Un chiste desafortunado del alcalde de Oviedo,

Luis Riera, de UCD, ante el vicepresidente del Gobierno, Fernando Abril, y los alcaldes de las dem¨¢s ciudades sedes del Mundial-82 ha provocado una nueva guerra period¨ªstica, consecuencia de la vieja rivalidad localista que, por las apariencias, no ha sido, a¨²n superada.Para sacudirse el complejo de inferioridad de representar a una ciudad que, pese a ser capital de provincia, tiene a su equipo en Segunda Divisi¨®n cuando el Sp¨®rting de Gij¨®n va embalado por delante del Real Madrid, el se?or Riera se larg¨® el farol de que un conjunto de un barrio de Oviedo, el Sp¨®rting, le meti¨® recientemente cuatro goles al Barcelona. La noticia, publicada en La Nueva Espa?a, de Oviedo, obtuvo una inmediata respuesta en la prensa gijonesa, que replic¨® lament¨¢ndose de que ?el circo no haya descubierto a¨²n a Luis Riera? y trascendentalizando sobre los riesgos del centralismo ovetense a que puede conducir la autonom¨ªa asturiana. Orlando Sanz, el periodista que escuch¨® la versi¨®n del chiste del propio alcalde, ha sido acusado de fustigar a Gij¨®n en cuanto tiene la menor oportunidad.