Brejnev reaparece en Mosc¨² con buen aspecto y fr¨ªo glacial
Mosc¨² amaneci¨® ayer con la primera nevada del a?o. La temperatura descendi¨® hasta siete grados bajo cero. A las tres de la tarde, la radio anunciaba que el jefe del Estado, Le¨®nidas Brejnev, y los miembros del Gobierno se dirig¨ªan al aeropuerto de Vnukovo para recibir al presidente de la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Yemen del Sur, Abdel Fattah Ismail. Los rumores sobre la grave enfermedad del l¨ªder sovi¨¦tico quedaban eliminados. A las cuatro y quince minutos de la tarde, la televisi¨®n ofrec¨ªa im¨¢genes que confirmaban la buena salud de Brejnev.Siete grados bajo cero y vientos fuertes soport¨® durante quince minutos quien hace ocho d¨ªas era dado por muerto. En el aeropuerto sovi¨¦tico hemos visto a un Brejnev protegido por su tradicional abrigo gris de pa?o, bufanda al cuello y sombrero, que se mov¨ªa con soltura inhabitual y saludaba, como corresponde a su categor¨ªa de mariscal, a los himnos y desfile de tropas con la mano derecha firme sobre la frente durante varios minutos.
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La reaparici¨®n de Brejnev fue televisada a toda la URSS
(Viene de primera p¨¢gina)
Junto al jefe del Estado sovi¨¦tico estaban el resto de los miembros del Gobierno y en primer lugar el ministro de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko, el ministro de Defensa, Dimitri Ustinov, ambos miembros del Bur¨® Pol¨ªtico, y el jefe de Relaciones con los partidos hermanos, Boris Ponomario. A todos, el fuerte viento les mov¨ªa con fuerza las perneras de los pantalones. El pueblo sovi¨¦tico, habitualmente no acostumbrado a que en el programa de televisi¨®n de sobremesa se le ofrezcan im¨¢genes pol¨ªticas, y que en su mayor¨ªa ha desconocido los rumores que Occidente ha propagado sobre la grave crisis en la salud del jefe del Estado, miraba sorprendido unas im¨¢genes cuya verdadera interpretaci¨®n s¨®lo hemos podido hacer los extranjeros que en los ¨²ltimos d¨ªas hemos vivido pendientes de esta reaparici¨®n. Como dec¨ªa un corresponsal espa?ol, bromeando con otros profesionales extranjeros: ?Los muertos que vos mat¨¢is gozan de buena salud. ?
Y esta es la impresi¨®n que ha dado Brejnev ayer. Haberse recuperado de su fatiga despu¨¦s de las intensas jornadas de Berl¨ªn, im¨¢genes con las que pon¨ªa punto final a una m¨¢s de las especulaciones que desde hace a?os corren, c¨ªclicamente, sobre su estado de salud. Tambi¨¦n es cierto que, por ley de vida, alguna vez acertar¨¢n. Pero este tema parece claro que cuando ocurra lo inevitable los dirigentes sovi¨¦ticos tienen previsto anunciarlo sin dar ocasi¨®n a que los medios internacionales tengan que especular.
La llegada de Abdel Fattah. Ismail tiene una importancia especial en estos momentos, en que la URSS parece planificar una nueva pol¨ªtica sobre Oriente Medio y el sur de ?frica. Yemen del Sur mantiene la influencia sovi¨¦tica y cubana en su territorio y tiene un especial inter¨¦s no s¨®lo por su posici¨®n estrat¨¦gica en el extremo sur de la pen¨ªnsula ar¨¢biga, sino porque es un pa¨ªs rico en yacimientos de petr¨®leo y la URSS est¨¢ dispuesta, asimismo, a servirse de Ad¨¦n con las mismas facilidades portuarias que en su d¨ªa tuvieron los ingleses. La prensa sovi¨¦tica ha saludado la llegada del l¨ªder yemen¨ª con referencias a ?la amistad y cooperaci¨®n entre ambos pa¨ªses?, al tiempo que subrayaba ?los puntos de vista id¨¦nticos sobre los problemas internacionales?.
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