La actual reglamentaci¨®n ofrece soluciones a los cazadores modestos
La actual ley de Caza, vigente desde 1970, ha sido, y es, muy discutida desde entonces. La pol¨¦mica en torno a ella tiene dos vertientes: una, que protege el ejercicio de los potentados, y otra, que lo que garantiza es que en Espa?a haya caza para todos. Rafael Notario, uno de los grandes especialistas en temas cineg¨¦ticos, ha afirmado que ?cualquier reforma de la legislaci¨®n tendr¨¢ que ser examinada con mucho cuidado? y que la actual ley permite soluciones porque ?a¨²n quedan muchos millones de hect¨¢reas de terreno libre donde actuar?.La ley de Caza se dict¨® con la finalidad de regular la protecci¨®n, conservaci¨®n y fomento de la riqueza cineg¨¦tica nacional y su ordenado aprovechamiento en armon¨ªa con los distintos intereses afectados. Rafael Notario estima que en la ley ?se contemplan los derechos del cazador y los del propietario de los terrenos donde se cr¨ªa la caza, al tiempo que garantiza la seguridad de las personas y de sus bienes, con la prohibici¨®n o limitaciones del uso de armas de fuego en las zonas de seguridad ?.
La reglamentaci¨®n considera en la pr¨¢ctica a la caza como res nullius, concepto procedente del Derecho latino, en los terrenos libres. Pero, dado que esta consideraci¨®n ha determinado siempre la destrucci¨®n del patrimonio cineg¨¦tico en los pa¨ªses en que se aplic¨® tal concepto con car¨¢cter absoluto, la vincula a la propiedad de los terrenos que cr¨ªan caza, al tiempo que la considera como una renta agraria m¨¢s, cl¨¢sica en el Derecho germ¨¢nico, lo que permite su conservaci¨®n y fomento al sector privado en los terrenos sometidos a r¨¦gimen cineg¨¦tico especial.
Rafael Notario reconoce que los cotos limitan las posibilidades de muchos cazadores que no disponen de ellos. ?Sin embargo, existen multitud de cotos administrados por sociedades de cazadores que han resuelto en gran parte el problema de la caza en determinadas provincias. Otros cazadores locales paliaron su problema al tener acceso gratuitamente a cotos privados para cazar el conejo y la liebre.?
Reformar la ley de Caza no lo considera necesario Rafael Notario. ?Habr¨ªa que tener mucho cuidado, ya que, si se da car¨¢cter preferente al cazador, los resultados ser¨¢n negativos en un plazo de tiempo muy corto, con detrimento de los derechos que asisten a los propietarios de los terrenos. Es necesario armonizar siempre los distintos intereses. ?
Una de las soluciones a la problem¨¢tica cineg¨¦tica puede extraerse precisamente de la ley de Caza, seg¨²n Rafael Notario, ya que ?la reglamentaci¨®n permite a la Administraci¨®n atender los problemas sociales derivados del aprovechamiento de la caza, al asumir su gest i¨®n en una considerable superficie de terrenos, con el compromiso de facilitarla a todos los cazadores en r¨¦gimen de igualdad de oportunidades; me refiero a los cotos sociales. Otra soluci¨®n, prevista en la ley, son las zonas de caza controlada, cuya administraci¨®n por parte de las sociedades de cazadores resolvi¨® en parte el problema social de algunas provincias?.
Soluciones, por tanto, existen para la caza. S¨®lo se necesita un mayor concurso de los cazadores y la Administraci¨®n para aplicarlas en proporci¨®n cada vez mayor, aunque ello suponga entrar en competencia con el sector privado.
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