La ampliaci¨®n de la Casa de Campo puede doblar la poblaci¨®n de Pozuelo
La elaboraci¨®n del PAI (Programa de Acci¨®n Inmediata) del Noroeste ha hecho reverdecer, en Pozuelo de Alarc¨®n, el viejo tema de la ampliaci¨®n de la Casa de Campo y el proyecto de construcci¨®n de 7.500 viviendas que lleva anejo. Y, una vez m¨¢s, el enfrentamiento entre UCD y PSOE se ha hecho patente.
UCD (partido que ocupa la alcald¨ªa en Pozuelo) dice que no hay m¨¢s remedio que aceptar el plan, pues de lo contrario la Corporaci¨®n municipal se ver¨¢ obligada a pagar -al estilo de La Vaguada madrile?a- del orden de los 2.000 millones de pesetas en indemnizaciones. El PSOE, por el contrario, piensa que el plan deber¨ªa ser revisado en su totalidad, puesto que presenta problemas de densificaci¨®n urbana en Pozuelo, sin el correspondiente equipamiento. El resto de los partidos representados en el municipio dividen tambi¨¦n sus posturas entre las totalmente favorables al plan -CD- y las totalmente opuestas -candidatura del Pueblo-, pasando por las que piden una moratoria para mejor estudio del PCE.En los tiempos en que Carlos Arias Navarro era alcalde de Madrid vio la luz un proyecto que, por medio del cambio de calificaci¨®n urban¨ªstica de unos terrenos situados en el l¨ªmite con el t¨¦rmino municipal de Pozuelo de Alarc¨®n, a?ad¨ªa a la Casa de Campo cerca de doscientas hect¨¢reas.
Sin embargo, los terrenos que habr¨ªan de servir para realizar esa ampliaci¨®n eran propiedad de una serie de compa?¨ªas. Las m¨¢s importantes, Urbis, Explosivos R¨ªo Tinto -que despu¨¦s vender¨ªa a Cobasa- y Urbanizadora Casa de Campo. La oferta que se les hizo a esas compa?¨ªas fue la de terrenos aleda?os, situados en el llamado anillo verde, a cambio de que cedieran los que ocupaban junto a la Casa de Campo. La operaci¨®n se hizo. Pero lo fue a base de aprobar un plan parcial para los terrenos que ahora pasaban a propiedad de esas compa?¨ªas.
El plan en cuesti¨®n prev¨¦ la construcci¨®n de 7.500 viviendas junto al casco urbano de Pozuelo, lo que equivale -a cuatro habitantes por vivienda- a doblar la actual poblaci¨®n de este n¨²cleo urbano, esto es, pasar de los 30.000 habitantes actuales a 60.000 ¨® 70.000. A ellos habr¨ªa que a?adir los 20.000 que es de prever se instalen en la colonia de Somosaguas, tambi¨¦n en Pozuelo. O sea, en pocos a?os, su censo puede rebasar los 100.000 habitantes.
Equipamientos y enlaces, los mayores problemas
Pero el mayor problema que las fuerzas pol¨ªticas que se oponen al plan de ampliaci¨®n encuentran en el mismo es el referido a la falta de equipamiento. Habida cuenta de que el plan en cuesti¨®n fue redactado con anterioridad a la nueva ley del Suelo, los promotores de ese plan parcial no tienen obligaci¨®n de cesiones -el 10% del suelo- al Ayuntamiento para equipamientos colectivos. La ¨²nica imposici¨®n de la antigua ley era que se reservaran los espacios. Pero se dan casos tan curiosos como que de las 7,4 hect¨¢reas destinadas a educaci¨®n, cuatro est¨¢n ya ocupadas por el colegio Americano, destinado exclusivamente a ni?os norteamericanos y que ning¨²n servicio rinde a Pozuelo. Es decir, los equipamientos de esta nueva ciudad est¨¢n m¨¢s que en entredicho.Y en la nueva ciudad, no se crear¨¢ ni un solo puesto de trabajo, con lo que todos sus habitantes habr¨¢n de desplazarse diariamente a Madrid para trabajar. Consecuencia inmediata ser¨¢ una nueva saturaci¨®n de las carreteras ya existentes y ya congestionadas, que sirven de enlace de Pozuelo con la capital: carretera de La Coru?a y carretera de Extremadura, con sus interconexiones.
