La reordenaci¨®n del subsector petr¨®leo prev¨¦ la constituci¨®n de dos grupos en torno a Enpetrol y CEPSA
La necesidad de reordenar el subsector petrolero espa?ol est¨¢ siendo planteada nuevamente en medios p¨²blicos y privados, en los que no se descarta una toma de decisiones a corto plazo, encaminadas a coordinar y concentrar la actual dispersi¨®n de intereses y participaciones -p¨²blicas y privadas- en materia de exploraci¨®n, refino y transporte de crudos petrol¨ªferos. La idea, planteada ya en varias etapas anteriores, ha sido frecuente motivo de tensiones entre los sectores p¨²blico y privado, las empresas y distintos estamentos y ¨®rganos de la Administraci¨®n del Estado. En esta ocasi¨®n parece imperar una mayor cohesi¨®n interna en privados y estatales.
La novedad esencial que se advierte en el actual replanteamiento del proyecto de reordenar el subsector petrolero espa?ol parece ser la desaparici¨®n casi total de las tradicionales tensiones entre el Instituto Nacional de Industria (INI) y la Direcci¨®n General del Patrimonio (Hacienda); los dos entes estatales a trav¨¦s de los que se instrumenta la participaci¨®n p¨²blica en las empresas petroleras. Esta distensi¨®n arranca de las instrucciones del vicepresidente econ¨®mico, Fernando Abril, partidario de lograr urgentemente una efectiva coordinaci¨®n de todas las actividades p¨²blicas en el subsector petr¨®leo, garantizar la supervivencia de las empresas privadas y evitar procesos de fusi¨®n, que provocar¨ªan tensiones innecesarias en estos momentos. El vicepresidente se ha mostrado reiteradamente opuesto al proyecto de integraci¨®n vertical que supon¨ªa la creaci¨®n de un ente petrelero p¨²blico en el pa¨ªs.Desde hace unos meses, una comisi¨®n informal, en la que se integran representantes de Hacienda, patrimonio, industria y el INI, se re¨²ne semanalmente para estudiar los planes de actuaci¨®n de las respectivas empresas p¨²blicas y tratar de alcanzar una eficaz coordinaci¨®n. Al mismo tiempo, los integrantes de la comisi¨®n (comisario de Energ¨ªa, presidente del INI, subsecretarios de Industria y Hacienda, director de patrimonio y delegado del Gobierno en CAMPSA) trabajan en el dise?o de un plan de reordenaci¨®n petrolera, contemplando esencialmente la actual dispersi¨®n de los intereses p¨²blicos en materia de exploraci¨®n, refino y transporte de crudos. Fruto de estos trabajos es la existencia de dos propuestas concretas -ya formuladas por escrito- de INI y patrimonio, a partir de las cuales se elaborar¨¢n unas conclusiones que ser¨¢n remitidas al Gobierno, previsiblemente antes de que concluya el presente a?o.
Sector p¨²blico
Las propuestas del sector p¨²blico se centran en la idea de tomara Enpetrol (grupo INI) como cabeza de fila de los intereses petroleros estatales en las ¨¢reas de compras, transporte y refino de crudos. Para ello, Enpetrol plantear¨ªa una ampliaci¨®n de capital que suscribir¨ªa ¨ªntegramente el patrimonio del Estado, mediante la aportaci¨®n de su actual participaci¨®n en Petroliber (La Coru?a). Como resultado de esta operaci¨®n, Petroliber pasar¨ªa a ser filial de Enpetrol, en la que participar¨ªan INI (50-60 %), patrimonio (13-20 %) y los actuales accionistas privados de la refiner¨ªa gallega (10-20 %), con un paquete minoritario y representaci¨®n en el consejo.Tambi¨¦n podr¨ªa integrarse en la operaci¨®n, como nueva filial de Enpetrol, la sociedad de exploraci¨®n Eniepsa (grupo INI), a la que se unir¨ªan los activos en esta materia de CAMPSA y el Monopolio. Con ello, Enpetrol pasar¨ªa a ser el primer grupo en dimensi¨®n del pa¨ªs. Hispanoil (tambi¨¦n grupo INI) se mantendr¨ªa en su estado actual, aunque tender¨ªa a especializarse en la compra de crudos con destino a la cuota de Comercio y concurrencia a las posibles concesiones exploratorias en el exterior.
