La romer¨ªa de Mocl¨ªn, inspiradora del "Yerma" de Lorca

Fundado hacia el a?o 1250 para proteger el reino de Granada de las tropas castellanas, que se encontraban en Alcal¨¢ la Real, el castillo de Mocl¨ªn supuso, durante m¨¢s de dos siglos, un basti¨®n inexpugnable para los cristianos en su camino hacia la ciudad de la Alhambra. Pero una vez conquistado por los Reyes Cat¨®licos, el 26 de julio de 1486, y hasta la ca¨ªda de Granada, seis a?os m¨¢s tarde, Isabel y Fernando pasaron en ¨¦l largas temporadas, durante las cuales se instal¨® all¨ª la corte de Espa?a. La villa, entonces, se pobl¨® de colonos cristianos, construy¨¦ndose una iglesia dentro del recinto amurallado y dos ermitas fuera de ¨¦l.Tras la definitiva rendici¨®n del rey nazar¨ª Boabdil el Chico, los propios monarcas cristianos quisieron testimoniar de alg¨²n modo su agradecimiento a Mocl¨ªn y sus pobladores, ennobleci¨¦ndolos -al decir de las cr¨®nicas de la villa- con sus asistencias y privilegios. Y fue as¨ª como lleg¨® al pueblo la imagen del Cristo del Pa?o, un lienzo de pintura algo burda, que hab¨ªa sido usado como estandarte durante la campa?a por las tropas castellanas. El cuadro representa la imagen de Jes¨²s Nazareno, de estatura natural y con la cruz al hombro, en adem¨¢n de caer en la calle de la Amargura.

Su culto, sin embargo, no llegar¨ªa a hacerse verdaderamente popular, ni ser objeto de la visita de numerosos forasteros, hasta bien entrado el siglo siguiente, cuando se le atribuy¨® la milagrosa curaci¨®n de un sacrist¨¢n enfermo de cataratas, un mal antiguamente conocido como la ?enfermedad del pa?o?, de donde m¨¢s tarde le vendr¨ªa a la imagen su nombre actual.

Algunas d¨¦cadas despu¨¦s, el 23 de septiembre de 1695, se constituy¨® la Hermandad del Santo Cristo del Pa?o, quedando oficialmente reconocida por el arzobispo de Granada y honr¨¢ndose desde entonces a la imagen todos los a?os, llegado el mes de octubre, con la celebraci¨®n de una misa y el recorrido de la misma en solemne procesi¨®n por las calles del pueblo. Poco a poco, el Cristo de Mocl¨ªn se fue haciendo cada vez m¨¢s conocido, traspasando pronto su fama las fronteras provinciales y llegando a convertirse, con el paso del tiempo, en la m¨ªtica figura de sant¨®n milagroso y curandero con que la imaginaci¨®n popular lo ha hecho llegar a nuestros d¨ªas.

Sobre la romer¨ªa de Mocl¨ªn se ha escrito bastante y estudiado m¨¢s todav¨ªa, tanto a favor como en contra, si bien es verdad que muchos de los argumentos ¨²ltimamente usados por sus detractores con mayor asiduidad y empe?o no tienen fundamento hist¨®rico o real. As¨ª, aunque nadie acierta a explicar con certeza c¨®mo lleg¨® a trascender la cuesti¨®n sexual sobre los dem¨¢s tipos de milagros achacados por la tradici¨®n al Cristo del Pa?o, lo cierto es que su te¨®rico car¨¢cter de panacea y remedio sobrenatural para la esterilidad femenina resulta, hoy por hoy, uno de los puntos que m¨¢s se han desorbitado, de forma exagerada, respecto al pueblo y su romer¨ªa oto?al.

No cabe duda ya, por otro lado, que fue en ella donde Garc¨ªa Lorca se inspir¨® para escribir varias escenas de su importante tragedia rural andaluza Yerma.

En estas fiestas tambi¨¦n est¨¢ basada la obra m¨¢s pol¨¦mica de Mart¨ªn Recuerda, El Cristo, cuya representaci¨®n no ha sido autorizada hasta ahora en Espa?a.

Y a pesar de que en la actualidad todav¨ªa contin¨²an acudiendo a Mocl¨ªn algunas mujeres con problemas de esterilidad, unas para rogar los favores del Cristo y otras a cumplir promesas por el hijo conseguido, lo cierto es que, hist¨®ricamente, nunca se ha aludido al Se?or del Pa?o como patr¨®n de la fertilidad. Resulta adem¨¢s un hecho comprobable que no se dan ya casos de embarazos indebidos o ileg¨ªtimos con motivo de la romer¨ªa, as¨ª como que nunca se dieron en un mayor porcentaje de lo que en cualquier otra manifestaci¨®n religiosa -o seudorreligiosa- de su tipo en Espa?a.