La vida de los rehenes

?(...) Mientras las vidas de los rehenes est¨¦n en peligro, el ayatollah Joineini puede continuar despotricando, amenazando y exigiendo. Pero incluso Jomeini debe haberse dado cuenta de que cuanto m¨¢s provoque a Estados Unidos m¨¢s inevitable ser¨¢ el castigo.Este puede adoptar la forma de armas modernas para los kurdos, de una prolongada prohibici¨®n de ventas de repuestos para el equipo militar iran¨ª, de una negativa a proporcionar cualquier tipo de asistencia t¨¦cnica, de la nacionafizaci¨®n de los fondos iran¨ªes en los bancos estadounidenses, de ayuda a los que intenten derribar a Jomeini, o una combinaci¨®n de todas las anteriores. Si los rehenes mueren o son condenados a prisi¨®n, o a cualquier otra forma de castigo isl¨¢mico, como, por ejemplo, a ser azotados, es de esperar que la opini¨®n p¨²blica de Estados Unidos exija una respuesta militar, y que posiblemente el presidente Carter se sintiera obligado a llevarla a cabo, aunque no fuera a?o electoral. No existe precedente de un juicio masivo de diplom¨¢ticos por espionaje. Incluso en los comienzos de la segunda guerra mundial, Estados Unidos se limit¨® a expulsar a los diplom¨¢ticos alemanes y japoneses, en lugar de mantenerlos como prisioneros de guerra. Si el mundo civilizado no responde a las continuas violaciones iran¨ªes del Derecho Internacional, la anarqu¨ªa puede convertirse en la regla, y la raz¨®n en la excepci¨®n, en las relaciones entre las naciones. )?

20 de noviembre '