Los partidarios del plan -aunque sea como mal menor, para no tener que pagar indemnizacionesven en una ampliaci¨®n de la carretera de Castilla -que une la de Extremadura con la de La Coru?a- y en la construcci¨®n del Cuarto Cintur¨®n de Ronda, previsto en el planeamiento, la soluci¨®n a ese problema de los enlaces. A ella deber¨ªa a?adirse la que ofrece el tren que, potenciado sensiblemente, podr¨ªa enlazar directamente Pozuelo -como Majadahonda o Las Rozas- con la estaci¨®n de Pr¨ªncipe P¨ªo, a pocos metros de la plaza de Espa?a, en el mism¨ªsimo centro de la ciudad.
Los que se oponen al plan se preguntan, aun contando con la ampliaci¨®n de la carretera de Castilla y con la construcci¨®n del Cuarto Cintur¨®n, qu¨¦ puede pasar con los coches, una vez llegados al cuello de botella que supone la entrada en Madrid por la Moncloa. La Gerencia Municipal de Urbanismo dice que todav¨ªa no ha estudiado lo suficiente el tema.
Mientras, esas mismas fuerzas de oposici¨®n quieren buscar argumentos legales para lograr la revisi¨®n del plan. Su primer argumento se basa en una disposici¨®n transitoria de la ley del Suelo, que establece que los planes de ordenaci¨®n aprobados con posterioridad a la publicaci¨®n de la ley -el de ampliaci¨®n de la Casa de Campo lo fue un mes despu¨¦s- habr¨¢n de acomodarse a ¨¦sta. Y dentro de la ley del Suelo existe un art¨ªculo, el trece, que establece los est¨¢ndares m¨ªnimos que habr¨¢n de ser destinados a equipamiento y, por ende, cedidos al Ayuntamiento. El problema pudiera estar, de admitirse esta tesis, en ver si estos est¨¢ndares del art¨ªculo trece se ven cumplidos en el plan o no. Y hoy ning¨²n t¨¦cnico consultado por EL PAIS se ha atrevido a asegurar si se cumplen o no.
Una muralla como cierre de la Casa de Campo
Pero no son s¨®lo pol¨ªticos los que se oponen a este plan de ampliaci¨®n de la Casa de Campo. Hay tambi¨¦n grupos ecologistas que no ven con muy buenos ojos el proyecto. Para ellos, el que se hable de ampliaci¨®n de la Casa de Campo no supone m¨¢s que el encubrimiento de una operaci¨®n inmobiliaria, porque si se pretende mejorar ese recinto y a?adirle un nuevo espacio, lo que no se puede hacer es crearle una muralla -en forma de ciudad lineal- que aisle la Casa de Campo de la sierra madrile?a.Cuando el plan fue aprobado, en junio de 1976, el Ayuntamiento de Pozuelo present¨® varios recursos en contra del mismo. Todav¨ªa queda por resolver uno de ellos, el que fuera presentado frente al Ministerio de Obras P¨²blicas. Ese es el ¨²ltimo escollo que todav¨ªa falta por salvar. Una vez que el recurso sea resuelto -sobre todo si dice, como se espera, que el plan es perfecto- nada podr¨¢ impedir, jur¨ªdicamente, la construcci¨®n de esas 7.500 viviendas junto a la Casa de Campo. La ¨²nica forma ser¨ªa la de revisar el planeamiento y, dado que afectar¨ªa a terceros, habr¨ªa que pagar indemnizaciones: 2.000 millones de pesetas para un Ayuntamiento cuyo presupuesto anual no supera los 250 millones. Pero lo cierto es que si el plan se realiza, no ser¨ªa Pozuelo el ¨²nico perjudicado, sino toda el ¨¢rea metropolitana.
Lo cierto es que, con todo, la demanda de esas viviendas que podr¨ªan ser construidas existe. No se trata de crear una oferta por s¨ª sola. Muchos profesionales medios quieren contar con una vivienda de un standing m¨¢s o menos elevado, en una zona que se revaloriza en su consideraci¨®n social d¨ªa a d¨ªa. La soluci¨®n estar¨ªa en coordinar, de alguna forma, todas las necesidades creadas. Pero para ello se necesitar¨ªa, tal vez, que el urbanismo madrile?o de los ¨²ltimos a?os se hubiera desarrollado de otra forma.
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