Una "noticia" de setenta segundos puso en vilo a los franceses
Los medios de comunicaci¨®n audiovisuales tratan de regenerar ese suspense dando verosimilitud a sus historias imposibles. Anteayer, en Francia, una cadena de gran audiencia empez¨® un programa in formativo, de ficci¨®n, anunciando que se hab¨ªa interrumpido s¨²bita mente el suministro de petr¨®leo de Oriente Pr¨®ximo, y que el mundo iba, desde ese momento, a paralizarse poco a poco, en el mejor de los casos. En los mismos setenta segundos que dur¨® la noticia se incluyeron las reacciones de los afectados: Estados Unidos suspend¨ªa sus exportaciones a los pa¨ªses petrol¨ªferos de aquella zona, un cami¨®n cisterna bajaba, en solitario, por los Campos El¨ªseos, para realizar los abastecimientos de urgencia, y los italianos recreaban su vieja obsesi¨®n por las bicicletas como medio de transporte en ¨¦pocas de pobreza.
A primera hora
Los medios de difusi¨®n eligen la primera hora de la noche para asustar a los ciudadanos. Orson Welles transmiti¨® por la emisora de radio de la CBS su Guerra de los mundos, hace 41 a?os, a las 20.0 1, y mantuvo en vilo a cientos de miles de norteamericanos, que creyeron que, en efecto, los marcianos hab¨ªan aterrizado y se dispon¨ªan a dominar la Tierra.El pasado s¨¢bado, un programa juvenil de Radio Nacional de Espa?a repiti¨® la f¨®rmula, aunque media hora m¨¢s tarde. A las 20.30, un locutor anunci¨® que no se pod¨ªa emitir el programa previsto, Amigos, porque los ovni que dominaban el espacio a¨¦reo de Madrid amenazaban con impedir la audiencia. A partir de entonces, dec¨ªa, se pondr¨ªa en marcha un plan de emergencia. Una sinton¨ªa posterior lo aclar¨® todo: son¨®, tranquilizadora, la m¨²sica de la banda musical de La guerra de los mundos, y aclarada la broma sigui¨® la emisi¨®n.
Pero, anteayer, lunes, una emisi¨®n de amplia audiencia de la televisi¨®n francesa ofreci¨® a los telespectadores una broma cuya verosimilitud la hizo a¨²n m¨¢s inquietante: Par¨ªs, Francia, el mundo, iban a paralizarse, porque se hab¨ªa acabado el petr¨®leo. La broma de Welles dur¨® cerca de una hora, hasta que las agencias informativas trataron de aquietar los ¨¢nimos y de convencer a los norteamericanos de que se trataba de una ficci¨®n. La broma radiof¨®nica de Amigos dur¨® treinta segundos. Y la informaci¨®n televisada en Francia ocup¨® por espacio de setenta segundos la pantalla de Antenne 2, a una hora de gran audiencia. Feliciano Fidalgo describe lo que esta vez pas¨® en Par¨ªs.
El mundo a oscuras
En Par¨ªs, en La Haya, en Bruselas: calles vac¨ªas, oscuridad total, ni un autom¨®vil, ni un peat¨®n. ?El fin del mundo? No, algo m¨¢s rudimentario y tan tr¨¢gico: una revoluci¨®n de palacio en Arabia Saud¨ª, algo semejante en los pa¨ªses del golfo y, primera consecuencia, corte en seco de la producci¨®n de petr¨®leo. Occidente tiembla, se escandaliza, los Gobiernos convocan reuniones de urgencia de veinticuatro horas de duraci¨®n, la raza blanca, dominadora del planeta a lo largo de los siglos, se enfurece, tiembla como un payaso, etc¨¦tera.Un alto para que cada cual comprenda: lo dicho no es m¨¢s, por ahora, que una especie de pel¨ªcula de ?sed-ficci¨®n de petr¨®leo? denominada Las cuestiones del tiempo. Este ¨²ltimo t¨ªtulo es el de una emisi¨®n del segundo canal de la TV francesa, que anteanoche tuvo la idea de dedicarla a imaginar lo ya expuesto: que, de la noche a la ma?ana, los pa¨ªses ¨¢rabes se encabritan, por mor del chiitismo, y para qu¨¦ contar la continuaci¨®n. En Francia, la pel¨ªcula en cuesti¨®n lo imaginaba todo: el primer ministro, Raymond Barre, alertando a sus conciudadanos: ?La tragedia , la tragedia, compatriotas.? Un comentarista ayer ironizaba y le respond¨ªa al jefe del Gobierno: ?In¨²til, se?or Barre, lleva usted asust¨¢ndonos desde que lo pusieron ah¨ª.?
Esta fue la reacci¨®n del experto, pero muchos telespectadores se lo creyeron y, seg¨²n confirm¨® el segundo canal de la TV, las telefonistas de la casa no daban abasto a calmar a los telespectadores que, de verdad, preguntaban por las, consecuencias del fin del mundo, es decir, del petr¨®leo.
El Partido Comunista, porrazones electoralistas, naturalmente, se indign¨® muy seriamente y ayer le comunic¨® sus certezas absolutas al personal franc¨¦s: ?Esa es una emisi¨®n indigna. Es racismo con los pa¨ªses ¨¢rabes. Es uno de los medios ingeniados por el Gobierno para justificar la agravaci¨®n de la pol¨ªtica de austeridad, la inflaci¨®n, las alzas del precio de la gasolina y las superganancias de las petroleras.? Anoche a¨²n no se conoc¨ªan las reacciones ante la m¨¢s espectacular emisi¨®n televisada en Francia sobre el petr¨®leo. Al enviar esta informaci¨®n se desarrolla Les dossiers de l?ecran (en Espa?a, la emisi¨®n equivalente es La clave) y, a lo largo de tres horas, sin pel¨ªcula excepcionalmente, los amos, ministros y expertos del petr¨®leo mundial preve¨ªan el porvenir, sin ficci¨®n, a lo Orson Welles.
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