A la b¨²squeda del Polisario con el Ej¨¦rcito marroqu¨ª de Dlimi
De El Aai¨²n a La G¨¹era, de Smara a TichIa, los uniformes verde -Oliva de los soldados, los veh¨ªculos blindados, los jeeps artillados y los aviones con su carga de bombas listos en los aeropuertos se han convertido en el paisaje m¨¢s familiar, casi ¨²nico, del desierto. Hace tres meses, este formidable despliegue b¨¦lico parec¨ªa impensable. En ese tiempo, las proporciones de la guerra han aumentado considerablemente. La escalada militar va convirtiendo poco a poco esos inmensos espacios vac¨ªos en los de mayor concentraci¨®n de equipo de guerra de Africa.
?Si la voluntad del Polisario de lograr la independencia del Sahara es firme, la voluntad marroqu¨ª de conservarlo no lo es menos. ? Estas palabras de un oficial del contingente de fuerzas especiales UHUD definen todo el sentido de la reciente acci¨®n militar del Gobierno de Rabat en el ex Sahara occidental espa?ol. Los marroqu¨ªes as¨ª lo dicen y as¨ª tienen inter¨¦s en que se repita.Desde el 29 de octubre, el contingente UHUD, un verdadero rodillo compresor de 7.000 hombres y 1.500 m¨¢quinas, peina el Sahara a la b¨²squeda de un Polisario que parece volatilizarse a su paso. Al colocar al frente de esta fuerza al coronel mayor Ahmed Dlimi, el rey Hassan II le ha dedicado a esa empresa el hombre que, a sus 48 a?os de edad, se ha convertido en el m¨¢s poderoso del reino despu¨¦s del mismo soberano.
Instalado en su cuartel general provisional de Dajkla (ex Villa Cisneros) el coronel mayor Dlimi sonr¨ªe cort¨¦smente, pero sin comentarios, cuando el grupo de periodistas invitados a seguir las maniobras del contingente UHUD le formula alguna observaci¨®n sobre este enorme poder que ha acumulado. Dlimi finge no haberse dado cuenta y, sin embargo, los oficiales m¨¢s importantes y de rango m¨¢s elevado del Ej¨¦rcito se cuadran y escuchan atentamente sus m¨¢s m¨ªnimas observaciones. A sus ¨®rdenes, despegan aviones de aeropuertos, se ponen en movimiento unidades completas y los estados mayores de las distintas regiones se pliegan a sus decisiones. Por encima de ¨¦l s¨®lo est¨¢ el rey, con el cual mantiene un contacto permanente, gracias a un excelente equipo de transmisiones, t¨¦lex y c¨®digos secretos que dirige Hassan Ualit, un joven coronel de Nador.
Simp¨¢tico y exuberante como todo buen mediterr¨¢neo, Hassan Ualit habla un espa?ol excelente. Si no vistiese uniforme militar le hubi¨¦ramos podido confundir f¨¢cilmente con un compatriota. ?Esto ya no es el Polisario?, nos dice. ?Estamos haciendo frente a una verdadera confrontaci¨®n ideol¨®gica. Mientras discuten sobre las armas americanas que nos van a suministrar, enfrente tenemos desde hace tiempo el equipo sovi¨¦tico m¨¢s sofisticado. Los pa¨ªses occidentales tienen que comprenderlo as¨ª y solidarizarse con Marruecos.?
Sin resultados
Hassan Ualit, como la mayor¨ªa de los oficiales que mandan el contingente UHUD, est¨¢ deseoso de entrar en combate. El Polisario, sin embargo, no parece dispuesto a darles esa oportunidad. Ya han recorrido casi 2.000 kil¨®metros de desierto y no han tenido un solo encuentro. Este es quiz¨¢ el tal¨®n de Aquiles de la operaci¨®n UHUD, que corre el riesgo de agotarse a s¨ª misma como una enorme ola sobre la playa.
Hasta Dajkla el contingente UHUD ha cumplido una misi¨®n relativamente f¨¢cil. La Sagiet El Hamra, a pesar de ser objeto de los constantes ataques polisarios, los marroqu¨ªes la consideran suficientemente defendida. Ahora se trata, sin embargo, de cumplir la parte m¨¢s delicada de la operaci¨®n, que consiste en desalojar al Polisario de las numerosas localidades en que se han instalado del territorio del ex R¨ªo de Oro espa?ol.
Es aqu¨ª donde el Polisario, en Punta Negra, en la costa; Bir. Ganduz y TichIa, al centro sur, y Aussert y Mijek, al Este, se encuentra m¨¢s mezclado con las poblaciones locales.
Identificarlos, primero, y desalojarlos, despu¨¦s, ser¨¢ una dificil tarea que quiz¨¢ lleve a los comandos polisarios a instalarse en territorio mauritano. Si esto ocurre har¨¢n del norte de Mauritania una base de apoyo similar a la de Tinduf, en Argelia. El Ej¨¦rcito marroqu¨ª, considerablemente reforzado, puede no tener para Mauritania las mismas consideraciones que para Argelia.
Vietnam africano
Nadie puede predecir hoy qu¨¦ traer¨¢ el futuro, si una soluci¨®n pol¨ªtica o una guerra, que inevitablemente enfrentar¨ªa, en el mejor de los casos, a Argelia, Marruecos y Mauritania. Por el momento, y a causa del volumen de recursos humanos y materiales y al enorme arsenal que cada parte concentra en la guerra del Sahara, comienza a convertirse en el Vietnam de Africa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.