Un Estatuto para la reconstrucci¨®n de Galicia
Secretario general del Partido Comunista de GaliciaHan concluido los debates en la ponencia que discuti¨® el proyecto de Estatuto de Autonom¨ªa para Galicia, despu¨¦s de incomprensibles retrasos, aplazamientos y escaso eco en los medios de comunicaci¨®n. Aspectos todos ellos a cargar en la cuenta de UCD, que en todo momento ha querido evitar incidencia en la opini¨®n p¨²blica gallega, de los aspectos m¨¢s controvertidos de su proyecto inicial y, de forma mucho m¨¢s grave a¨²n, se ha esforzado por endosar al pueblo gallego un Estatuto de segunda categor¨ªa.
Se ha debatido y continuar¨¢ pr¨®ximamente en la comisi¨®n la configuraci¨®n de lo que, en definitiva, pueda ser la constituci¨®n del autogobierno gallego, cumpliendo as¨ª uno de los importantes presupuestos que la Constituci¨®n del Estado recoge en su disposici¨®n transitoria segunda. Dicha disposici¨®n viene al encuentro de la primera experiencia auton¨®mica gallega, valorando la importancia de tener Galicia un estatuto plebiscitado en el pasado. Es evidente que un tratamiento semejante para Galicia, Catalu?a y Euskadi parte del hecho hist¨®rico se?alado y de la realidad y homogeneidad nacional de Galicia, lo que legitima la aspiraci¨®n del pueblo gallego a tener un estatuto no inferior a los logrados por aquellas otras nacionalidades hist¨®ricas.
Precisamente en este momento, tras un per¨ªodo de legalidad democr¨¢tica y sin menoscabo para otras fuerzas pol¨ªticas, es de justicia hist¨®rica reconocer el papel y la constancia del Partido Comunista de Galicia (PCG) en la lucha por la autonom¨ªa gallega, por el reconocimiento pol¨ªtico de su personalidad.
En primer lugar, que en la etapa pol¨ªtica anterior esgrimi¨® el estatuto de 1936 como referencia clave para el establecimiento del autogobierno gallego, cuando la mayor¨ªa de las fuerzas pol¨ªticas o se opon¨ªan a la autonom¨ªa, o no mov¨ªan un solo dedo por su consecuci¨®n.
En la misma l¨ªnea, es importante tener presente que fue el partido que primero present¨® un proyecto de decreto de constituci¨®n de la Xunta preauton¨®mica; y a¨²n m¨¢s importante, que el primer proyecto de estatuto de autonom¨ªa que contemplaba la realidad gallega de hoy fue asimismo elaborado y presentado por el PCG ante la opini¨®n p¨²blica.
En segundo lugar, conviene recordar que a esa referencia y objetivo auton¨®mico respondi¨® con una estrategia pol¨ªtica que posibilitaba el logro del estatuto. De ah¨ª y de la necesaria reconstrucci¨®n nacional de Galicia naci¨® la pol¨ªtica de unidad nacional gallega, que favorec¨ªa la convergencia de todas las fuerzas autonomistas, cuyo fruto m¨¢s destacado fue la comisi¨®n de los diecis¨¦is y su proyecto unitario de Estatuto.
Fue factor fundamental en el logro de las grandiosas movilizaciones del 4 de diciembre, en que cientos de miles de gallegos salieron a la calle para reivindicar su autogobierno.
Es m¨¦rito de esa pol¨ªtica el que la lucha por la autonom¨ªa sea la m¨¢s alta expresi¨®n de la reivindicaci¨®n nacional gallega e instrumento esencial de la unidad de sus fuerzas. Se trata de una pol¨ªtica que coloca por encima de sus intereses estrechos de partido el inter¨¦s nacional de Galicia.
Hoy sigue vigente el esfuerzo del PCG por lograr el m¨¢s amplio acuerdo de las fuerzas pol¨ªticas gallegas y el relanzamiento de Galicia.
Hoy sigue vigente el esfuerzo del PCG por lograr el m¨¢s amplio acuerdo de las fuerzas pol¨ªticas gallegas y el respaldo de las fuerzas autonomistas a nivel del Estado, para impedir que el Estatuto de Galicia sea, por obra y gracia del Gobierno de UCD, de segunda divisi¨®n (por usar un s¨ªmil deportivo), teniendo en cuenta, adem¨¢s, que se trata del primer estatuto para una nacionalidad de la Espa?a subdesarrollada.
