La concentraci¨®n derechista en la plaza de Oriente, intransigente contra las autonom¨ªas

Unas 800.000 personas, seg¨²n los organizadores, y 400.000, seg¨²n la Polic¨ªa Municipal madrile?a, acudieron el domingo pasado a la concentraci¨®n convocada por la Confederaci¨®n Nacional de Excombatientes en el cuarto aniversario de la muerte del anterior jefe del Estado, Francisco Franco. Los diversos oradores insistieron en duras criticas contra la situaci¨®n pol¨ªtica actual, especialmente contra el proceso auton¨®mico, que consideraron peligroso para la unidad de Espa?a. No se registraron incidentes, ni se produjeron gritos contra el Gobierno u otras instituciones del Estado.

Los manifestantes portaban numerosas banderas nacionales, brazaletes y pegatinas con los mismos colores, y pancartas y carteles con lemas alusivos a la unidad de Espa?a Y a Franco. Al comenzar el acto estaban llenas aproximadamente las mismas zonas que el a?o anterior: el centro de la plaza y avenidas; adyacentes, aunque hab¨ªa grandes claros en la parte contigua al. Teatro Real.Entre los manifestantes hab¨ªa. preponderancia de: fuera de Madrid. Los j¨®venes iban mayoritariamente uniformados con camisas falangistas o pardas, cerreajes y guantes negros de cuero, portando gallardetes y banderas, todo ello entre un mar de banderas nacionales. Los j¨®venes de Fuerza Nueva permanecieron en formaci¨®n militar en un lado de la plaza, y salieron de la concentraci¨®n sin romper la formaci¨®n, desfilando a golpe de tambor.

En la tribuna presidencial estaban Jos¨¦ Antonio Gir¨®n. y Luis Peralta (Excombatientes), Raimundo Fern¨¢ndez-Cuesta (Falange), Jes¨²s Casariego (Tradicionalistas), Santiago Mart¨ªnez Campos (J¨®venes Tradicionalistas), Blas Pi?ar (Fuerza Nueva), Luis J¨¢udenes (fundador de Derecha Democr¨¢tica Esna?ola). la duquesa de Franco y su marido, Pilar Primo de Rivera y el obispo dimisionario de Mestre (Brasil), monse?or Amadeo Gonz¨¢lez, Ferreiro. Estos cuatro ¨²ltimos no pronunciaron discursos, pero monse?or Ferreiro dirigi¨® los rezos. De paisano, entre el p¨²blico, estaban los generales De Santiago e Iniesta.

La unidad de Espa?a, en peligro

Abri¨® el acto Luis Peralta, que afirm¨® que la concentraci¨®n ten¨ªa un significado profundamente religioso, en memoria de Franco y Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera, e hizo alusi¨®n a ?unos estatutos denominados de autonom¨ªa, aprobados todos sabemos c¨®mo?, para despu¨¦s dar el orden del desarrollo de la manifestaci¨®n.

A continuaci¨®n se ley¨® la Oraci¨®n por los ca¨ªdos, de S¨¢nchez Mazas, y monse?or Ferreiro enton¨® un responso y dirigi¨® el rezo de un padrenuestro. El turno de oradores propiamente dicho fue abierto por un representante del Colegio Mayor Antonio Rivera-Mara, quien expres¨® su fe ciega en la unidad de Espa?a. Santiago Mart¨ªnez Campos dijo que se intenta cambiar el mapa de Espa?a, y que de ello son responsables el centro y la derecha liberal, que ?siempre han traicionado a Espa?a en los momentos dif¨ªciles?. El representante de las Juventudes Tradicionalistas agreg¨® que hay que mantener la unidad de la Patria ?cueste lo que cueste?, y que su grupo no concibe tal unidad desde la democracia.

Luis J¨¢udenes afirm¨® que los separatismos, aliados con el marxismo ycon la complicidad de un Gobierno ?irresponsable y fr¨ªvolo?, pretenden sustraer a la soberan¨ªa nacional regiones espa?olas. Tambi¨¦n sostuvo que los valores religiosos y morales, consustanciales con la esencia de Espa?a, est¨¢n en trance de desaparici¨®n, y que se vulneran los derechos fundamentales de la persona. Finalmente pidi¨® que todos cerrasen filas bajo el inter¨¦s de la Patria.

