Las futuras escuelas de funcionarios docentes, sometidas a consulta p¨²blica

La desconfianza en la formaci¨®n que imparten las escuelas del magisterio y las facultades universitarias, de las que salen la mayor¨ªa de los docentes espa?oles, parece ser la raz¨®n de fondo que anima al Ministerio de Educaci¨®n a llevar adelante su proyecto de creaci¨®n de unas ?escuelas de selecci¨®n, formaci¨®n y perfeccionamiento del profesorado estatal de EGB, BUP y Formaci¨®n Profesional?.El documento que contiene las ideas b¨¢sicas de este proyecto, que ayer fue facilitado a los medios informativos, se someter¨¢ a consulta de todas las asociaciones profesionales, sindicales y de padres de alumnos para que emitan sus opiniones antes del pr¨®ximo 15 de diciembre. El anteproyecto de ley podr¨ªa estar redactado en febrero del pr¨®ximo a?o.

En una conferencia de prensa, convocada expresamente para explicar dicho documento, el titular de Educaci¨®n, Jos¨¦ Manuel Otero, se?al¨® que, ni las escuelas ni las facultades universitarias garantizan la capacidad profesional necesaria para el ejercicio de la docencia. Por ello, y sin perjuicio de la necesaria reforma de los actuales centros de formaci¨®n del profesorado, el Ministerio de Educaci¨®n considera imprescindible crear sus propias escuelas, que el documento llama ?centros superiores de formaci¨®n del profesorado?.

Pretenden estos centros, adem¨¢s de una mejora de la calidad del profesorado de la escuela p¨²blica, sustituir con ventaja el tradicional sistema de oposiciones para la selecci¨®n de los funcionarios docentes.

Las futuras escuelas seleccionar¨¢n a sus aspirantes al ingresar y a lo largo del per¨ªodo de permanencia en las mismas, todav¨ªa no establecido, pero que se pretende de una duraci¨®n semejante al tiempo necesario para la preparaci¨®n de las actuales oposiciones. ?Al funcionariado s¨®lo acceder¨¢n los mejores de los que ingresen?, seg¨²n explic¨® el ministro, quien, no obstante, se mostr¨® partidario de mantener el sistema de oposiciones.

Dijo tambi¨¦n el ministro que estos centros de formaci¨®n del profesorado no deber¨ªan ser interpretados como una alternativa a los Institutos de Ciencias de la Educaci¨®n, que siguen conservando su quehacer en el campo de la formaci¨®n del profesorado universitario.