Henri Levy:"No soy un hombre de derechas"
Se est¨¢ traduciendo al espa?ol su ¨²ltimo libro
Bernard Henri L¨¦vy, el joven pensador a quien todo el mundo identifica con el movimiento de la nueva filosof¨ªa francesa -que muchos a su vez meten en el saco de la nueva derecha- pas¨® por Madrid y particip¨® en el duro y animado debate del programa de TVE La clave del s¨¢bado pasado. El se?or L¨¦vy, 31 a?os, acaba de publicar, la primavera pasada, su segundo libro: El testamento de Dios, que se est¨¢ traduciendo al espa?ol tras el ¨¦xito clamoroso y por distintas razones del primero, La barbarie de rostro humano. ?No soy un hombre de derechas?, ha dicho a EL PAIS. ?Invito a los j¨®venes a pensar con sus propias cabezas.?
Se trata de una figura conflictiva. Por un lado, en las colecciones que Bernard Henri L¨¦vy dirige en la editorial Grasset, se han publicado la mayor¨ªa de los libros de Benoist, Guerin, Dolle, Glucksmann, Guy Lardreau, es decir, de los que se consideran los puntales de la vuelta a la filosof¨ªa en el sentido m¨¢s viejo de la palabra. Es decir, de los nuevos fil¨®sofos. En todos estos libros se contienen ataques a la Uni¨®n Sovi¨¦tica, a los partidos comunistas occidentales y al marxismo. En todos se mantienen posiciones de corte anarquista, a veces neoplat¨®nico, a veces nihilista. Por eso, L¨¦vy puede pasar por uno de los puntales de esta corriente. ?Como corriente, la nueva filosof¨ªa no existe?, dijo a EL PAIS Bernard Henri L¨¦vy. ?No hay ninguna coherencia com¨²n. Es una etiqueta fabricada por los medios de comunicaci¨®n. Yo, Bernard Henri L¨¦vy, pienso solo. O m¨¢s exactamente, esos j¨®venes con quien me identifico son los Soljenitsin, los Bukovski, los izquierdistas italianos que rechazan el compromiso hist¨®rico, los vietnamitas que lucharon primero contra el imperialismo yanqui y ahora luchan contra el r¨¦gimen comunista... Todos esos son los nuevos fil¨®sofos. Si me tengo que identificar con un grupo lo har¨¦ con los que luchan contra el totalitarismo.??Para m¨ª, para cualquier pensador, hay una ¨²nica cuesti¨®n: c¨®mo ser antifascista hasta el final. Hay una corriente en Francia y en toda Europa que dice que la idea de derecha e izquierda no significa nada. Pues bien, yo creo lo contrario. Hay una izquierda y hay una derecha. Y creo que hay dos criterios simples para distinguir una de otra, lo cual es muy importante. El primero es el criterio de los derechos humanos. La gente de izquierda los defiende y los respeta. La derecha es el terrorismo de Estado y de los individuos, al fin dos terrorismos que confluyen en lo mismo. El segundo criterio se refiere a los proyectos, a la toma del poder. La izquierda lo quiere para aligerar los sufrimientos humanos, conscientemente. La derecha toma el poder para acrecentarlos. Creo que los partidos comunistas occidentales, y el espa?ol, que hace la apolog¨ªa del ej¨¦rcito y la Iglesia, son tambi¨¦n partidos reaccionarios.?
En cambio, a Bernard Henri L¨¦vy, y en general a todos los nuevos fil¨®sofos -franceses y no franceses- se les considera como gente de derechas, de la nueva derecha incluso, esa que se manifest¨® en Francia el verano pasado, aunque las posturas del fil¨®sofo no tengan nada que ver con los nuevos pensamientos biologistas, o con esos terrenos de la especulaci¨®n de los or¨ªgenes que rayan con la ciencia-ficci¨®n. ?Yo he sido el primero en denunciar en Francia a la nueva derecha, y ese es de hecho el tema central de mi ¨²ltimo libro, El testamento de Dios. Creo que se trata de la vuelta del nazismo, de una derecha en consecuencia muy vieja, pero que hoy es en Europa el peligro n¨²mero uno.?
L¨¦vy, uno de los periodistas a quienes Videla no permiti¨® la entrada en Argentina como enviado especial al Mundial de F¨²tbol, pero cuya cr¨®nica, nada derechista, se public¨® en toda Europa, se reclama del mayo del 68. ?Lo esencial de mayo 68?, dijo a EL PAIS, ?es que fue un movimiento antimarxista y anticomunista de masas. Los j¨®venes, a trav¨¦s de la lucha antiautoritaria, atacaban a un tiempo al PCF y al poder de De Gaulle. No era ya la eterna extrema izquierda mendigando un lugar en las filas de la izquierda tradicional. Era otra tradici¨®n de inspiraci¨®n anarquista que sal¨ªa a la superficie y que romp¨ªa con ella. El tema central del mayo, que a¨²n sigue vigente, es que para vencer a la derecha hay que romper la izquierda.?
El tema del sistema concentracionario como algo m¨¢s que una met¨¢fora del Estado le obliga a la denuncia del nazismo y del gulag. Se ha dicho tambi¨¦n que se les podr¨ªa llamar los nuevos fil¨®sofos jud¨ªos. ?Lo que s¨ª es seguro?, dice Bernard Henri L¨¦vy, ?es que cuando uno viene de una familia que ha sido exterminada en los campos de concentraci¨®n nazis, o que ha luchado desde 1936 contra el nazismo, todo esto condiciona el pensamiento. Cuando se es el heredero de una tradici¨®n de opresi¨®n y resistencia milenaria, esto da una sensibilidad muy particular, quiz¨¢, para detectar el fascismo y el totalitarismo.? Y, comentando el pol¨¦mico debate en que se enfrent¨® antes que con nadie con Santiago Carrillo y con Alfonso Osorio -?Son dos hombres de derechas?, dijo-, anuncia que ?habr¨¢ novedades importantes sobre el tema de Trilla en los pr¨®ximos meses?.
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