Antonio Dom¨ªnguez Ortiz: "El cambio pol¨ªtico no ha afectado a la investigaci¨®n hist¨®rica"
Homenaje de Sevilla al historiador andaluz
Antonio Dom¨ªnguez Ortiz es un historiador espa?ol cuya labor ha tenido trascendencia internacional. Su trabajo no se ha desarrolla do en los seminarios universitarios, sino en las aulas de diversos institutos de ense?anza media. El Ayuntamiento de Sevilla premi¨® esta dedicaci¨®n del profesor Dom¨ªnguez Ortiz concedi¨¦ndole la medalla de oro de la ciudad, que le fue entregada anteayer en la capital hispalense. Antes del solemne acto, el investigador le quitaba importancia al galard¨®n y, haciendo una reflexi¨®n sobre la investigaci¨®n hist¨®rica en Espa?a, declaraba que ¨¦sta no hab¨ªa sido afectada por el cambio pol¨ªtico.
No parece el profesor Dom¨ªnguez Ortiz especialmente afectado por los homenajes de que ha sido objeto en los ¨²ltimos d¨ªas en su ciudad natal. Ni las mesas redondas celebradas en su honor, ni la edici¨®n por el Ayuntamiento de sus escritos sobre Sevilla, ni siquiera la concesi¨®n de la medalla de oro le sacan de su modestia invariable: ?No, no; soy simplemente objetivo. Me parece que si antes se me ha tenido olvidado, ahora se presta una excesiva atenci¨®n a mis obras, se les da m¨¢s importancia de la que tienen.?No es ingratitud. Don Antonio, como le llaman esos disc¨ªpulos que ¨¦l niega rotundamente tener, no cree que este homenaje sevillano llegue tarde, y recuerda que ya en 1945 la diputaci¨®n le premi¨® su primer libro: Orto y ocaso de Sevilla, y que desde entonces ha recibido est¨ªmulos y alientos considerables por parte de instituciones y personalidades de la ciudad. ?Supongo que si me dan el homenaje ahora ser¨¢ sencillamente, por coincidir con mi jubilaci¨®n.?
Una jubilaci¨®n que es puramente administrativa, ya que ?todav¨ªa me queda mucho por hacer si Dios me da vida, porque el campo a explorar es muy amplio?. No considera terminadas sus investigaciones con libros como el citado, Orto y ocaso de Sevilla, La sociedad espa?ola del siglo XVII, La sociedad espa?ola del siglo XVIII, Las alteraciones andaluzas, Pol¨ªtica y hacienda de Felipe IV y otros no menos importantes. Querr¨ªa a¨²n asomarse a la edad contempor¨¢nea y hasta a la historia de Am¨¦rica y sus influencias en la espa?ola.
El profesor Dom¨ªnguez Ortiz reconoce que la investigaci¨®n hist¨®rica que ¨¦l empez¨® a hacer difer¨ªa bastante de la tradicional, muy encorsetada en las instituciones y los hechos pol¨ªticos, pero no pretende ser el descubridor de este tipo de estudios de historia social y cita expresamente el precedente de Ram¨®n Carande. En cualquier caso, su posici¨®n es ecl¨¦ctica: por decirlo con sus propias palabras, ni se siente incondicional de Am¨¦rico Castro ni cree que pueda explicarse la historia s¨®lo a partir de cambios econ¨®micos y sociales. ?Hay que combinar todos los criterios. Andaluc¨ªa tiene muchas ra¨ªces y no es v¨¢lido ni cient¨ªfico escoger una por motivos pol¨ªticos y rechazar las dem¨¢s. ? De esta forma sale al paso el historiador de los intentos de reducir la identidad andaluza a una sola de sus fuentes configuradoras: la musulmana. En su opini¨®n, es importante la influencia isl¨¢mica, pero antes hubo tambi¨¦n una b¨¦tica y despu¨¦s, y con una preponderancia avasalladora, una Andaluc¨ªa cristiana. ?La herencia isl¨¢mica, mejor dicho, sem¨ªtica en general, es considerable, pero no excluyente de otras.?
Por eso descalifica por completo -?no vale la pena ni leerla?- una supuesta historia de Andaluc¨ªa de reciente aparici¨®n y que se presenta como b¨¢sica sin reunirlos m¨ªnimos requisitos cient¨ªficos. Y por eso se queja de que ahora se intente bucear en la identidad andaluza de forma oportunista, por factores pol¨ªticos m¨¢s que objetivos, y pone el ejemplo de que en todos los coloquios en los que participa en los ¨²ltimos tiempos siempre hay alguien del p¨²blico que se levanta para preguntarle si Andaluc¨ªa es una nacionalidad o una regi¨®n ?sin definir previamente el significado real de estos t¨¦rminos, s¨®lo por las circunstancias pol¨ªticas del momento?.
A los setenta a?os no siente Antonio Dom¨ªnguez Ortiz frustraci¨®n por no haber podido ingresar en la Universidad. El se ha sentido a gusto como catedr¨¢tico de instituto en Palma de Mallorca, C¨¢diz, Granada y, finalmente, Madrid, y prefiere no opinar sobre las circunstancias de sus oposiciones con suspenso. ? ?Una cacicada, dice usted? Hay que suponer que el tribunal obr¨® correctamente, porque es imposible penetrar en el secreto de las conciencias de sus miembros.? Adem¨¢s, es un cuerpo muy digno, aunque ahora lo est¨¢n maltratando tanto que pronto dar¨¢ verg¨¹enza decir que se pertenece a ¨¦l.
No cree, por otra parte, ?que el cambio pol¨ªtico haya influido mucho en la investigaci¨®n hist¨®rica espa?ola, aunque s¨ª ha canalizado el inter¨¦s hacia algunos sectores poco tratados en el r¨¦gimen anterior, como los estudios regionales y la edad contempor¨¢nea?. En cuanto a la pol¨ªtica cient¨ªfica, ?se sigue primando la investigaci¨®n tecnol¨®gica que puede producir beneficios a corto plazo, y la human¨ªstica contin¨²a estando bastante abandonada?.
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