La revolucion iran¨ª no ha resuelto el problema kurdo
Estudiantes del Partido Democr¨¢tico del Kurdist¨¢n (PDK) residentes en Espa?aEn la actualidad hay unos diecis¨¦is millones de kurdos cuyo pa¨ªs, el Kurdist¨¢n, de una extensi¨®n de medio mill¨®n de kil¨®metros cuadrados, se halla repartido y anexionado a la fuerza a cinco Estados: Turqu¨ªa, Ir¨¢n, Irak, Siria y la URSS.
El Kurdist¨¢n, adem¨¢s de su abundante producci¨®n agr¨ªcola, tiene en su subsuelo grandes cantidades de petr¨®leo: aproximadamente el 50% del petr¨®leo iran¨ª y el 75% del petr¨®leo iraqu¨ª es extra¨ªdo de territorio kurdo; lo que contrasta con el bajo nivel econ¨®mico de los kurdos.
Desde que se hiciera el reparto del Kurdist¨¢n, duras y penosas luchas que se han desencadenado en varias partes del mismo terminan en per¨ªodos en los que el pa¨ªs es tratado como tierra conquistada.
Limit¨¢ndonos a las luchas m¨¢s recientes, la guerra del Kurdist¨¢n iraqu¨ª de 1961-1975 representaba para todos los kurdos la esperanza en un Kurdist¨¢n libre hasta la firma del acuerdo irano-iraqu¨ª de marzo de 1975, que fue un complot internacional contra el movimiento kurdo. La situaci¨®n originada por dicho acuerdo se resume en un ¨¦xodo masivo de 250.000 refugiados kurdos en Ir¨¢n, ejecuciones de combatientes kurdos y un odioso plan de arabizaci¨®n, que consiste en la deportaci¨®n de unos 300-000 kurdos hacia el sur del, Irak, la repoblaci¨®n de zonas kurdas por tribus ¨¢rabes tra¨ªdas del Sur, la sustituci¨®n del idioma kurdo por el ¨¢rabe en las escuelas, la Creaci¨®n de campos de concentraci¨®n y la destrucci¨®n de miles de pueblos fronterizos kurdos. (Medidas que, en su tiempo, fueron denunciadas por la Liga Internacional de los Derechos Humanos, Amnesty International y otros organismos.)
No obstante la dureza de la represi¨®n, las guerrillas kurdas Pesh Merga (en kurdo significa enfrentados a la muerte), reorganizadas, operan en el Kurdist¨¢n iraqu¨ª desde mayo de 1976, aunque desde el estallido de la lucha en el Kurdist¨¢n iran¨ª la guerrilla kurda en el Kurdist¨¢n iraqu¨ª parece menos notoria.
En Ir¨¢n, el car¨¢cter dictatorial y represivo del r¨¦gimen del sha cortaba a los kurdos toda posibilidad de formular sus reivindicaciones nacionales, por lo que el pueblo kurdo en Ir¨¢n particip¨® masivamente en la rebeli¨®n, popular que produjo la ca¨ªda del sha.
Los kurdos, una vez instaurado el r¨¦gimen de Jomeini le han planteado sus reivindicaciones, que versaban sobre el derecho a utilizar el idioma kurdo en la ense?anza en las provincias kurdas y permitirles una administraci¨®n local para mejorar en lo posible las condiciones econ¨®micas de la regi¨®n. Estas reivindicaciones tan moderadas fueron inundadas en sangre; las milicias isl¨¢micas provocan violentas luchas el 18 de marzo, en Sanandaj, que duran hasta el d¨ªa 23. Se producen unas trescientas muertes, y el, ayatollah Taleghani, enviado de Jomeini, logra concluir con los kurdos un acuerdo preliminar sobre una semiautonom¨ªa y un alto el fuego.
Despu¨¦s de los intensos bombardeos entran las milicias en las ciudades y las registran casa por casa, se llevan a los kurdos, los atan a las rejas de las ventanas y puertas y los fusilan en la calle (citamos las descripciones de la prensa y de las fotograf¨ªas publicadas), sin m¨¢s formalidades que la odiosa presencia del ayatollah Jaljali, llamado ?juez de sangres". En Saqqez, un ni?o de catorce a?os fue sacado del hospital con una pierna escayolada para ser fusilado. La lucha se extendi¨® a todo el Kurdist¨¢n, y la represi¨®n, a juzgar por los informes de la prensa, ten¨ªa las dimensiones de un genocidio en toda regla. Al comienzo de septiembre, las ciudades kurdas estaban ocupadas por el Ej¨¦rcito y los dirigentes kurdos anunciaban que segu¨ªan una larga guerra de guerrillas. En septiembre se suceden los ataques de las guerrillas kurdas (Pesh Merga), y en octubre los kurdos recuperan ciudades kurdas; hacia finales de octubre y comienzo de noviembre, y ante el comprobado esp¨ªritu combativo de los kurdos, el Gobierno iran¨ª ensaya la v¨ªa de las negociaciones enviando al Kurdist¨¢n una misi¨®n formada por tres ministros. Aqu¨ª conviene precisar que los kurdos, desde el principio, insist¨ªan en que no pod¨ªa haber una soluci¨®n militar Para el problema kurdo y que tampoco pretend¨ªan destruir al r¨¦gimen iran¨ª, Otra cuesti¨®n que deseamos precisar es la relativa a la afirmaci¨®n iran¨ª, varias veces repetida, y seg¨²n la cual potencias extranjeras estar¨ªan detr¨¢s de los acontecimientos del Kurdist¨¢n, que resulta falsa.
La oferta americana de vender armas a Ir¨¢n, en un momento de duros combates en el Kurdist¨¢n, descarta definitivamente su apoyo a los kurdos; adem¨¢s seria un grave error estrat¨¦gico para Estados Unidos.
A comienzos de noviembre, Irak ha formulado una petici¨®n para modificar el acuerdo irano-iraqu¨ª de marzo de 1975 y otra petici¨®n de autonom¨ªa para las minor¨ªas en Ir¨¢n. Pues bien; ya se sabe cu¨¢l fue la postura de los kurdos: hemos ordenado el cese de los combates y hemos acogido a la misi¨®n gubernamental formada por tres rninistros para negociar la autonom¨ªa. Este hecho demuestra objetivamente que el movimiento kurdo nace de las aspiraciones del pueblo kurdo, y que sabe desbaratar las maniobras de quienes quieren pescar en las aguas turbias..
Sobre la guerra que nos ocupa en s¨ª, como kurdos, creemos que aquellos queaconsejan a Jomeini dicha guerra son elementos de la reacci¨®n que pretenden entretener a Ir¨¢n en una guerra contra los kurdos, para diferir as¨ª la lucha antiimperialista.
En esta ¨¦poca de la descolonizaci¨®n, del reconocimiento del principio de la autodeterminaci¨®n; cuando pueblos min¨²sculos de los lugares m¨¢s rec¨®nditos del mundo obtienen su independencia; cuando, el bloque socialista patrocina la liberaci¨®n de los pueblos de Africa; cuando Occidente se esfuerza en denunciar los sistemas ?no democr¨¢ticos? del bloque sovi¨¦tico, y cuando se habla y se escribe tanto sobre los derechos del hombre, la colonizaci¨®n del Kurdist¨¢n, consentida internacionalmente, resulta un fen¨®meno monstruoso.
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