Francia conf¨ªa en el ¨¦xito de la visita de Su¨¢rez a Par¨ªs
?Quiz¨¢ podamos volver la p¨¢gina?, repiti¨® ayer intencionadamente una fuente autorizada, cercana a la presidencia de la Rep¨²blica Francesa, al manifestarse sobre el posible resultado de la visita que el lunes pr¨®ximo inicia en Francia el presidente del Gobierno espa?ol, Adolfo Su¨¢rez. Esta misma fuente subray¨® el malestar que ha producido en Francia el retraso de un viaje que ya fue anunciado por primera vez hace un a?o, y valor¨® las conversaciones que van a celebrarse en Par¨ªs como ?muy importantes e incluso determinantes para el futuro de las relaciones bilaterales y de cara a la adhesi¨®n espa?ola a las Comunidades Econ¨®micas Europeas (CEE).Por parte espa?ola se subraya que el presidente Su¨¢rez viene a Par¨ªs con esp¨ªritu de colaboraci¨®n y buena voluntad.
El programa previsto es breve e intenso: almuerzo de Su¨¢rez con Giscard d'Estaing, cena con Barre, recepci¨®n a la colonia espa?ola y sesiones conjuntas de trabajo.
Por el lado franc¨¦s, esta cumbre se ha preparado a fondo y se espera con atenci¨®n m¨¢xima. El clima que precede las conversaciones es, por lo menos, inc¨®modo. Ayer, a la fuente oficial francesa se le inform¨® de que el presidente Su¨¢rez hab¨ªa confiado recientemente, a una delegaci¨®n de emigrantes espa?oles: ?Las relaciones de Gobierno a Gobierno no pueden ser peores en este momento.? El portavoz franc¨¦s reaccion¨® en los siguientes t¨¦rminos: ?Francia espera con la mejor voluntad esta visita. Pero hay que recordar que el se?or Giscard invit¨® al presidente Su¨¢rez a venir a Par¨ªs, inmediatamente, hace m¨¢s de un a?o. ?
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Francia espera que Su¨¢rez explique en Par¨ªs su pol¨ªtica exterior
(Viene de primera p¨¢gina)
La visita se anunci¨® y fue retrasada en varias ocasiones, quiz¨¢ por razones interiores comprensibles. Esto dio lugar, es cierto, a un punto muerto de nuestras relaciones. Francia es el pa¨ªs que se ha manifestado m¨¢s abiertamente en favor de la adhesi¨®n espa?ola a la CEE, y debido al retraso de esta visita, se pens¨® en alg¨²n momento que quiz¨¢ faltaba el fervor que era de esperar por el lado espa?ol y que, por alguna raz¨®n, no deseaba acelerar los trabajos preparatorios a su adhesi¨®n a la comunidad.
Francia, a?adi¨® el portavoz, quiere conocer, por boca del se?or Su¨¢rez, cu¨¢les son las intenciones espa?olas respecto a todos los problemas bilaterales que, m¨¢s o menos directamente, inciden en la problem¨¢tica comunitaria.
Quiere saber igualmente cu¨¢l es la significaci¨®n del ?coqueteo? espa?ol con el tercermundismo, cu¨¢l es su pol¨ªtica magreb¨ª, en el Oriente Pr¨®ximo, en Am¨¦rica Latina. Respecto a todas estas cuestiones, que van a ser discutidas en Par¨ªs, varios observadores franceses, especializados en la informaci¨®n sobre Espa?a, ayer, en presencia de EL PA?S, manifestaron un¨¢nimemente: ?El Gobierno de Madrid no debe esperar gran cosa de Francia y, en algunos ternas, como el vasco, por ejemplo, no debe esperar nada.? El tema vasco, en los medios oficiales, se repite que ?es un problema espa?ol y lo que nos asombra es que la prensa, o gran parte al menos, haya pretendido responsabilizar a Francia?.
Medios espa?oles autorizados de Par¨ªs subrayaron para EL PA?S que ?Su¨¢rez viene aqu¨ª con la mejor voluntad y desea globalizar las conversaciones para, en el plano bilateral, como en el comunitario y de posible colaboraci¨®n internacional, llegar a resultados que saneen unas relaciones franco-espa?olas que ya son buenas, pero que, en efecto, crean problemas?. En resumen, el se?or Su¨¢rez, en su almuerzo del lunes con el presidente galo, de entrada tendr¨¢ que responder a las interrogaciones que se plantea Par¨ªs a causa del ?retraso?: ?Quiere Espa?a entrar en la OTAN? ?C¨®mo ve, en consecuencia, el problema de la defensa? ?Cu¨¢les son sus intenciones sobre la cuesti¨®n del Sahara y, paralelamente, c¨®mo aprecia el equilibrio en el Magreb? Am¨¦n de los problemas econ¨®micos bilaterales y comunitarios, indisociables de los de pol¨ªtica internacional. Este cuestionarlo, por primera vez, ser¨¢ abordado, ?no de protector a protegido, como ha venido ocurriendo a lo largo de tantos lustros, sino entre dos pa¨ªses que, como consecuencia de la democratizaci¨®n en Espa?a, est¨¢n respaldados por su propia personalidad. Esto es, posiblemente, lo que tambi¨¦n irrita levemente a los franceses?, nos declar¨® una fuente espa?ola en Par¨ªs, en presencia de varios comentaristas galos que asistieron.
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