Las tensiones en Ir¨¢n
?Despu¨¦s del im¨¢n Jomeini, algunos religiosos emplean t¨¦rminos como clase obrera, concepto considerado como contrario a la ideolog¨ªa isl¨¢mica. El te¨®rico de la revoluci¨®n isl¨¢mica, Bani Sadr, que no quiere mucho a los sovi¨¦ticos, public¨® en su diario, el 20 de octubre ¨²ltimo, un art¨ªculo sensacional para demostrar que la revoluci¨®n isl¨¢mica hab¨ªa perjudicado m¨¢s a la URSS, lo que le parec¨ªa sencillamente escandaloso. "Hemos hecho indirectamente eljuego de los americanos en Ir¨¢n, al igual que en ios pa¨ªses vecinos, como Afganist¨¢n." De esta forma atacaba al Gobierno Bazargan, al que acusa de querer restaurar el r¨¦gimen del sha sin el sha, opini¨®n que comparte ampliamente el clero bajo, as¨ª como los partidos de izquierda.Se comprende que en este clima de fiebre antiamericana, el encuentro, la semana ¨²ltima, en Argelia, de Bazargan con Brzezinski pareciese una provocaci¨®n. El primer ministro iran¨ª estaba acompa?ado por dos personalidades consideradas como proamericanas: Jazdi y Tchamiran, respectivamente, ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa. Imprudencia suplementaria: no solamente Bazargan no exigi¨® la extradici¨®n del sha, sino que se limit¨® a informar que hab¨ªa recibido seguridades de que el sha no desarrollar¨ªa actividades pol¨ªticas en Estados Unidos.(...)
El primer ministro iran¨ª se expon¨ªa, de esta forma, a los golpes fatales que sus adversarios se preparaban a asestarle desde hace dos semanas. (...)
El ¨®rgano del Partido Comunista participa del entusiasmo del clero. "La estupidez de los americanos es insondable", nos dice con j¨²bilo el secretario general del partido Kianouri: "`No se comprende el as¨ªlo que acaban de conceder al sha."
Sin embargo, la mayor¨ªa de los observadores cree que la operaci¨®n est¨¢ dirigida principalmente contra el Gobierno de Bazargan. (...)?
6 de noviembre
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