Graves dificultades para crear un campeonato mundial paralelo

La posibilidad de crear un Campeonato Mundial de Motociclismo, paralelo al que organiza la Federaci¨®n Internacional de Motociclismo (FIM), a cargo de los pilotos, puede venirse abajo por problemas burocr¨¢ticos insalvables. La dificultad de obtener permisos en los diferentes pa¨ªses para organizar las carreras a espaldas de los organismos federativos correspondientes anular¨ªa toda posibilidad de llevarse a cabo la World Series.

La idea de crear este campeonato paralelo surgi¨® a mitad de esta temporada reci¨¦n terminada, y a instancias del campe¨®n del mundo, Kenny Roberts. Sus divergencias con los federativos internacionales culminaron en B¨¦lgica con el plante de los pilotos, al negarse ¨¦stos a correr en un circuito que no reun¨ªa las m¨ªnimas medidas de seguridad. La actuaci¨®n del espa?ol Rodil del Valle, presidente de la FIM, endureci¨® las negociaciones entre la organizaci¨®n de la carrera y los pilotos, y ¨¦stos optaron por el plante. A partir de entonces, el fen¨®meno norteamericano Kenny Roberts dedic¨® sus esfuerzos no s¨®lo a conquistar el t¨ªtulo mundial -cosa que logr¨®-, sino tambi¨¦n a crear un campeonato del mundo paralelo al de la federaci¨®n, denominado World Series, que incluir¨ªa s¨®lo las cilindradas de 250 y 500 cc y a veinticinco pilotos como m¨¢ximo. De esta forma, ese peque?o n¨²cleo de pilotos, los mejores del mundo, se repartir¨ªan fuertes sumas de dinero en materia de primas de salida y premios, infinitamente superior al que ganan en la actualidad.Pero la incipiente organizaci¨®n de la World Series pasa por dos problemas que pueden hacer truncar la idea o, cuando menos, retrasarla en un a?o como m¨ªnimo. Por un lado, est¨¢ el hecho de que, esos pilotos de ¨¦lite no est¨¢n a¨²n decididos a participar en este campeonato paralelo -excluyente del otro, el oficial-, y s¨®lo se decidir¨¢n cuando vean el rumbo que toma esta incipiente organizaci¨®n. Si va adelante con fuerza, prescindir¨¢n del mundial federativo, aunque les sean refiradas las respectivas licencias por ello.

El segundo problema est¨¢ en los tr¨¢mites burocr¨¢ticos que deben cumplirse en la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos para que en una carrera en circuito cerrado puedan cobrarse entradas y darse resultados oficiales al final de la misma. La legislaci¨®n en casi to dos estos pa¨ªses atribuye el poder deportivo a sus respectivas federaciones, y si la carrera no cuenta con el benepl¨¢cito federativo, no puede ni cobrarse entradas ni darse resultados.

Si las federaciones nacionales apoyan a la internacional y niegan su benepl¨¢cito a los pilotos para que ¨¦stos celebren las carreras por su cuenta, aunque los propietarios de los circuitos est¨¦n con ellos, de nada les servir¨¢, porque sin poder cobrar entradas es imposible que los organizadores den los premios y primas de salida que pretenden los pilotos.

La ¨²nica posibilidad, pues, de que el mundial paralelo se lleve a efecto la pr¨®xima temporada radica en el poder de convicci¨®n de los pilotos a las federaciones de los distintos pa¨ªses, por otra parte generalmente descontentas con la actuaci¨®n de la internacional, controlada por espa?oles gracias al apoyo de los votos de los pa¨ªses suramericanos, sin tradici¨®n ni afici¨®n motociclista. Si la FIM, a cambio de ceder en otros asuntos, logra que las federaciones nacionales le brinden su apoyo y, por tanto, se lo nieguen a los pilotos, ¨¦stos habr¨¢n perdido -al menos por ahora- la posibilidad de independizarse de una Federaci¨®n que no les sirve.