla en persona y no conformarse solo con su imagen digital.
P. Muchos visitantes expresan su decepci¨®n¡
R. Porque la Mona Lisa forma parte de un cierto imaginario. Y ese imaginario siempre decepciona cuando se topa con la realidad. Lo preocupante es cuando los visitantes se sienten decepcionados porque ven la obra en malas condiciones. Por eso, el presidente de la Rep¨²blica ha anunciado algo fundamental: la Mona Lisa tendr¨¢ una sala entera para ella, que permitir¨¢ una mejor puesta en valor de la obra y una experiencia ¨®ptima para los visitantes, con una mejor gesti¨®n de los flujos y nuevos accesos. Es un cuadro para la contemplaci¨®n, como todo el arte de Leonardo. Cuanto m¨¢s se observa, m¨¢s fascinante se vuelve. Si pasas r¨¢pidamente por delante, te pierdes su genialidad y belleza. Por eso queremos construir un espacio a su medida, en el que tambi¨¦n se informe mejor al p¨²blico sobre su historia. Este cuadro marca una transici¨®n en la historia del retrato. Se pasa del perfil cl¨¢sico, t¨ªpico de las medallas antiguas, a una visi¨®n m¨¢s moderna del retrato, representando a una persona com¨²n en lugar de un miembro de la realeza. Y encima se hizo mundialmente famosa tras su robo en 1911, lo que la convirti¨® en un icono cultural. La Mona Lisa no es solo una imagen; es una obra de arte fr¨¢gil, pintada sobre un panel de ¨¢lamo. Nuestra misi¨®n en el Louvre es hacerla accesible al p¨²blico sin comprometer su conservaci¨®n.
P. ?C¨®mo ser¨¢ la nueva sala dedicada a la Mona Lisa?
R. El proyecto a¨²n est¨¢ en desarrollo, pero la idea es darle un espacio exclusivo para optimizar su exhibici¨®n. Actualmente, est¨¢ en la Sala de los Estados, la m¨¢s grande del Louvre con 700 metros cuadrados, pero este espacio no permite una gesti¨®n fluida. Cada visitante deber¨¢ reservar previamente su entrada a esta sala, lo que garantizar¨¢ un tiempo adecuado para la contemplaci¨®n. Este acceso ser¨¢ una extensi¨®n del ticket general del Louvre.
P. ?Y no teme que los visitantes solo acudan a ver la Mona Lisa y no el resto del Louvre?
R. Es fundamental destacar la singularidad de la Mona Lisa, pero tambi¨¦n proporcionar informaci¨®n contextual sobre su historia y su mito. Sin embargo, las encuestas muestran que el 70% de los visitantes quieren ver la Mona Lisa, pero no vienen solo por ella. El Louvre sigue siendo un destino en s¨ª mismo. Otras obras emblem¨¢ticas como la Victoria de Samotracia y la Venus de Milo seguir¨¢n siendo puntos de atracci¨®n clave.
P. ?C¨®mo contemplar la Mona Lisa u otras obras con un muro de tel¨¦fonos m¨®viles delante? ?Deber¨ªan prohibirse las selfis?
R. Como presidenta del Louvre, mi papel es transmitir el arte y la cultura, no juzgar al p¨²blico. Una selfi es una forma de apropiaci¨®n de una obra de arte, un peque?o fragmento del Louvre que los visitantes se llevan consigo. En lugar de prohibir las selfis, es mejor acompa?ar esta pr¨¢ctica estableciendo reglas. Las modas y los comportamientos evolucionan con el tiempo, y es posible que la tendencia de las selfis pase. Por lo tanto, es in¨²til juzgar esta pr¨¢ctica.
P. En Italia, a veces se escuchan peticiones para que la Mona Lisa regrese al menos por el tiempo de una exposici¨®n.
R. Puede haber declaraciones p¨²blicas, pero puedo asegurarle que eso no es la realidad. La Mona Lisa no se solicita para exposiciones en el extranjero. Todos nuestros socios internacionales saben que permanece en el Louvre y que ya no puede viajar. Su ¨²ltimo viaje data de los a?os setenta, cuando fue exhibida en Jap¨®n. Antes de eso, tambi¨¦n viaj¨® a Estados Unidos. Ese traslado fue decidido por Georges Pompidou, presidente de la Rep¨²blica. Desde aquellos viajes, la Mona Lisa no ha salido del Louvre.
P. ?En qu¨¦ estado de conservaci¨®n se encuentra?
R. Su estado se verifica cada a?o. Hay un chequeo anual de la Mona Lisa con un comit¨¦ internacional que la examina minuciosamente. As¨ª que goza de una juventud eterna y la envidiamos mucho por ello. Adem¨¢s, hay que decir que est¨¢ conservada en una vitrina especial que mantiene una temperatura y una humedad constantes. La cuidamos con esmero.
P. ?Se implementar¨¢ una tarifa diferenciada para visitantes europeos y no europeos?
R. La decisi¨®n de una tarifa extraeuropea proviene del Ministerio de Cultura y afecta a varios museos franceses, no solo al Louvre. Su objetivo es apoyar proyectos de renovaci¨®n.
P. ?El Louvre cerrar¨¢ durante las obras?
R. No, el Louvre permanecer¨¢ abierto. Los trabajos se concentrar¨¢n en la parte este, alrededor de la Cour Carr¨¦e y la columnata. Algunas ¨¢reas estar¨¢n temporalmente cerradas, pero el resto del museo seguir¨¢ accesible.
P. ?Es cierto que el tiempo medio de visita al Louvre es de 50 minutos?
R. Eso es falso. Es de tres horas. Los visitantes generalmente planifican una media jornada para explorar el museo, sabiendo que hay mucho por ver y que es necesario tomarse su tiempo. Es crucial aprovechar este deseo de visitar el Louvre y mejorar el confort y el disfrute de los visitantes. El Louvre puede ser una experiencia f¨ªsicamente exigente, por lo que es esencial reintroducir nociones de comodidad y placer. La accesibilidad debe reforzarse para personas en silla de ruedas, aquellas con dificultades para caminar y familias con ni?os peque?os. El Louvre es visitado frecuentemente en grupo, lo que hace que estas mejoras sean a¨²n m¨¢s importantes. El placer de compartir y crear recuerdos comunes es fundamental. El Louvre es un lugar donde a la gente le gusta reunirse para experiencias intergeneracionales. Es esencial crear las mejores condiciones de acogida para que los visitantes puedan pasar d¨ªas enteros en el museo o regresar con regularidad para descubrir nuevas obras.
P. Si tuviera que recomendar una sola pintura del Louvre, ?cu¨¢l ser¨ªa?
R. Es dif¨ªcil, pero, por ejemplo, t¨®mese el tiempo de ver El hombre del guante de Tiziano, que actualmente est¨¢ eclipsado por la popularidad de la Mona Lisa.
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