Nicole Rowley,
una ni?a norteamericana de siete a?os, acaba de vivir en un submarino amarillo una aventura inquietante que dur¨® veinte d¨ªas y que termin¨® el pasado s¨¢bado, cuando un carguero remolc¨® el submarino en el que viajaba Nicole y que se hallaba a la deriva en las costas de Washington. Con Nicole iba James Rongrose, de 37 a?os, que hab¨ªa llevado a pasear a la ni?a al tiempo que cumpl¨ªa con un rutinario chequeo de un barco dedicado a generar luz el¨¦ctrica.
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