El anteproyecto elaborado por la comisi¨®n de los diecis¨¦is, en que estaban UCD, PSOE, PCG, PG, POG, CD y PT, fue posteriormente modificado por la Asamblea de Parlamentarios para dar lugar al actual proyecto, presentado el 28 de junio al Congreso de los Diputados, con el apoyo del PSOE, UCD y CD, si bien un tiempo despu¨¦s el PSOE revis¨® su primera valoraci¨®n positiva, a impulsos de las cr¨ªticas hechas al proyecto.
El PCG critic¨® aquel texto y propuso como objetivo inmediato lograr mejorarlo en la l¨ªnea de la comisi¨®n de los diecis¨¦is. Ello justifica nuestra insistencia en abrir un marco unitario que negocie con mayor fuerza y peso en el Parlamento y que movilice por el Estatuto al conjunto del pueblo gallego, asegurando as¨ª un autogobierno real.
Como contribuci¨®n al necesario esfuerzo colectivo de las fuerzas gallegas, el Partido Comunista de Galicia present¨® motivos de desacuerdo, algunos de los cuales son:
1.? La exigencia de un mayor rigor en la oficialidad del gallego, sin menoscabo de la cooficialidad del castellano, y m¨¢s expresa obligatoriedad de su uso en el ¨¢mbito p¨²blico de la comunidad aut¨®noma.
2.? Subrayar el car¨¢cter principal de la representaci¨®n del Parlamento, antes que cualquier otro, en tanto que expresi¨®n de la soberan¨ªa del pueblo que la Constituci¨®n consagra.
3.? Que la circunscripci¨®n electoral sea la provincia, para asegurar que el sistema proporcional no se convierta en mayoritario. Eliminar todo porcentaje m¨ªnimo para tener derecho a la representaci¨®n parlamentaria..
4.? Que la ense?anza sea competencia exclusiva del poder gallego y se asegure el uso del idioma gallego en todos sus niveles y ¨¢mbitos.
5.? Dotar a la comunidad aut¨®noma de medios para el desarrollo legislativo y ejecuci¨®n del r¨¦gimen de radio, televisi¨®n y prensa, as¨ª como la posibilidad de organizar sus propios canales de comunicaci¨®n de masas.
6.? Destacar de forma especial aquellas competencias que se refieren al campo y a la pesca, as¨ª como dotar a Galicia de competencias y medios financieros que le permitan afrontar el subdesarrollo. Capacidad de creaci¨®n del sector p¨²blico por la propia comunidad aut¨®noma.
7.? Asegurar la posibilidad de que sea el futuro parlamento quien regule, a trav¨¦s de la ley, la organizaci¨®n de la administraci¨®n p¨²blica. Impedir que las diputaciones reduzcan capacidad y competencia a los ¨®rganos auton¨®micos.
Esas enmiendas ten¨ªan tienen como objetivo conseguir un amplio grado de autogobierno en el marco de la Constituci¨®n, asegurando que se identifiquen con el Estatuto todas las fuerzas pol¨ªticas y sociales, y as¨ª asegurar la contribuci¨®n activa del pueblo gallego a su propia reconstrucci¨®n nacional y a la consolidaci¨®n del proceso democr¨¢tico. Se apoyan en el esp¨ªritu unitario de la comisi¨®n de los diecis¨¦is y de su anteproyecto.
Concluido el debate de la ponencia cabe una primera opini¨®n sobre sus resultados. Una valoraci¨®n de urgencia pone de manifiesto varios hechos.
En primer lugar, un extraordinario esfuerzo de UCD por reducir el impacto p¨²blico del Estatuto gallego y, a la vez, por ocultar las contradicciones y tensiones habidas en su seno, adem¨¢s de ocultar en todo el proceso sus verdaderas intenciones de descafeinar el texto necesariamente progresista.
Es necesario resaltar la incidencia negativa. en la opini¨®n p¨²blica gallega, que ve¨ªa en la UCD de Galicia un simple instrumento del poder central y no una representaci¨®n gallega, corroborado por la postura n¨ªtida de P¨¦rez Puga y P¨ªo Cabanillas.
En segundo lugar, un intento, afortunadamente frustrado, de realizar una pol¨ªtica bipartidista (lo que dicho entre par¨¦ntesis no ser¨ªa m¨¢s que reforzar a¨²n m¨¢s el casi absoluto monopolio de UCD de Galicia y colocar al PSOE en un terreno de supeditaci¨®n constante), tendente a asegurar el predominio de la derecha caciquil, y plasmado en una reducci¨®n del n¨²mero de diputados al Parlamento gallego, que pasar¨ªa, seg¨²n esa intenci¨®n, de 120 a setenta diputados, manteniendo el tope del 3% del censo electoral, como m¨ªnimo, para acceder al Parlamento y con la pretensi¨®n de distribuir el n¨²mero de diputados por provincia de forma no proporcional, sino potenciando las provincias de mayor peso caciquil (digo afortunadamente frustrado porque el PSOE mantiene aqu¨ª motivos de desacuerdo).
