Por la liberaci¨®n de los militantes de la ?Carta 77?
La detenci¨®n, a finales de mayo, de diez militantes -entre ellos, los m¨¢s activos- de la Carta 77, s¨®lo puede interpretarse como un intento de las autoridades checoslovacas de asestar un golpe mortal al conjunto del movimiento por los derechos civiles en este pa¨ªs. Con ello se burlan de los principios que apoyan la amplia mayor¨ªa de socialistas y sindicalistas en Occidente. Y contradicen abiertamente las promesas reiteradas por el propio Gobierno checoslovaco, que hab¨ªa afirmado que no emprender¨ªa ninguna acci¨®n represiva contra los militantes por los derechos civiles.El n¨²mero de detenciones y la gravedad de las acusaciones hacen que este acto constituya el caso m¨¢s serio de represi¨®n que se haya producido en Checoslovaquia desde el encarcelamiento, en 1971, de los socialistas m¨¢s activos de la Primavera de Praga. Dichas detenciones incluyen a dos de los tres portavoces en funciones de la Carta 77, Jiri Dienstbler y Vaclav Benda, as¨ª como al editor del bolet¨ªn de informaci¨®n de la Carta, Petr Uhl. Incluyen, asimismo, al c¨¦lebre escritor teatral Vaclav Havel, antiguo portavoz de la Carta.
Los diez cartistas detenidos son miembros, todos ellos, del Comit¨¦ de Defensa de las Personas Injustamente Perseguidas (VONS), un organismo formado por diversos firmantes de la Carta, en abril de 1978, y que ha realizado un trabajo considerable en defensa de las libertades civiles. El VONS se basa, en su actividad, en los principios de Amnesty International, reconocidos formalmente en la ley checoslovaca; estas actividades han consistido en la publicaci¨®n de m¨¢s de cien comunicados detallados, concretos, que enumeran las violaciones del c¨®digo legal cometidas por la polic¨ªa y las autoridades judiciales en relaci¨®n con casos pol¨ªticos. Por esta actividad, los diez detenidos son acusados de subversi¨®n. Esta acusaci¨®n, que puede comportar una sentencia de cinco a?os de prisi¨®n, viene motivada por actos ?que minan la confianza de los ciudadanos en los organismos de las autoridades del Estado?, un motivo tan vago que podr¨ªa aplicarse pr¨¢cticamente a cualquier cr¨ªtica que se formule contra las autoridades. El hecho de que se recurra a este motivo en este caso muestra que se trata de un intento de intimidar a todos los militantes por los derechos civiles en Checoslovaquia.
Desde la fundaci¨®n del movimiento, en enero de 1977, numerosos defensores de la Carta 77 han sido despedidos de su trabajo, perseguidos y encarcelados. Jiri Lederer y Ales Machacek est¨¢n en prisi¨®n desde las primeras semanas del movimiento. Y Vaclav Havel, si es condenado por subversi¨®n, corre el riesgo de tener que permanecer durante dieciocho meses m¨¢s en prisi¨®n a ra¨ªz de una sentencia pronunciada en octubre de 1977, de la que estaba en libertad condicional.
Las detenciones de mayo se producen despu¨¦s del encarcelamiento, por dos a?os y tres meses, del portavoz de la Carta, Jaroslav Sabata; del encarcelamiento del miembro del VONS Albert Cerny, y de la expulsi¨®n de la rama municipal de Praga de la Asociaci¨®n de Abogados de Josef Danisz, un valeroso abogado defensor. Adem¨¢s, en el torbellino de las detenciones, Zdena Tominova, ¨²nica portavoz de la Carta que no ha sido detenida, ha sido gravemente maltratada por un malhechor an¨®nimo -una forma de intimidaci¨®n demasiado familiar en los reg¨ªmenes represivos en muchas partes del mundo, actualmente.
Adem¨¢s, esta ¨²ltima primavera, el presidente Husak hab¨ªa afirmado ante el presidente austr¨ªaco que no se aplicar¨ªa ning¨²n tipo de represi¨®n contra los defensores de la Carta 77. Si las autoridades checoslovacas inician un juicio contra los diez cartistas, resultar¨¢ que las palabras del se?or Husak no eran m¨¢s que un simple ejercicio de relaciones p¨²blicas y pacotillas destinadas a enga?ar a la opini¨®n p¨²blica occidental.
No creemos que los diez cartistas detenidos hayan realizado una actividad que pueda justificar su encarcelamiento. Llamamos a las autoridades checoslovacas a que intervengan en pro de la liberaci¨®n de los diez cartistas detenidos:
Otta Bednarova, Jarmila Belikova, Jiri Dienstbier, Vaclav Havel, Vaclav Benda, Ladislav Lis, Vaclav Maly, Dana Mencova, Jiri Nemec y Petr Ulil.
Hacemos tambi¨¦n un llamamiento a favor de la liberaci¨®n de Jiri Lederer, Alex Machavek, Jaroslav Sabata, Albert Cerny y todos los dem¨¢s encarcelados por haber apoyado la Carta 77.
Exigimos el restablecimiento del doctor Danisz en sus funciones de abogado.
Exigimos a las autoridades checoslovacas que permitan que el Comit¨¦ de Defensa de las Personas Injustamente Perseguidas (VONS) contin¨²e su trabajo sin ser molestado.
Si tiene lugar el juicio de los diez cartistas, exigimos que sea p¨²blico y que se tomen medidas para permitir que asistan como observadores representantes del movimiento obrero y de las organizaciones de defensa de los derechos humanos en Occidente.
Este llamamiento no lo hacemos como enemigos del socialismo, sino al contrario, porque estamos convencidos que no es posible reclamarse del socialismo sin desarrollar una lucha intransigente por las m¨¢s amplias libertades democr¨¢ticas.
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