Cunningham, una millonada para tirar c¨®rners
El Real Madrid se ha gastado 120 millones en un especialista en c¨®rners. Es un lujo que solamente clubs como el madrile?o pueden permitirse. No parece que Cunningham haya venido a Espa?a a otra cosa que a mostrar una suprema habilidad en los saques de esquina. Le da al bal¨®n con el pie derecho de media puntera, como con un taco de billar para una jugada de fantas¨ªa. El bal¨®n describe una par¨¢bola criminal para el portero y ventajosa para los delanteros. Al cabo de cinco jornadas de Liga, de Cunningham no puede decirse nada m¨¢s.Asusta pensar que el Madrid haya hecho la mayor inversi¨®n de su historia para que Cunningham pase casi inadvertido. Asusta pensar que algunos jugadores madridistas le nieguen a su compa?ero el pase. Hay alguno que es capaz de pasar por su lado sin insinuarse para despistar al contrario. El domingo hubo momentos en que record¨¦ los desprecios de Beckenbauer a Netzer en el Mundial de Alemania. En el segundo tiempo, la millonada se qued¨® en la caseta y sali¨® a modo de reemplazo inevitable Rinc¨®n, un producto de la cantera. El debutante se apunt¨® dos goles y se erigi¨® en el triunfador del encuentro. Sus dos tantos le valieron la victoria al Madrid. Fue el triunfo de? proletariado madridista.
Al Madrid le han sacado las casta?as del fuego durante muchos a?os los jugadores de la clase media, pero un club de este porte no puede conformarse nunca con ausencia de estrellas magnificadas a nivel internacional. Stielike tiene encandilada a la parroquia precisamente porque no es un esteta exquisito. Stielike es un todo-terreno, un pele¨®n, un jugador al que se le adjudicar¨ªan las cualidades de la furia si fuera espa?ol. Stielike supo estar frente al marco, bien defendido por Irazusta, para rematar el primer tanto. Stiellke supo estar a las duras y a las maduras para enderezar un partido cuyo rumbo se torci¨® en el segundo tiempo de un modo preocupante.
El encuentro entre zaragocistas y madridistas estuvo en manos de cuatro protagonistas: los goleadores locales, Irazusta y Valdano. El Zaragoza de los primeros minutos, que recibi¨® en 85 segundos dos balones en los postes, pareci¨® endeble e incapaz de cruzar la l¨ªnea del ¨¢rea grande. El Zaragoza del segundo tiempo dio la sensaci¨®n de poseer un contraataque peligros¨ªsimo. Valdano, lanzado por V¨ªctor, se convirti¨® en una aut¨¦ntica pesadilla para Garc¨ªa Rem¨®n, quien de nuevo, junto a alg¨²n que otro despiste, realiz¨® la parada de la tarde. Valdano tuvo en sus pies el triunfo cuando envi¨® fuera un bal¨®n con Garc¨ªa Rem¨®n batido. Igual circunstancia desaprovech¨® Amorrortu, que estrell¨® la pelota en la madera cuando su equipo iba por delante en el marcador. Pero de ocasiones perdidas estuvieron los noventa minutos llenos. Santillana, en la segunda parte, tambi¨¦n acert¨® con el palo, y a siete minutos del final, cuando la victoria todav¨ªa peligraba, envi¨® de cabeza, por encima del travesa?o, un bal¨®n en el que tuvo todas las ventajas.
Gust¨® el Zaragoza del segundo tiempo y gust¨® el Madrid, que fue capaz de remontar un resultado adverso. Curiosamente, el Madrid se hizo con el partido cuando Del Bosque hab¨ªa dejado de ser el tiral¨ªneas perfecto, cuando Benito andaba a la deriva, incapaz de sujetar a Valdano, que tambi¨¦n se escapaba de Camacho con gran facilidad; cuando Pirri ya no protagonizaba aquellas arrancadas primer per¨ªodo, en una de las cuales Del Bosque, en pase genial puso solo frente a Irazusta, que anduvo presto en salida y evit¨® el gol. Gust¨® el Madrid triunfador porque con el terreno en peores condiciones empuj¨® con fuerza ha el marco contrario. Gan¨® el Madrid cuando por el lado derecho con Juanito en protagonista, en balones a la cazuela. Por los hombres de las alas lleg¨® el ¨¦xito. Por la misma f¨®rmula de siempre. f¨²tbol moderno cada vez que re pera la emoci¨®n es porque recupera los sistemas m¨¢s conocidos.
Madrid y Zaragoza distrajeron la clientela. El partido mereci¨® pena. Irazusta estuvo a punto de darle la tarde al Madrid.
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