Athl¨¦tic-Atl¨¦tico, partido entre convalecientes
Partido discreto entre los dos Atl¨¦ticos. Los madrile?os jugaron la baza de un contraataque sabia mente montado, que pudo dar m¨¢s frutos, y los bilba¨ªnos pusieron sus esperanzas en el gran momento de Alexanco y el fino juego de Sara bia. Gan¨® el Athl¨¦tic porque los madrile?os dieron dos facilidades al final: la entrada de Leal, qu descompuso el contraataque, y un despiste defensivo tremendo en el gol de Alexanco, a ocho minuto del final.El enfrentamiento entre los dos Atl¨¦ticos ten¨ªa aires de di¨¢logo entre convalecientes. Los dos equipos vienen ofreciendo decepciones desde que comenz¨® la temporada y los aficionados acudieron como resignados de antemano a ver un partido triste. Sin embargo consiguieron una nota aceptable. Los madrile?os jugaron, por su puesto, atr¨¢s, pero sin olvidar el gol, al que trataban de llegar por la v¨ªa de un contraataque bien montado. Rub¨¦n Cano y Gonz¨¢lez jugaban en punta, recorriendo todos los puestos de la delantera; Marcos ocupaba la mediapunta, con libertad de movimientos, al estilo de Juanito en el Madrid. Su capacidad comojugador parece crecer de partido en partido, y la posici¨®n en que jug¨® en San Marn¨¦s, puede ser ideal para ¨¦l, al menos fuera de casa. Demostr¨® picard¨ªa y rapidez, y aunque, en ocasiones, el bal¨®n no le obedece -es lo bastante joven como para que se pueda esperar que su t¨¦cnica mejore a¨²n-, desde esa posici¨®n puede hacer da?o al equipo contrario. M¨¢s atr¨¢s, Javi, pegado a la derecha, Robi; en el centro, y Bermejo, por la izquierda, colaboraban en el ataque cuando hac¨ªa falta.
Por lo que respecta al Athl¨¦tic, le ech¨® fuerza y sacrificio al partido, y en su cuadro se compensaron las virtudes y los defectos. Impresio nante el momento de Alexanco que alterna las misiones de l¨ªbero y centrocampista, continuamente, con perfecta compenetraci¨®n con De Andr¨¦s, un jugador vivo y de calidad; fuertes y r¨¢pidos los laterales, aunque N¨²?ez centrase fuera casi siempre que subi¨®, mientras que Urquiaga cuajaba un gran partido; bien Goicoechea, atr¨¢s, sin despiste; soberbio Sarabia, como centrocampista creador, con pases precisos al claro y buena interpretaci¨®n de su papel siempre. Pero, junto a eso, un Dani que nunca pudo con Quique -un buen hallazgo como lateral-, un Rojo quejam¨¢s desborda, ni lo intenta, y un Carlos que nunca encontr¨® el remate, que no pudo por alto con Arteche. Villar, en su trabajo, sordo y sacrificado, cumpli¨® sin m¨¢s.
El partido fue un forcejeo con escasos destellos de buen f¨²tbol, pero sin que pueda ser calificado como un mal partido. La presencia de Ir¨ªbar bajo el marco del Athl¨¦tic impone temores en San Mam¨¦s -donde muchos estiman que ya no est¨¢ parajugar- y provoc¨® algunos disparos lejanos de los madrile?os, que evidentemente le han perdido el temor, pero a la hora de la verdad, el veterano meta no dio facilidades y s¨®lo tuvo un fallo, a muy poco del final, en un bal¨®n alto que se le escap¨®, pero que supo recuperar a tiempo.
Dos faltas al borde del ¨¢rea sirvieron para que cada equipo marcara su gol. El partido estaba ya en l¨ªnea de empate cuando Luis sustituy¨® a Gonz¨¢lez por Leal, con lo que destruy¨® su esquema y dio el dominio completo al Athl¨¦tic, que se volc¨® en busca del triunfo. A ocho minutos del final, un impecable centro de Argote encontraba la frente de Alexanco, completamente olvidado de la defensa rival -tambi¨¦n lo estaban Dan? y Sarabia, junto a ¨¦l- y decidi¨® el partido. Los ¨²ltimos zarpazos de los madrile?os, cuando el Athl¨¦tic, que desconf¨ªa demasiado de s¨ª mismo, se encerr¨® para defender su corta ventaja, no dieron fruto. Ir¨ªbar estuvo en su papel, salvo el fallo apuntado m¨¢s arriba, y todos los intentos murieron en ¨¦l.
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