Veintinueve familias pasan la noche en vela
Las veintinueve familias que habitan el bloque 55 del poblado dirigido de Orcasitas no pudieron conciliar el sue?o durante la noche del jueves al viernes. Quien m¨¢s quien menos ten¨ªa presentes las ?tranquilizadoras? palabras del bombero que pocas horas antes hab¨ªa acudido, con sus compa?eros, a verificar el ¨ªndice de peligro de las grietas aparecidas en las paredes. Era la una de la madrugada, y sus palabras fueron las siguientes: ?Ya no pasa nada. Pueden ustedes subir a sus casas y descansar. Eso s¨ª, suban las escaleras de uno en uno?, y a?adi¨®: ?Si advierten el m¨¢s m¨ªnimo corrimiento en los testigos puestos en las grietas, abandonen el bloque r¨¢pidamente, sin esperar siquiera a avisarnos por tel¨¦fono. H¨¢ganlo desde alguna cabina.?
Las veintinueve familias fueron entrando en sus casas, atentos al menor crujido o temblor en muebles y paredes. Ayer, Antonia Criado, casada y con dos hijos, junto con otros dos de sus vecinos, declaraba a EL PA?S que as¨ª no pod¨ªan seguir, que esa situaci¨®n les pon¨ªa muy nerviosos y que algunas personas m¨¢s sensibles o aprensivas iban a enfermar de los nervios.Puede que no sea para menos. El jueves, a las once de la ma?ana, un sonido profundo, de elemento s¨®lido que se raja, asust¨® a las mujeres que estaban en casa. Llamaron a los bomberos y ¨¦stos apreciaron que la grieta, vieja ya, que cruza el bloque longitudinalmente desde el tejado a la planta baja, se hab¨ªa vuelto a abrir. La primera vez que ocurri¨® fue el 29 de junio de 1977, seg¨²n reza la inscripci¨®n que se puso en los testigos en aquel momento. El bloque, como todos los del poblado dirigido de Orcasitas, inaugurado el 18 de julio de 1961, est¨¢ construido sobre un terreno de arcillas expansivas, y como adem¨¢s los cimientos son poco profundos, el estado de ruina de todo el poblado se aprecia a simple vista.
Ese primer aviso de 1977, de que algo iba mal, origin¨® el desalojo de las viviendas, dos por cada piso, en cuyas paredes hab¨ªa aparecido la grieta. Para mayor seguridad se apuntal¨® exteriormente el edificio con cuatro vigas dobles. Al resto de los vecinos se les asegur¨® que as¨ª no pod¨ªan seguir y que en el plazo de dos meses se les sacar¨ªa de la situaci¨®n de peligro.
M¨¢s de tres a?os despu¨¦s, la situaci¨®n es similar, agravada por el paso del tiempo y por las caracter¨ªsticas del enclave del bloque. En las actuales tareas de remodelaci¨®n de la colonia se tiran primero los edificios necesarios para conseguir solares donde levantar los nuevos. El n¨²mero 55 est¨¢ en un sitio que en la nueva urbanizaci¨®n es zona verde, por lo que aunque lo tiren no se podr¨ªa construir otro. Esto explica que lo est¨¦n dejando para el final, pero al paso que van las obras no les llegar¨¢ el turno hasta dentro de varios a?os, a no ser que truene Santa B¨¢rbara, como parece que est¨¢ a punto de ocurrir.
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