Silencio de la clase pol¨ªtica francesa ante las acusaciones p¨®stumas de Boulin
La clase pol¨ªtica francesa en general y, en concreto, la mayor¨ªa, el Gobierno y el Jefe del Estado se han desacreditado ante la opini¨®n p¨²blica tras las acusaciones p¨®stumas del ex ministro de Trabajo Robert Boulin, que se suicid¨® el martes pasado. Nada se sabe a¨²n oficialmente sobre los futuros cambios que ser¨¢n introducidos en el Gabinete del primer ministro Raymond Barre.
Seg¨²n los observadores, pueden revestir dos formas: simple nombramiento de un nuevo ministro de Trabajo la semana pr¨®xima o, a medio plazo, una amplia remodelaci¨®n del Gobierno.Ayer, a primera hora de la tarde, el ministro de Justicia, Alain Peyreffitte, en compa?¨ªa de su esposa, acudi¨® al domicilio del que fue ministro de Trabajo, se?or Boulin, para entrevistarse con la familia de este ¨²ltimo. Pocos momentos antes, la viuda del ministro suicidado declar¨® a dos periodistas: ?Mi marido se ofreci¨® en holocausto para restablecer la verdad.? El se?or Boulin, en su carta p¨®stuma, acus¨® al se?or Peyreffitte de ?preocuparse m¨¢s de su carrera pol¨ªtica que del buen funcionamiento de la justicia? y, en suma, ven¨ªa a decirle que, en el momento en que se le citaba a ¨¦l como futuro primer ministro, manipulaba un procedimiento judicial que le concern¨ªa, para desacreditarle y, con ello, satisfacer sus propias ambiciones pol¨ªticas.
Lucha de clanes
En torno a esta sospecha grave gira el nuevo y tr¨¢gico esc¨¢ndalo que afecta a la clase dirigente gala y, en cierta manera, a todos los pol¨ªticos. A partir de esta sospecha, revelada por el holocausto del se?or Boulin, las intrigas y luchas de los clanes de la mayor¨ªa empiezan a salir a la luz, pero s¨®lo a trav¨¦s de palabras ?perdidas? o de gestos, como el saludo ?helado? del presidente de la Asamblea, Jacques Chaban Delmas, al ministro se?or Peyreffitte.En efecto, as¨ª como el martes el Gobierno y una parte de la clase pol¨ªtica se desmandaron torrencialmente con declaraciones contra la prensa, ?que puede matar?, un silencio ?prudente e inquietante?, seg¨²n palabras de muchos comentaristas, es observado por todos los dirigentes y pol¨ªticos desde que la carta del se?or Boulin se?al¨® como causantes de su suicidio ?a mis amigos pol¨ªticos?, al ministro se?or Peyreffitte y al funcionamiento la justicia.
Ni el presidente de la Rep¨²blica, Val¨¦ry Giscard d'Estaing, ni los diputados, a lo largo de las ¨²ltimas 48 horas, se han hecho eco del ?restablecimiento de la verdad?, que, seg¨²n su mujer, pretend¨ªa el se?or Boulin con su gesto tr¨¢gico.
La prensa parisiense, ayer, pero, sobre todo, Le Monde, Le Canard Enchain¨¦, Liberation y Le Matin, los diarios ?apuntados? por los pol¨ªticos como ?asesinos?, reclamaron explicaciones de ?los amigos? a quienes el se?or Boulin acus¨®. El independiente Le Monde se preguntaba si el se?or Giscard ?se ha vuelto analfabeto repentinamente?, y Liberation resum¨ªa la ineptitud e impotencia de la oposici¨®n y el caos de ambiciones y corrupciones de la mayor¨ªa afirmando que en estos momentos ?lo ¨²nico cierto es que Francia est¨¢ gobernada por un nido de v¨ªboras?. Estos diarios atacaron ferozmente al comunista L'Humanit¨¦, por su convergencia ?con el orden moral predicado por la extrema derecha y por el Gobierno ?.
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