El matadero de Lugo constituye la causa esencial de los setecientos millones de p¨¦rdidas de Carcesa
La direcci¨®n del Instituto Nacional de Industria (INI) estudia estos d¨ªas la viabilidad de un plan de saneamiento de Carcesa, empresa del sector alimentario en la que el holding estatal participa mayoritariamente. Dentro de este plan de saneamiento de la sociedad, cuyas p¨¦rdidas han alcanzado un ritmo de setecientos millones de pesetas anuales, se contempla la probable separaci¨®n de Frigsa, matadero industrial situado en Lugo, cuyas p¨¦rdidas suponen actualmente m¨¢s del 60% de las que soporta Carcesa. La separaci¨®n se har¨ªa bajo la f¨®rmula de mantener el INI su posici¨®n de principal accionista.
La sociedad Carcesa es, en estos momentos, una de las que se encuentran en situaci¨®n m¨¢s delicada dentro del Grupo INI, habi¨¦ndose acentuado su deterioro en los ¨²ltimos dos a?os. En 1978, las p¨¦rdidas registradas fueron de setecientos millones de pesetas, correspondientes a un volumen global de ventas de 5.581 millones de pesetas. Al menos, un 60% de estas p¨¦rdidas corresponden a la actividad de Frigsa, antiguo matadero privado de Lugo, transferido al INI en 1975 como consecuencia de las graves dificultades que comenzaba entonces a atravesar. Las perspectivas del actual ejercicio son pr¨¢cticamente similares en cuanto a volumen global de p¨¦rdidas, aunque acentuadas por el empeoramiento de la industria lucense y compensadas ligeramente por una mayor rentabilidad de las otras actividades de Carcesa, centradas en la comercializaci¨®n de productos c¨¢rnicos -con las marcas Apis y Gypisa- y el matadero industrial de M¨¦rida (Badajoz).Diversas fuentes consultadas han coincidido en se?alar que la mayor parte de los responsables del INI se inclinan por emprender, una actuaci¨®n inmediata de saneamiento de Carcesa y muy especialmente en sus instalaciones de Lugo, bajo los criterios de mantenimiento de los puestos de trabajo y del car¨¢cter p¨²blico de la sociedad. En tal sentido se interpreta el reciente nombramiento de Jos¨¦ Enrique Mart¨ªnez de Genique, inspector tributario y ex ministro de Agricultura, para presidir la empresa. En esta l¨ªnea, fuentes autorizadas del INI desmintieron categ¨®ricamente la existencia de negociaciones con el grupo dirigente de la UTECO de Orense, encabezado por el diputado de UCD Eulogio G¨®mez Franqueira, y Carcesa para una posible privatizaci¨®n del matadero de Lugo. Las mismas fuentes calificaron los rumores, circulados en tal sentido por Galicia, como ?absurdos, aunque posiblemente interesados por alg¨²n determinado sector?.
Los problemas del matadero de Lugo arrancan, seg¨²n los expertos, de haber cometido errores sustanciales en las previsiones de la evoluci¨®n de la ganader¨ªa gallega, cuyo declive ha coincidido con el incremento de la capacidad instalada en el sector. Actualmente, existen tres mataderos industriales en Galicia. Adem¨¢s del de Frigsa-Carcesa, el grupo Rumasa posee -v¨ªa Banco del Noroeste- el de Mafriesa, en La Coru?a, y la UTECO, de Orense, tiene instalado el de Frigouico. Tal acumulaci¨®n ha puesto en dificultades a las tres empresas cuyos ejercicios soportan en estos momentos importantes p¨¦rdidas. A este problema se une, en el caso de Frigsa, el de una sobredimensi¨®n de las instalaciones y tambi¨¦n contar con una plantilla envejecida -54 a?os de media-, de 430 personas, cuyo ¨ªndice de productividad es muy bajo y tiende a decrecer progresivamente.
Los planes de Carcesa para salvar el futuro de Frigsa y el de la propia sociedad contemplan, en principio, la posibilidad de trasladar la planta a las afueras de la ciudad, ya que en estos momentos ocupa una excesiva superficie y adem¨¢s yugula el crecimiento de la ciudad. La revalorizaci¨®n de los actuales terrenos, cuyo precio de mercado se estima entre los 1.100 y los 1.500 millones de pesetas, permitir¨ªa financiar la construcci¨®n de una nueva planta, con una dimensi¨®n m¨¢s adecuada, situada en uno de los pol¨ªgonos industriales de las afueras de Lugo, en el que el INUR ha reservado ya 60.000 metros cuadrados. Otra de las posibilidades barajadas es la de desgajar de Carcesa el matadero lucense, realizando una aportaci¨®n de capital que permitiera salvar los pr¨®ximos cuatro o cinco a?os, indispensables para reflotar la sociedad. En tal caso, el INI contempla la posibilidad de solicitar la participaci¨®n de entidades o instituciones de la zona -cajas de ahorros, por ejemplo- en el accionariado de Frigsa. Desde el punto de vista de Carcesa, el desgajamiento de Frigsa permitir¨ªa equilibrar las cuentas de la sociedad a plazo inmediato, ya que las restantes participaciones -Carcesa se constituy¨® mediante la fusi¨®n de otras sociedades en apuros- se ven afectadas de problemas estrictamente estructurales, aseguran las fuentes consultadas.
La situaci¨®n financiera de Carcesa es en estos momentos sumamente delicada. Su capital, de 1.700 millones de pesetas, suscrito en un 97% por el INI, se encuentra gravemente afectado por las p¨¦rdidas acumuladas de anteriores ejercicios (ochocientos millones de pesetas), a las que habr¨¢ que a?adir los setecientos millones previstos para el presente a?o. Su inmovilizado es de 1.900 millones y sus necesidades de circulante 1.700 millones. El endeudamiento que soporta la sociedad es de 1.500 millones a largo plazo y otros 1.700 a corto. Las previsiones de PAIF para 1980 se?alan una aportaci¨®n del INI de 1.700 millones, aproximadamente.
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