El Calvario, en Jerusal¨¦n, desvela uno de sus secretos
Seg¨²n fuentes cristianas jerosimilitanas, la caverna se menciona en los escritos de algunos peregrinos de la antig¨¹edad, aunque, hasta el momento actual, no hab¨ªa pruebas de su existencia, ya que hab¨ªa sido cuidadosamente disimulada y cerrada con argamasa y cemento, primero, por artesanos del emperador pagano Adriano y, una vez m¨¢s -aunque ¨¦sta por razones diferentes-, por los del emperador Constantino, a quien se debe la erecci¨®n de la c¨¦lebre bas¨ªlica.Hemos de recordar que el Calvario, cuya parte visible posee casi seis metros de altura, se levanta en el interior del complejo de iglesias, capillas, santuarios y conventos de la ciudad antigua, conocido por el nombre de Santo Sepulcro. La tradici¨®n cuenta que, en la ¨¦poca de la Biblia, la roca se encontraba en la parte exterior de las murallas de la ciudad. Las autoridades romanas la utilizaban como emplazamiento donde ten¨ªan lugar las ejecuciones y se conoc¨ªa por el nombre de G¨®lgota, es decir, ?lugar de la calavera?.
Durante aproximadamente 1.600 a?os, estuvo sumido totalmente bajo,una masa de piedras y cemento. Una empinada escalera, que comienza casi a la entrada de la Bas¨ªlica, conduce a su cima, que ha sido allanada para formar una plataforma de unos veinte por veinte metros, sobre la. que se ha construido una capilla. De esta manera, los peregrinos que entraban a orar no pod¨ªan contemplar m¨¢s que diminutos fragmentos de la roca propiamente dicha, que hab¨ªan sido dejados al descubierto de modo expreso.
Hace cuatro a?os, las autoridades religiosas de la Iglesia griega ortodoxa -responsables en gran parte del control de esta zona del complejo-comenzaron unas excavaciones de importancia con el prop¨®sito de sacar a la luz, entre otras cosas, parte del Calvario. Cre¨ªan, efectivamente, que la roca, testimonio de la Pasi¨®n, deb¨ªa volver a ser el santuario natural que hab¨ªa constituido durante el pasado, a fin de poder ser contemplada y venerada por los innumerables peregrinos que cada a?o llegan a Jerusal¨¦n. Con este fin, los arquitectos se vieron obligados a demoler un sector del convento griego, situado en el interior del sacro complejo.
Los esfuerzos se han visto coronados por el ¨¦xito. Hace unos tres a?os se hab¨ªa excavado todo el costado este de la roca, que ten¨ªa seis metros de altura. El suceso fue seguido por una aut¨¦ntica ?invasi¨®n? de peregrinos, turistas y curiosos que deseaban no solamente contemplar el Calvario, sino tambi¨¦n llevarse consigo un trozo del mismo como ?recuerdo?. A fin de impedir una irreparable ?amputaci¨®n? del santuario, los monjes tuvieron que prohibir el acceso a la roca, y, en el momento actual, realizan preparativos para aislar en el futuro el Calvario de los visitantes. (La capilla que se encuentra en la cima de la roca no. se ha visto afectada por las excavaciones ni por las medidas de seguridad.)
Recordemos que, antes de la segunda y sangrienta guerra judeo-romana que concluy¨® en el a?o 135 d.C. con la derrota de los hebreos, el emperador Adriano ?ocup¨®? la roca, alej¨® de la misma a los cristianos jerosimilitanos e instituy¨® en ella la pr¨¢ctica de ritos paganos. Seg¨²n los historiadores, su intenci¨®n era la de borrar toda huella de actividad religiosa para los cristianos, quienes, como ya se sabe, estaban considerados como enemigos pol¨ªticos. Las autoridades romanas cerraron meticulosamente la caverna que ocupa el centro de la roca, erigiendo en la c¨²spide de esta ¨²ltima una estatua dedicada a Venus. De esta forma, el Calvario se transform¨® en el pedestal natural de una diosa pagana, profanaci¨®n que, con toda probabilidad, alej¨® al santuario del peligro de su total destrucci¨®n.
Cuando el emperador Constantino lleg¨® con los cristianos reconvertidos (denominados ?cristianos ¨¦tnicos? por los te¨®logos, para distinguirlos de los primeros ?judeocristianos?), decidi¨® tambi¨¦n que la caverna permaneciese ?enterrada?, aunque, seg¨²n la opini¨®n de los expertos, por una raz¨®n muy diferente: la de eliminar cualquier sedimento de ?Iglesia nacional? (local) y crear una atm¨®sfera que favoreciese la concepci¨®n de una ?Iglesia universal?. Pero los tiempos han cambiado y, en estos ¨²ltimos, la roca ha sido sacada a la luz.
Durante el transcurso de los ¨²ltimos a?os, se han realizado varios descubrimientos arqueol¨®gicos en el interior del complejo del Santo Sepulcro. Entre ellos se encuentran: un fresco de la ¨¦poca de los primitivos cristianos jerosimilitanos; restos de un jard¨ªn que exist¨ªa alrededor de la tumba de Jes¨²s,antes de la construcci¨®n de la bas¨ªlica; la estructura de la bas¨ªlica inicial que levant¨® el emperador Constantino, y la iglesia de los Cruzados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.