Juan Villar¨ªn: "El ?argot? es un estatuto de protesta"
Juan Villar¨ªn, periodista conocido desde hace doce a?os, acaba de publicar su Diccionario de argot (Ediciones Nova), un texto de dos caras (argot-castellano y castellano-argot) en el que recoge lo que, para ¨¦l, es la lengua de la calle, de la marginaci¨®n, y que, en suma, significa ?un estatuto oral de protesta?. ?Desde los catorce o quince a?os, he recogido las palabras especialmente graciosas, o intencionadas, o humor¨ªsticas, o hasta filos¨®ficas de la lengua de la calle, de la lengua de mi barrio. Yo he nacido en La Corrala, esa casa que ahora es monumento nacional y todo eso, un sitio, la calle Sombrerete, Lavapi¨¦s, donde el argot es moneda corriente.?
?El argot?, ha dicho Juan Villar¨ªn a EL PA?S, ?ha formado parte de mi entorno, ha marcado en parte mi infancia y mi juventud, y creo que, frente a la escasa imaginaci¨®n del lenguaje oficial, es interesante esta ling¨¹¨ªstica marginada. Que tenga su espacio, su p¨²blico.?Para popularizar el argot ?yo intu¨ªa y ahora s¨¦ que es lengua de protesta de los marginados, aunque ahora se convierta en juego de las castas privilegiadas?- ha aparecido alg¨²n que otro diccionario m¨¢s o menos secreto, como el de Umbral. ?A m¨ª me gusta Umbral?, dice Juan Villar¨ªn, ?me gusta c¨®mo emplea las fonaciones del argot en determinados momentos, y tambi¨¦n me gusta Cela. Pero tanto a Umbral, como a Cela, como a m¨ª nos har¨ªa falta tener bastante m¨¢s mili hecha que la que tenemos en el mundo de los golfarias. Por otra parte, si Cela, que ha nacido en Padr¨®n, y Umbral, que presume de haberse hecho en Valladolid, emplean el argot cuando les viene en gana, yo creo que estoy en mi derecho de hacerlo tambi¨¦n. Pero algo quiero garantizar: antes de que Umbral empezase a escribir estas cosas, y antes de que Camilo publicase su Diccionario secreto, tengo bastantes testigos de que yo ya estaba trabajando el tema.?
?Por otra parte, ni ellos ni yo inventamos nada: all¨¢ por la Edad Media, Juan Hidalgo escribi¨® un Romancero de german¨ªas, en que est¨¢n contenidas muchas palabras que hoy se emplean id¨¦nticas. Por ejemplo: altana, por iglesia; baldeo, por cuchillo, o reventar la Mar¨ªa, por abrir y robar la caja de caudales o el arc¨®n. Por otra parte, hay un diccionario de argot de Luis de Besses, y existe el estudio de Seco sobre Arniches y el habla de Madrid. Vamos, que hay muchos y buenos trabajos sobre el tema. As¨ª que me niego a creer que Cela o Umbral lo hayan puesto en boga.
Fusi¨®n de varias lenguas secretas
El argot es el resultado de la fusi¨®n de muchas lenguas secretas distintas, seg¨²n dice en el pr¨®logo de su libro. ?Se mezclan t¨¦rminos del caliente, la lengua de las c¨¢rceles, que algunos imputan a los quinquis; del conocido pasota, en realidad cuatro t¨¦rminos al uso, pero al que hay que dar un margen de confianza, porque es una lengua nueva; del cal¨® roman¨ª, la lengua de los gitanos. Todas han dado pr¨¦stamos a este argot coloquial.
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