En nombre de los tradicionalistas, Casariego habl¨® de momentos desconcertantes y grav¨ªsirnos -?des¨®rdenes, cr¨ªmenes, anarqu¨ªa?-; manifest¨® que han fracasado todas las promesas y ?f¨®rmulas m¨¢gicas de demoliberalismo europeizante? del actual r¨¦gimen y pidi¨® una unidad de Espa?a, pero foral, ?no la del centralismo a estilo de la revoluci¨®n francesa?.

Fern¨¢ndez Cuesta dijo que la unidad de Espa?a ha sido puesta en peligro por quienes no se consideran espa?oles, en contra de la voluntad de quienes s¨ª quieren serlo, y pidi¨® que se vuelva a ?la situaci¨®n de paz y convivencia de los a?os considerados como dictadura vergonzosa por quienes le juraron lealtad y que ahora han quebrantado?. El discurso de Blas Pi?ar fue el que encontr¨® m¨¢s eco, a juzgar por los aplausos que recogi¨®. Tras dibujar una situaci¨®n apocal¨ªptica, generaliz¨¢ndola a toda la civilizaci¨®n occidental, afirm¨® que Espa?a ha reaccionado, y que esta reacci¨®n ha sido puesta en marcha en gran medida por Fuerza Nueva, su partido. ?Tenemos fe, patriotismo, una bandera roja y gualda, una juventud ardorosa, las mujeres m¨¢s bellas y femeninas, a los trabajadores?.

El ¨²ltimo discurso fue el de Gir¨®n, que dijo que Espa?a est¨¢ amenazada por ?el enemigo de siempre?, y pidi¨® repetidamente unidad frente a la pugna de los partidos, la indiferencia, los agitadores, el desorden, la lucha de clases, los estatutos de autonom¨ªa y los ultrajes a Espa?a y sus s¨ªmbolos. ?Caudillo Blas Pi?ar? fue uno de los gritos m¨¢s coreados, junto a ?Espa?a entera, una sola bandera?, ?Unidad? y ?Franco, Franco?.

Despu¨¦s del canto de varios himnos - Cara al Sol, Oriamendi, Legionario- y la transmisi¨®n por los altavoces del himno nacional, la concentraci¨®n se fue disolviendo lentamente, obedeciendo a las consignas de los organizadores, que pidieron en varias ocasiones un final sin incidentes.

Fuertes contingentes de la Polic¨ªa Nacional hab¨ªan sido instalados en las inmediaciones y cortaban el paso a las zonas donde est¨¢n ubicados los principales edificios oficiales, sobre todo la Direcci¨®n de Seguridad del Estado -no se pod¨ªa ni entrar en la Puerta del Sol-, el palacio de la Moncloa y el Ministerio del Interior. La vigilancia se mantuvo hasta la tarde.

Durante todo el d¨ªa -y tambi¨¦n desde la noche de antes- numerosos autom¨®viles alborotaron por la ciudad haciendo sonar sus bocinas y enarbolando banderas nacionales, aunque no se tienen noticias de incidentes. En alguna ocasi¨®n, la Polic¨ªa Nacional oblig¨® a los ocupantes de estos autom¨®viles a quitar las pegatinas que imped¨ªan ver las matr¨ªculas de los veh¨ªculos.

En su conferencia de prensa habitual de los lunes, Josep Meli¨¢, portavoz del Gobierno, manifest¨® que ¨¦ste no ha hecho ninguna valoraci¨®n de la manifestaci¨®n, y acepta los datos proporcionados por la polic¨ªa gubernativa. Sobre el uso de la bandera espa?ola en el acto, Meli¨¢ record¨® las disposiciones que proh¨ªben la utilizaci¨®n partidista de la ense?anza bicolor, ?pero no s¨¦ si existe previsi¨®n de sanci¨®n en caso de transgresi¨®n de esta disposici¨®n?. ?En mi opini¨®n?, agreg¨®, ?esa norma est¨¢ a la espera de la tipificaci¨®n de los supuestos delitos.? Tambi¨¦n dijo que si alguno de los discursos pronunciados en la plaza de Oriente es susceptible de querella, ser¨¢ enviado al fiscal.

Para hoy, d¨ªa en que se cumple el aniversario de las muertes de Francisco Franco y Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera, est¨¢n previstos varios actos en la bas¨ªlica del Valle de los Ca¨ªdos, en memoria de estas dos personalidades hist¨®ricas.