Atl¨¦tico y Barcelona confirmaron su bache
Un Atl¨¦tico encogido y nervioso alcanz¨®, sin querer, su primera victoria de la temporada en casa, pese a que el equipo catal¨¢n hizo las mejores cosas del partido, pero no cont¨® con la colaboraci¨®n de sus m¨¢s prestigiosos hombres de vanguardia, Simonsen y Heredia. El Atl¨¦tico marc¨® muy pronto su primer gol y jug¨® todo el partido replegado, sin habilidad para el contraataque. Dirceu rindi¨® mucho menos que en Vallecas, y el retorno de Marcial no fue feliz.Empez¨® bastante bien el Atl¨¦tico, con alegr¨ªa y buena colocaci¨®n de sus jugadores sobre el campo. Rub¨¦n Cano y Rubio ocupaban la punta, y Bermejo llegaba desde atr¨¢s para buscar la penetraci¨®n por la banda que Rubio dejaba libre. La actividad de Quique y el buen toque de Marcial pon¨ªan tambi¨¦n bastante para la construcci¨®n de juego, aunque a Dirceu se le ve¨ªa disminuido por el marcaje directo de Zuvir¨ªa. El buen juego de Bermejo se tradujo en dos excelentes penetraciones en los primeros diez minutos: la primera finaliz¨® con disparo alto, y la segunda dio lugar al primer gol del partido.
A partir de ese tanto, el Atl¨¦tico apenas quiso saber m¨¢s del en cuentro, y le dej¨® al Barcelona cargar con el peso del mismo. Se ech¨® atr¨¢s en una demostraci¨®n de desconfianza en sus propias condiciones que puede ser la mejor explicaci¨®n a su mala marcha esta temporada. El Barcelona, que se encontr¨® con el regalo de medio campo y con el dominio del encuentro, no lo supo aprovechar porque le fallaron sus m¨¢s prestigiosos hombres-punta. Heredia hizo poco m¨¢s que manifestar sus reproches a los compa?eros que no le pasaban el bal¨®n, y perderlo cuando lo recibi¨®; Simonsen no intent¨® nunca el desborde, perdi¨® varios balones y desperdici¨® dos claras ocasiones de marcar. ?l excelente trabajo en la media de Land¨¢buru y Rubio, dos grandes creadores; la inteligente movilidad de Esteban en la delantera, y el trabajo serio del resto del equipo quedaron en nada por la falta de contribuci¨®n al triunfo de los dos puntas citados.
Tuvo adem¨¢s suerte el Atl¨¦tico, que a los veinte minutos del segundo tiempo ve¨ªa doblada su ventaja gracias a un penalti inexistente. Merino se hab¨ªa tragado poco antes un indirecto en el ¨¢rea del Barcelona, y decidi¨® compensar -desproporcionadamente, adem¨¢s- se?alando un penalti inexistente. Los ¨¢rbitros espa?oles acabar¨¢n elevando su costumbre de compensar a la categor¨ªa de ley. Si a?os atr¨¢s se introdujo la ley de la ventaja en el reglamento, nuestros ¨¢rbitros parecen decididos a introducir esta otra innovaci¨®n.
El penalti lo transform¨® Rub¨¦n Cano, y si hasta entonces el Atl¨¦tico s¨®lo hab¨ªa contraatacado cada diez minutos, aproximadamente, desde ese segundo gol renunci¨® completamente a hacerlo. El Barcelona fue ya due?o definitivo de todo el campo, y ni Marcial ni Dirceu supieron sacar el bal¨®n en condiciones de su campo para hacer prosperar los contragolpes. El dominio azulgrana se fue haciendo alarmante, y doce minutos despu¨¦s del penalti Simonsen, en su ¨²nica intervenci¨®n feliz del partido, acertaba a ceder de cabeza un centro pasado de Esteban para que Labd¨¢buru rematase. Con un solo tanto de ventaja, los agobios fueron mayores para el Atl¨¦tico. El empate del Barcelona hubiera sido cuesti¨®n de tiempo, a no ser porque su ataque sigui¨® sin funcionar. Heredia olvid¨® el objetivo del empate y se entreg¨® en los ¨²ltimos minutos a una reyerta con Arteche, sin mostrar el menor inter¨¦s por el bal¨®n, y el Atl¨¦tico, con Ruiz en sustituci¨®n de Marcial -mucho antes Marcos hab¨ªa ocupado el puesto de Rub¨¦n Cano, lesionado-, pudo defenderse con orden en los ¨²ltimos metros y salvar la primera victoria de la temporada en casa. El Barcelona hizo el mejor f¨²tbol, pero no fue equipo peligroso en los ¨²ltimos metros, y el Atl¨¦tico, favorecido por una vez por la suerte.
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