La lecci¨®n de Francia

MIENTRAS LOS espa?oles nos preguntamos d¨®nde colocar el Guernica, un cuadro de Pablo Picasso que a¨²n no tenemos, los franceses, con su presidente a la cabeza, han festejado en Par¨ªs la inauguraci¨®n de una exposici¨®n de ochocientas obras del artista malague?o. El Estado franc¨¦s se ha cobrado, adquiriendo esa magna muestra del genio picassiano, los derechos de sucesi¨®n del pintor.La idea de esta transacci¨®n fue puesta en la legislaci¨®n francesa, a principios de los a?os sesenta, por iniciativa del escritor Andr¨¦ Malraux, cuando ¨¦ste era ministro de Cultura del general De Gaulle. Las ochocientas obras de Picasso, que pueden verse hasta el pr¨®ximo enero en el Grand Palais par¨ªsiense, representan uno de los m¨¢s jubilosos frutos de esa afortunada y previsora ley. Andr¨¦ Malraux, as¨ª, no le dej¨® a Francia s¨®lo su considerable obra literaria, sino la abierta posibilidad de que su naci¨®n enriqueciera su patrimonio con tesoros de tama?a naturaleza.

La previsi¨®n de los franceses es hija, en este terreno, de su comportamiento generoso con los artistas que pisan su suelo, que suelen ser respetados, apoyados y recordados como se merecen aquellos que hacen de la creaci¨®n el horizonte principal de su vida. Pablo Picasso recibi¨® muestras diversas de esta generosidad. Las disfrut¨® mientras viv¨ªa, primero, como artista emigrado, y luego, como exiliado pol¨ªtico. Ahora, seis a?os despu¨¦s de su muerte, los franceses vuelven a dedicarle el homenaje que jam¨¢s le regatearon en vida.

La importancia de este homenaje no se queda en la exposici¨®n del Grand Palais, en la presencia del presidente de la Rep¨²blica en el acto inaugural y en la abrumadora acogida informativa que el acontecimiento ha tenido en Francia. Esta misma exposici¨®n no es sino un pr¨®logo a una de las actividades con las que el Estado franc¨¦s va a conmemorar, el pr¨®ximo a?o, el centenario del nacimiento del artista espa?ol. Para ello, las autoridades culturales del pa¨ªs vecino habilitan el hotel Sal¨¦, de Par¨ªs, en el que la colecci¨®n de ochocientas obras abierta estos d¨ªas va a tener un espacio definitivo. ?La elecci¨®n (de este lugar) ha sido realizada con tanta ciencia y sensibilidad, que el propio Picasso parece haber sido el autor del museo que llevar¨¢ su nombre?, escribi¨® el diario Le Monde al comentar las condiciones que el mencionado hotel Sal¨¦ tiene para ajbergar las ochocientas obras ganadas por Francia para su patrimonio.

Mientras, en Espa?a seguimos haciendo que diluvien argumentos sobre la ubicaci¨®n que el Guernica se merece. Mientras, se acerca el a?o del centenario. Ninguna iniciativa oficial s¨®lida ha respondido todav¨ªa aqu¨ª a quienes han pedido que esa fecha de los cien a?os de Picasso se aproveche para que la memoria del artista sea completamente restablecida en su propio pa¨ªs, donde tanta persecuci¨®n sufri¨® en el pasado remoto, reciente e inmediato. Un reconocimiento nacional de la personalidad y de, la gigantesca obra del artista malague?o ser¨ªa, se ha dicho m¨¢s de una vez, una muestra de que los espa?oles asumim¨®s las lecciones que nos da la historia y que somos capaces de integrarnos en la libertad y la tolerancia, animados por el prop¨®sito del respeto a la cultura.

El respeto a la cultura es lo que ha hecho de Francia una naci¨®n generosa para los que en este terreno han buscado su apoyo. Esa generosidad da siempre sus frutos. Aprovechemos la lecci¨®n de Francia para aprender la nuestra y empezar a otorgar a la cultura y a quienes la hacen el lugar que se merecen en la nueva sociedad espa?ola.