La propuesta defiende, finalmente, una separaci¨®n clara de los activos y competencias de CAMPSA (como sociedad) y el Monopolio (ver EL PAIS de ayer), y deja en suspenso el tema de Petronor (Bilbao), hasta que se conozca la decisi¨®n adoptada por Petr¨®leos Mexicanos (Pemex) respecto de su opci¨®n de compra, que expira en septiembre del pr¨®ximo a?o 1980.
Las propuestas del sector privado se encuentran, seg¨²n fuentes solventes, menos elaboradas, aunque s¨ª se perfilan algunas conclusiones claras. El protagonismo privado corresponde a CEPSA (grupo Banco Central), empresa con medio siglo de experiencia en el negocio petrolero y a la que todos alaban por su eficaz gesti¨®n. Junto a CEPSA se alinean varias sociedades petroqu¨ªmicas de cierta importancia, con Alfonso Esc¨¢mez al frente de sus intereses. Otra empresa privada es Petromed (grupo Banesto), peque?a refiner¨ªa instalada en Castell¨®n por Exxon, cuya actividad es esencialmente de maquila, dado que carece de capacidad de compra de crudos. Se considera que, a pesar de poseer una f¨¢cil operatividad y una estructura de costes favorable, se encuentra bloqueada por el sector p¨²blico (Tarragona y Cartagena). La otra refiner¨ªa privada est¨¢ instalada en Huelva y pertenece a Explosivos de R¨ªo Tinto.
Los responsables del sector p¨²blico abogan por la integraci¨®n de Petromed y Explosivos-Huelva en CEPSA, pero el sector privado se muestra receloso al respecto y plantea otras alternativas. Los privados se oponen a que el sector p¨²blico controle las refiner¨ªas del norte -m¨¢s industrializado y urbano- y les deje relegados al sur. Por ello, plantean que Petromed se incorpore a Enpetrol y Petroliber a CEPSA, alternando mayor¨ªas y minor¨ªas, p¨²blicas y privadas. Otros estiman que CEPSA deber¨ªa contar con una planta en el norte, entrando en Petronor, manteniendo CAMPSA su participaci¨®n.
El esquema se cierra con la postura de CAMPSA, cuya pretensi¨®n ha sido la de reforzar su cartera de participaciones, a la vista de su alto grado de liquidez (7.000 a 8.000 millones de pesetas). De hecho, directivos de CAMPSA han pretendido adquirir la participaci¨®n de la multinacional Marathon (28%) en Petroliber e incluso la refiner¨ªa onubense de Explosivos. La postura de algunos responsables de la sociedad administradora del Monopolio es considerar que el grupo petrolero deber¨ªa girar en torno a CAMPSA y no alrededor de Enpetrol, ya que la primera sociedad controla la distribuci¨®n, actividad que consideran clave en el subsector, junto a la compra de crudos. El grupo privado ve con recelo esta posibilidad y considera m¨¢s razonable organizar dos grandes grupos en torno a Enpetrol y CEPSA, repartiendo el negocio en materia de distribuci¨®n. Por otra parte, CAMPSA s¨®lo cuenta actualmente con mayor¨ªa en Petronor y este dominio es finito, bien por entrada paritaria de Pemex o porque los privados ejerzan el derecho de tanteo en caso de renuncia de los mexicanos.
La decisi¨®n final no estar¨¢, a la vista de las posiciones, exenta de componente pol¨ªtica, ya que la negociaci¨®n se adivina de altura. Figuras como Alfonso Esc¨¢mez (Central), Alfonso Fierro (Petroliber-Central), Juan Herrera (Banesto), Jos¨¦ Miguel de la Rica (INI), Arturo Roman¨ª (Patrimonio), Carlos Bustelo (Industria), Jaime G. A?overos (Hacienda) y los representantes de Explosivos-Urquijo-Hispano, intervendr¨¢n en la liza. Fernando Abril y el propio Adolfo Su¨¢rez deber¨¢n mediar, sin duda, en un forcejeo en el que todos pondr¨¢n en juego su capacidad de convicci¨®n y poder de decisi¨®n.
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