Secuestrada en Italia la ¨²ltima novela de Alberto Moravia
El magistrado Bartolomei la considera "obscena"
La ¨²ltima novela de Alberto Moravia, La vida interior, que le ha costado al gran escritor italiano m¨¢s de seis a?os de reflexi¨®n, acaba de ser secuestrada en todo el territorio nacional, con la acusaci¨®n de ?obscenidad?.
Orden¨® el secuestro el magistrado de la ciudad de Aquila, en los Abruzos, Massimo Donato Bartolomei, famoso en todo el pa¨ªs por la cantidad de pel¨ªculas y libros retirados de la circulaci¨®n siempre por motivos de ?sexo?. De hecho, le llaman ?el secuestrador de hierro?. Ya en Catanzaro se hab¨ªa distinguido por si persecuci¨®n a todo lo que pudiera tener sabor de ?sexualidad?. De ¨¦l se dec¨ªa que mientras en Calabria la Mafia circulaba con la m¨¢xima impunidad, el magistrado Bartolomei se pasaba el d¨ªa entero censurando pel¨ªculas seg¨²n ¨¦l ? pornogr¨¢ficas ?, y firmando ¨®rdenes de secuestro.Lo que nadie se hubiese imaginado es que pudiera llegar a tanto, como escrib¨ªa ayer el diario Repubblica; parec¨ªa incre¨ªble que un magistrado se atreviera a calificar de obscenidad la obra de un escritor como Moravia, considerado el mayor exponente de la literatura contempor¨¢nea en Italia.
La cosa m¨¢s grotesca es que la noticia del secuestro y los tres folios con la motivaci¨®n del acto judicial empezaron a llegar a los teletipos cuando todos los periodistas de Italia estaban esperando que en esos mismos teletipos llegase sobre Moravia otra noticia bien distinta: el anuncio de Ia designaci¨®n del Premio Nobel de Literatura de este a?o. De hecho, hasta el ¨²ltimo momento hubo aqu¨ª la sensaci¨®n de que el jurado de Oslo este a?o se iba a acordar de esta gran figura que ya hace cincuenta a?os, siendo casi un ni?o, sorprendi¨® a la opini¨®n p¨²blica con su primera obra, Los indiferentes, que a¨²n nadie ha olvidado.
Su ¨²ltima obra, La vida interior, juzgada por el mismo Moravia como la obra m¨¢s madura de su vida, ?me ha costado m¨¢s de 50.000 horas de pensamiento?, afirm¨® el escritor hace unos d¨ªas. Trata, s¨ª, un tema escabroso, las relaciones entre una madre y una hija, con esa crudeza fin¨ªsima que caracteriza a Moravia; es una obra de fondo er¨®tico, pero muy lejos de lo pornogr¨¢fico.
Para el magistrado de Aquila las cosas son muy distintas, escuchando la denuncia de catorce asociaciones de inspiraci¨®n cat¨®lica, en una tarde se devor¨® el libro, se sent¨® a su escritorio y redact¨® la orden de secuestro nacional con esta motivaci¨®n: ?El libro, sin valor cient¨ªfico ni art¨ªstico, pone de relieve la acentuada y desagradable obscenidad profundamente ofensiva de la sana moral con un muestrario sin confines de perversiones sexuales y de erotoman¨ªas desenfrenadas, acompa?adas por un persistente y desagradable lenguaje de prost¨ªbulo y ambientado en un clima de desacralizaci¨®n deliberada de los valores humanos y cristianos.?
Casi con las mismas palabras hab¨ªa secuestrado hace dos a?os la obra de Erika Joung Miedo a volar, un best-seller mundial del que se hab¨ªan vendido ya en el mundo varios millones de ejemplares. Por lo que se refiere a Moravia, de su obra secuestrada, La vida interior, en Italia se han vendido ya m¨¢s de 200.000 ejemplares y cuando ayer los carabineros recorrieron una por una todas las librer¨ªas de Italia para recoger las copias a¨²n no vendidas, se volvieron casi con las manos vac¨ªas, en parte porque el libro estaba casi agotado y en parte porque a los mismos libreros, como ha confesado uno de ellos, le parec¨ªa ?un sacrilegio? entregar, un carabinero, como si se tratara de un malhechor, un libro de ?gran Moravia?, que es como un monumento y orgullo de la literatura nacional.
Las reacciones del mundo intelectual, a las pocas horas de saberse la noticia, han sido, sobre todo, de indignaci¨®n y de desprecie hacia la decisi¨®n del magistrado ?moralista?. El diario Corriere della Sera, el m¨¢s serio y modera. do del pa¨ªs, dio ayer la noticia en la primera p¨¢gina con un comentario muy duro, en el que se dec¨ªa entre otras cosas: ?Moravia no necesita que nosotros le defendamos. Somos todos nosotros quienes debemos defendernos, en nombre de nuestro derecho de lectores libres, de estas operaciones de desoladora retaguardia, de esta vuelta indeseada a los esc¨¢ndalos por Lawrence y Henry Milller?, y a?ade, ?si a los ojos 3 al gusto del fiscal general Bartolomei, protagonista de otras haza?as moralizadoras, el mayor italiano se reduce a nivel de an¨®nimo redactor de pornograf¨ªa, no es sobre Moravia sobre quien hay que mantener reservas sino m¨¢s bien hacia quien emana decretos de secuestros como e presente.?
Con la misma iron¨ªa y casi verg¨¹enza de que en uno de los pa¨ªses m¨¢s libres del mundo sucedan a¨²n cosas de este tipo, hay quien ha recordado el adagio que ?los libros queman, pero que el fuego no los puede matar?. Otros, con mayor sarcasmo, afirmaban ayer que La vida interior, que ha sido ya traducida en veinte lenguas y est¨¢ siendo traducida en otras tantas, ha recibido un nuevo premio del magistrado medieval, ya que desde este momento su publicidad se ha centuplicado y aumentar¨¢n copiosamente los lectores del gran escritor italiano.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.