La visita de Tito a Bucarest refuerza el "eje" Yugoslavia-Rumania

El viaje del jefe del Estado yugoslavo, mariscal Josip Broz Tito, a Rumania constituye una prueba m¨¢s del reforzamiento que experimenta el eje Belgrado-Bucarest dentro de la Europa socialista.Tito, que lleg¨® ayer a Bucarest, efectuar¨¢ una visita oficial de tres d¨ªas al vecino pa¨ªs y se entrevistar¨¢ con el presidente rumano, Nicolae Ceaucescu.

La informaci¨®n oficial indica que ambos pol¨ªticos mantendr¨¢n conversaciones sobre los problemas mundiales de actualidad y sobre la cooperaci¨®n bilateral.

Tito viaj¨® acompa?ado por los miembros del Presidium del Partido Comunista yugoslavo Petar Stambolic y Branko Mikulic, as¨ª como tambi¨¦n por los ministros de Exteriores y de Comercio, Josip Vrhovec y Metod Rotar, respectivamente.

La seguridad militar en los Balcanes preocupa hondamente no s¨®lo a Yugoslavia, que no es miembro del Pacto de Varsovia, sino tambi¨¦n a Rumania, que, aun dentro del Pacto, se neg¨® rotundamente a elevar sus contribuciones al presupuesto militar.

La pol¨ªtica de no alineaci¨®n que propugna el jefe del Estado yugoslavo, movilizando a numerosos pa¨ªses del Tercer Mundo, encuentra un eco favorable en Rumania, donde Ceaucescu no cesa de repetir y urgir la necesidad de una amplia desmilitarizaci¨®n en Europa central.

Rumania y Yugoslavia tienen numerosos puntos de coincidencia en su pol¨ªtica exterior que, a veces, los colocan frente a la l¨ªnea adoptada y ?aconsejada? por la Uni¨®n Sovi¨¦tica a todos los pa¨ªses sat¨¦lites.

La visita de Hua Guofeng a Rumania y Yugoslavia en 1978 caus¨® profunda irritaci¨®n al Kremlin y despert¨® una oleada de cr¨ªticas en toda la prensa de los pa¨ªses socialistas sumisos a Mosc¨².

Cuando Vietnam invadi¨® Camboya, el pasado mes de febrero, Rumania y Yugoslavia condenaron la invasi¨®n y exigieron la retirada de las tropas vietnamitas, postura contraria a Mosc¨² y otros sat¨¦lites adeptos, que consideraron la invasi¨®n como una ?liberaci¨®n? de los camboyanos ?oprimidos por el r¨¦gimen de Pol Pot?.

El acercamiento de ambos pa¨ªses balc¨¢nicos obedece a la necesidad de reforzar el equilibrio en la zona y establecer un baluarte! de cierta independencia frente a las apetencias hegemonistas sovi¨¦ticas y a la influencia cada vez m¨¢s creciente del bloque occidental.

Tito no ha olvidado el hecho de que las tropas rumanas no participaron en la invasi¨®n de Checoslovaquia por las fuerzas del Pacto de Varsovia, en agosto de 1968, para derrocar al Gobierno liberal de Alexander Dubcek.