Antal Dorati: "Estamos obligados a mostrar una panor¨¢mica de la m¨²sica"
Entrevista con el director de la Orquesta Sinf¨®nica de Detroit
El director de orquesta h¨²ngaro Antal Dorati, uno de los m¨¢s c¨¦lebres del mundo, ha estado en Barcelona y Madrid estos d¨ªas al frente de su actual orquesta, la Sinf¨®nica de Detroit, que realiza hasta el mes de enero una gira europea. Hombre alegre, cordial, a sus 73 a?os, mantiene una actividad incesante en todos los campos de la m¨²sica.
Composiciones, discos, organizaci¨®n de festivales, direcci¨®n de orquesta, Antal Dorati sigue siendo una de las primeras personalidades del mundo musical.Pregunta. Maestro, usted naci¨® en Hungr¨ªa, pero ?es de origen h¨²ngaro?
Respuesta. Mi familia es h¨²ngara, al menos en lo que yo conozco, en cinco o seis generaciones. Hay tambi¨¦n alg¨²n antepasado austr¨ªaco y franc¨¦s. Todos en mi familia fueron m¨²sicos, algunos bastante buenos. Mi padre influy¨® mucho en mi vocaci¨®n; ten¨ªa una personalidad muy fuerte. M¨ª primer maestro, Leo Weiner, me ense?¨® a amar la m¨²sica. Kodaly tambi¨¦n fue hombre decisivo para m¨ª.
P. ?Hasta qu¨¦ punto ha incorporado lo contempor¨¢neo a su repertorio?
R. Hasta donde soy capaz de llegar. Cuando era joven era extremista, pero entonces los llamados j¨®venes compositores eran mayores que yo. Hoy yo soy m¨¢s viejo, claro, que los j¨®venes autores. Por supuesto, entiendo lo que hacen, pero no puedo sentirlo. A mi edad se produce lo que se siente y, en todo caso, se aporta experiencia de una larga vida dedicada a la m¨²sica. No obstante, esto no significa que nunca aborde la composici¨®n contempor¨¢nea. La Orquesta Sinf¨®nica de Detroit estrena obras de j¨®venes, pero ¨¦sa no es mi l¨ªnea habitual. Tiene que considerar que nuestra orquesta cubre un vasto territorio, casi Europa. Y ante esos millones de personas estamos obligados a mostrar una panor¨¢mica completa de la historia musical.
P. ?Cu¨¢l ser¨ªa la diferencia fundamental entre una orquesta europea y una americana?
R. Las orquestas americanas tienen otra ?marcha?, otro impulso, otra manera. Una orquesta europea puede ser buena o mala. En Estados Unidos puede ser muy buena, buena, o no demasiado buena. El nivel es m¨¢s alto en Am¨¦rica, al menos siempre es aceptable.
P. ?C¨®mo se definir¨ªa como compositor?
R. Soy racialmente h¨²ngaro y reconozco en Bartok y Kodaly a dos grandes figuras de la composici¨®n contempor¨¢nea. Pero en m¨ª, el nacionalismo est¨¢ lejos, porque vivo en el mundo y no en un peque?o pa¨ªs.
P. ?Cu¨¢ntos ensayos emplea la Orquesta de Detroit para preparar un concierto?
R. Normalmente, cuatro. Otra cosa es para hacer una gira como ¨¦sta, donde las obras se han preparado en casa. Llevamos doce obras.
P. Usted es uno de los directores que cuenta con m¨¢s amplia discograf¨ªa. ?Cu¨¢les ser¨¢n las pr¨®ximas?
R. No puedo decirlo. Es un secreto de las compa?¨ªas a causa de la competencia. De Haydn he grabado todas las sinfon¨ªas y los grandes oratorios y, dentro de un mes, en Londres, continuar¨¦ con el resto de las ¨®peras que faltan, conciertos de piano (con mi mujer Ilse von Alpenheim), otros conciertos ... ; la grabaci¨®n de Haydn no se acaba nunca.
P. ?Ha dirigido m¨²sica espa?ola?
R. S¨ª. Me gusta mucho. Conoci a Falla en el a?o 1935 ¨® 1936, en Barcelona, mientras yo dirig¨ªa su Sombrero. Falla iba a los ensayos y me dijo cosas muy valiosas que sigo teniendo en cuenta. He dirigido mucho en Espa?a, aunque nunca como ahora, a mi propia orquesta. Siempre que vengo a Madrid voy al Prado y a ver los frescos de Goya en San Antonio de la Florida. Adem¨¢s, la sala del Teatro Real me parece la m¨¢s grata y acogedora del mundo.
P. ?Cree que es conveniente que una orquesta cambie con frecuencia de director?
R. No; en absoluto. Es mejor que sea el mismo. Todas las grandes orquestas permanecen largo tiempo con el mismo director. Recuerde los 45 a?os de Mengelberg en la Concertgebouw, los veinticinco de Stokowski con Filadelfia o los cuarenta de Ormandy en esta misma orquesta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.