En tercer lugar, cabe se?alar que en los ¨²ltimos momentos se dio un avance importante y que valoramos positivo en cuanto a competencias en los temas de ense?anza, Seguridad Social, sanidad, radiotelevisi¨®n, hacienda.
Si bien consideramos que los debates de la comisi¨®n han de tender a corregir y mejorar aspectos decisivos, como el art¨ªculo 32/4, composici¨®n y distribuci¨®n por circunscripci¨®n de los miembros del Parlamento, etc¨¦tera.
Y por ¨²ltimo cabe destacar que ese avance fue posible gracias a la convergencia de la izquierda y a su coincidencia en casos importantes con el sector m¨¢s autonomista de UCD.
Concluida esa primera etapa, se abre un per¨ªodo corto hasta el inicio de los debates en la Comisi¨®n Constitucional. Evidentemente aparecen dos objetivos claros. De una parte, consolidar los aspectos positivos alcanzados en la ponencia, y de otra, provocar la correcci¨®n de los aspectos negativos que el proyecto contiene e impedir se introduzca el punto cuatro del art¨ªculo 32, que consta como motivo de desacuerdo del Gobierno; lo que de continuar facilitar¨ªa las cosas a UCD en su pretensi¨®n de reducir el contenido del Estatuto.
Un segundo aspecto que favorecer¨¢ la ruptura con cierta apat¨ªa consiste en crear un frente ¨²nico en base: a la soluci¨®n de los aspectos fundamentales a¨²n no contemplados en el Estatuto y en el que la unidad de la izquierda (PSOE -PCG-UG-PT) favorezca la coincidencia con sectores de UCD e incluso de CD.
Y en tercer lugar se impone la necesidad de conseguir la movilizaci¨®n por diferentes caminos de la opini¨®n p¨²blica gallega, dado que la idea del Gobierno es incluso retroceder en lo conseguido, como deja ver el se?or Oliart.
Fuerzas pol¨ªticas, sindicales, instituciones culturales, municipios, personalidades de la vida pol¨ªtica, cultural, etc¨¦tera; el conjunto del pueblo gallego ha de vibrar ante la necesidad de un Estatuto Progresivo.
Es conocida nuestra cr¨ªtica al sector m¨¢s centralista de la UCD en Galicia, pero, aun manteni¨¦ndola en muchos aspectos, se trata de ganar su postura favorable a una mejora sustancial del proyecto aprobado en ponencia. Ser¨ªa un error no propiciarlo en todo lo posible, impuls¨¢ndoles a tener una postura m¨¢s decidida en favor de las reivindicaciones gallegas.
En reciente declaraci¨®n del comit¨¦ ejecutivo del PCG se se?alaba, entre otros aspectos, que la pol¨ªtica del Gobierno orientada a defender los intereses de los grandes monopolios y empresas multinacionales no ten¨ªa en cuenta ni la existencia de desequilibrios entre nacionalidades y regiones, ni el paro, ni las dificultades financieras, ni la realidad de la crisis en el campo y el mar de Galicia. Si eso es as¨ª, la mayor¨ªa del pueblo gallego, incluyendo tambi¨¦n a la inmensa mayor¨ªa de empresarios y comerciantes, tambi¨¦n ser¨¢ duramente afectada por la crisis, pero de forma m¨¢s aguda por la soluci¨®n antigallega que el Gobierno preconiza. Quiere ello decir que incluso sectores econ¨®micos gallegos que tienen su expresi¨®n pol¨ªtica en UCD y que tradicionalmente vienen adoptando posturas en favor de una pol¨ªtica m¨¢s centralista van a ser lesionados en sus intereses.
El Estatuto de Autonom¨ªa, adem¨¢s de instrumento de organizaci¨®n de toda la vida pol¨ªtica, econ¨®mica, cultural, etc¨¦tera, de Galicia ha de constituir un elemento fundamental en la soluci¨®n de la crisis econ¨®mica. Por lo cual su contenido determinar¨¢ su capacidad operativa en tal sentido, y ello justifica nuestra insistencia en abrir un marco unitario de las fuerzas gallegas, sin excepci¨®n, que negocie con mayor fuerza y respaldo en la Comisi¨®n Constitucional, frente a posiciones centralistas, y que movilice el entusiasmo del pueblo gallego para asegurar un autogobierno real.
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