Alianza Popular quiere delimitar su ideolog¨ªa

Los actuales dirigentes de Alianza Popular parecen decididos a clarificar la propia identidad pol¨ªtica del partido, que al cabo de tres a?os sigue sin decantarse y plantea problemas dentro de sus propias filas. En este sentido hay que entender el comunicado que hizo p¨²blico ayer la comisi¨®n ejecutiva de AP, en el que se anuncia que en el pr¨®ximo congreso nacional se estudiar¨¢ ?la conveniencia de clarificar el ideario del partido y delimitar el espacio pol¨ªtico?, as¨ª como estudiar ?las l¨ªneas de la estrategia a seguir en el futuro del partido y sus parlamentarios?.

Tras el rev¨¦s electoral de junio de 1977, la imagen de AP, a trav¨¦s de su campa?a previa, qued¨® muy escorada a la derecha. Ello explica que de cara al 1 de marzo de 1978, y a trav¨¦s de Coalici¨®n Democr¨¢tica, se intentase -aun sin afirmarlo expl¨ªcitamente- ?huir del fantasma del derechismo? y aproximarse a posiciones m¨¢s templadas. Se intent¨®, as¨ª, abiertamente, tratar de ocupar el espacio pol¨ªtico del centro. El descalabro fue, en esta ocasi¨®n, de mayores proporciones, y trajo, como consecuencia m¨¢s visible, el alejamiento de Manuel Fraga de la secretar¨ªa general del partido.Tras varios meses de tensiones internas y de muy profundos choques de intereses entre los hombres de AP y los diputados de las otras agrupaciones que integraron CD -Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza, Alfonso Osorio y Antonio de Senillosa, concretamente-, los dirigentes de AP parecen decididos a zanjar la cuesti¨®n ideol¨®gica.

Ayer mismo, fuentes de la ejecutiva aseguraban que este ser¨¢ ?el tema m¨¢s conflictivo del congreso?, previsto para el 14, 15 y 16 de diciembre pr¨®ximo.

El planteamiento se complica porque el l¨ªder natural, y de hecho, Manuel Fraga, parece insistir en, las ¨²ltimas semanas en la definici¨®n del centro-derecha, a lo largo de numerosas intervenciones p¨²blicas, mientras que una corriente importante del propio partido entiende que ese es un espacio definitivamente copado por UCD en la realidad pol¨ªtica y que, con independencia de las formulaciones te¨®ricas que puedan plantearse, el electorado tiene ya esa identificaci¨®n pr¨¢ctica que sejuzga casi irreversible.

Estos mismos son partidarios de definir AP, definitivamente, como un partido de derecha conservadora y progresista que tenga su frontera con UCD ?por la izquierda?, pero que no trate en modo alguno de confundirse con el partido gubernamental, sino, al contrario, ofrecer una opci¨®n perfectamente diferenciada. La frontera por la derecha, a juicio de algunos dirigentes de AP, no es problema preocupante, ya que ?aunque algunas veces se nos hayan achacado concomitancias con la extrema derecha, est¨¢ claro que nos separa un abismo, entre otras cosas, la plena aceptaci¨®n, por nuestra parte, del sistema democr¨¢tico?.

Junto a lo anterior, la nota de la ejecutiva, que se reuni¨® ayer, sugiere que el congreso nacional habr¨¢ de ocuparse tambi¨¦n de ?la necesidad de reafirmar los principios democr¨¢ticos en que se basa la organizaci¨®n del partido y su funcionamiento a todos los niveles, en todos sus ¨®rganos de decisi¨®n y gobierno?.

Con ello parece que se quiere clarificar si el peso de las decisiones ha de recaer en los ¨®rganos ejecutivos o en los asamblearios.