De Carlos se qued¨® solo

Luis de Carlos, que es hombre pac¨ªfico y lleg¨® a la presidencia del Madrid con sonrisa ser¨¢fica, se ha vuelto a enfurru?ar con Jos¨¦ Luis N¨²?ez, presidente del Barcelona. Luis de Carlos es hombre de buena fe y estoy seguro de que J am¨¢s se le ha pasado por la imaginaci¨®n el que su club mantenga buenas relaciones, directas o indirectas, con determinados ¨¢rbitros de f¨²tbol. Si alguien le contara, un suponer, que alg¨²n miembro de la casa ten¨ªa estrechos contactos con determinados colegiados, se llevar¨ªa un disgusto.Luis de Carlos se ha ofendido de nuevo con N¨²?ez por el escaso tacto que ¨¦ste demuestra en cuanto se pone a hablar de resultados. Pero esta vez De Carlos no debe obcecarse y dirigir todo su enfado hacia el presidente barcelonista. El mi¨¦rcoles, Luis de Carlos se qued¨® pr¨¢cticamente solo. Los presidentes de Primera asintieron ante la tesis del se?or N¨²?ez.

Tan tradicional como la amistad hispano¨¢rabe es la teor¨ªa de que los ¨¢rbitros favorecen al Madrid. Cada a?o se producen indicios de que al Madrid, al menos, se le respeta; pero cada a?o hay argumentos suficientes para pensar que en la consecuci¨®n de los t¨ªtulos colaboran eficazmente sus mayores adversarios. Recuerden el ejemplo del Sp¨®rting, que el a?o pasado no supo ganar la Liga en su campo, y repasen las ocasiones perdidas por el Bar?a ante los adversarios m¨¢s insospechados. Para los socios castizos, cuando Guruceta se equivoca a favor del Madrid demuestra doblemente su inteligencia.