El marco laboral y la crisis

?(...) El Estatuto de los Trabajadores es un intento de clarificar el confuso panorama laboral espa?ol, sembrado de paternalismo y heredado de un pasado reciente, en el que el r¨¦gimen pol¨ªtico imperante hab¨ªa condicionado su propia subsistencia a algunas concesiones hacia la clase trabajadora, a cambio de la negativa a permitir los m¨¢s leves s¨ªntomas de conflictividad.Sobre el tel¨®n de fondo pol¨¦mico y repleto de desacuerdos, las negociaciones para el establecimiento de un acuerdo global entre empresarios y trabajadores tienen pocos s¨ªntomas de alcanzar un final r¨¢pido y feliz. (...)

Por otra parte, la diferenciaci¨®n entre el sindicato comunista, Comisiones Obreras, y el seicialista, UGT, no hace m¨¢s que profundizarse, actitud que sirve no s¨®lo para definir las respectivas posiciones en los debates parlamentarios, sino en la mesa de negociaciones con la patronal. Esto va a provocar la existencia de tres posturas negociadoras distintas, lo que dificultar¨¢ a¨²n m¨¢s el logro de un acuerdo r¨¢pido entre las partes implicadas.

Ni que decir tiene que el logro de un acuerdo entre los tres principales protagonistas de la vida econ¨®mica y empresarial del pa¨ªs es imprescindible para afrontar el futuro econ¨®mico espa?ol con una cierta dosis de esperanza. (...)

S¨®lo con un marco de relaciones laborales que permita estos ajustes r¨¢pidos del trabajo a las condiciones de la econom¨ªa podremos surerar la crisis. Bien es verdad que en esta batalla se van a producir v¨ªctimas. Pero en un sistema democr¨¢tico hay que exigir libertad para las partes y solidaridad para los afectados por el ejercicio de una libertad que, adem¨¢s de ser superior por definici¨®n a cualquier otra f¨®rmula, es m¨¢s creativa y permite un mayor grado de bienestar y de progreso.?

3 de dicimbre