Soluci¨®n precaria para la crisis militar de Bolivia
La crisis militar boliviana, que durante tres d¨ªas ha tenido en vilo al Gobierno constitucional que reemplaz¨® al r¨¦gimen golpista del coronel Natusch, ha sido zanjada aparentemente con el nombramiento de nuevos jefes castrenses.
El desenlace de la crisis, interpretado como el primer serio retroceso del Gobierno parlamentario, se ha producido despu¨¦s de que la presidenta revocara el nombramiento del general Ren¨¦ Villarroel y pusiera en su lugar al tambi¨¦n general Rub¨¦n Rocha Pati?o. Rocha es hombre de confianza de Garc¨ªa Mezza y pertenece a la l¨ªnea dura boliviana.El jefe del Ej¨¦rcito de Tierra, general Luis Garc¨ªa Mezza, un hombre pr¨®ximo a Natusch, se neg¨® el viernes a ser sustituido por su camarada Ren¨¦ Villarroel. Garc¨ªa Mezza se enfrent¨® a la decisi¨®n en este sentido de la presidenta Lidia Gueiler y se atrincher¨® en el despacho del comando en jefe del Ej¨¦rcito.
Garc¨ªa Mezza, el m¨¢ximo apoyo militar con que cont¨® el coronel Alberto Natusch durante sus diecis¨¦is d¨ªas al frente de los destinos de Bolivia, alegaba hasta ayer, en que finalmente cedi¨® su puesto, que su sustituto era un militar de la autodenominada l¨ªnea institucionalista, o constitucional, cuyos integrantes hab¨ªan impugnado ante la se?ora Gueiler la permanencia en el alto mando de todos losjefes nombrados por el ca¨ªdo coronel golpista.
La c¨²pula castrense del pa¨ªs andino ha quedado formada por el general Armando Reyes Villa, agregado militar en Madrid y nuevo comandante en jefe; general de aviaci¨®n Antonio Tovar Pi¨¦rola, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas; general Rub¨¦n Rocha, jefe del Ej¨¦rcito de Tierra; general Jaime Ni?o de Guzm¨¢n, jefe de la fuerza a¨¦rea, y capit¨¢n de nav¨ªo Ramiro Terrazas, jefe de la armada.
La presidenta Lidia Gueiler pact¨® inicialmente con el alto mando que sobrevivi¨® al coronel Natusch que sus sucesores no pertenecer¨ªan al ala democr¨¢tica de las fuerzas armadas.
Salvo en la jefatura suprema, sin embargo -el general Reyes Villa es producto de un compromiso de circunstancias y no tiene demasiado arraigo en el Ej¨¦rcito-, la composici¨®n del nuevo alto mando es una clara concesi¨®n a la l¨ªnea militar m¨¢s intransigente. Desde este punto de vista, el precario Gobierno constitucional boliviano que ha de convocar las elecciones de mayo aparece desde su comienzo a la sombra de un poder militar que es una aut¨¦ntica espada de Damocles.
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